El poder de la imaginación

Hola Galileanos!!

Perdón por la demora para regresar. Han sido días de cambios y transformaciones muy útiles y que por fortuna marcan buenos caminos.

Hoy les quiero poner el tema de aquellas estrellas que aparecen en el cielo, mucho más allá del que cubre nuestras cabezas. A veces, muchas más de las que pensamos, vivimos inmersos en un cielo interno al que llamamos imaginación, de la que nadie se escapa y a la que a veces le tememos.

¿Y eso?
Temerle a la imaginación es bastante común, aún para quienes fungen de pragmáticos e irreverentes, pues justo en ellos el efecto de las estrellas internas podría ser inmensamente demoledor. La imaginación, apreciados amigos, es capaz de jugarnos las mejores pasadas, y también las que menos nos gustaría recordar. Sin embargo, y gracias a ella, centenas de científicos han logrado darle vida a sus primeras hipótesis, construir los borradores de sus argumentos de base y poner en marcha sus investigaciones, decantando en el camino lo que se debe quedar y afianzando, en la misma ruta, todo aquello que merece seguir avanzando con la fortaleza del método científico y del ahínco propio de quien sabe lo que quiere lograr.

En otro plano, menos riguroso, la imaginación propicia viajes interminables a dimensiones que todos quisiéramos habitar. Basta preguntarle, o mejor, ver en primer plano la obra de Vincent Van Gogh, La Noche Estrellada, para confirmar lo mucho que la mente humana es capaz de proyectar y trascender desde el plano de la imaginación hacia el mundo de lo visible y de lo que podemos.

La Noche Estrellada (Vincent Van Gogh)

Así que, entonces, !imaginemos!
Esto de imaginar con ganas lo usan diariamente algunos creativos y emprendedores:

- ¿y esos zapatos amarillos, quién te los va a comprar?
- pues toda la comunidad de yellow shoes people que me rodea.
- ¿y esa vaina sí existe?
- Todavía no pero pérate y verás que !me van a llover los fans!

Fe, se llama eso. Y ojo, que nada tiene que ver con asuntos religiosos. Tiene que ver con las ganas de salir adelante, de cristalizar una idea, de ver materializadas algunas de las tantas cosas que pasan por nuestras cabezas y de las que nosotros mismos desconfiamos. Hagan de cuenta que están hablando con ustedes mismos:

- Eh, yo sí estoy muy mal de la cabeza, pensando en estas pendejadas!
– ¿y qué tal si sale?
– Nuuuaaa… mejor me quedo como estoy y sigo con lo que estoy haciendo.
– ¿Y qué tal que de esta vaina loca salga una empresa que me permita pagar un viaje al espacio?

Y así, sin querer queriendo, como bien diría el Chavo del Ocho, las ideas toman forma y se convierte en realidades que más adelante nos llenan la cara de sonrisas.

En el mundo de la astronomía yo tengo mis propios sueños: Quiero construir un observatorio, hacerme a unos muy buenos telescopios de mayor capacidad y aportarle lo mejor de mi experiencia de vida al disfrute del cielo y de la astronomía que me inspira, a despertar mentes y activar ojos (recuerden las pepitas, roja y azul de The Matrix) e, incluso, armar unos magníficos talleres y seminarios con temas y experiencias afines a lo que hablamos en este Blog.

¿Complicado?

Naaa… y sí, sumemos al listado lo del viaje al espacio, algo cada vez más frecuente y fácil de conseguir,

Y ustedes ¿se suman?

Soy Juan Pablo Ramírez y disfruto hablar de las ciencias del espacio. Soy Comunicador Social - Periodista, por lo que mis textos hablan desde la experiencia del observador común,. más que desde la mirada de algún científico experto. Me gustan las preguntas y confío en que este espacio sea una forma de conectar la tierra con el cielo, en medio del disfrute del resplandor de las estrellas y de todo lo que ocurre en torno a ellas.

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