¿Qué exporta Colombia?…eternamente commodities

El año 2011 terminó con muy buenos indicadores macroeconómicos: crecimiento en los últimos trimestres superior al 7%, desempleo de un dígito, inflación baja, creciente Inversión Extranjera Directa (IED) y aumento de las exportaciones.

Sin embargo, la economía hay que mirarla en un contexto de tiempo y espacio. Esto significa que los datos de un año determinado no son suficientes para hablar de la evolución del Desarrollo Socio-Económico de un país. Esos datos deben ser comparables en el transcurso del tiempo y además analizados en el marco de la dinámica económica global, ya que no hay sociedades autárquicas, la interdependencia es una realidad del mundo moderno.

¿Qué estamos exportando?

En la lectura integrada llaman mucho la atención los excelentes resultados en materia de IED y Exportaciones-. Lo interesante es que desde 2008 los países industrializados viven una marcada crisis económica y, a la vez, las ventas a Venezuela, -otrora nuestro mejor cliente en la región- comenzaron a descender asombrosamente.

Analicemos, entonces, el comportamiento dinámico de las exportaciones y la IED:

Los datos tomados de Garay, y otros cálculos propios, muestran que en 30 años Colombia no ha dejado de depender de las exportaciones de commodities. Entre 1976 y 2005, este país ha dependido fundamentalmente de las exportaciones mineras y agrícolas. Sólo en 1995 se denota un papel importante de la industria liviana (70% de agroindustria, molineras -trilla de café- y fibras sintéticas). Pero, ya en 2005, se reitera la vocación minera de Colombia.

Tanto el modelo de sustitución de importaciones (1930-1989) como la apertura económica (1990-actual)han sido estrategias de desarrollo para diversificar la economía colombiana y agregar valor a nuestro sector exportador. Entonces ¿dónde están los resultados?. Si analizamos los datos del gráfico anterior encontramos que el mercado norteamericano, por décadas ha demandado el petróleo colombiano, algunos derivados de éste y productos del sector textil-confección. Es significativo y preocupante que, para 2005, sólo el 10% de las exportaciones a Norteamérica se beneficiaban de las preferencias ATPDEA. ¿Algo irá a cambiar con el TLC?, esa es la pregunta del momento.

El caso europeo ha sido similar, aunque con mayor dependencia de exportaciones menores agrícolas: flores, bananos y frutas. Sólo la CAN ha sido un mercado diversificado y de manufacturas: para 1995 vendiamos a Venezuela y Ecuador mercancías  de 9 sectores intensivos en capital y 5 en mano de obra. Para 2005, el 79% de las exportaciones a la CAN eran manufactureras.

La situación actual no parece cambiar el panorama. En 2006, el 63.2% de las exportaciones al mundo eran bienes primarios y basados en recursos naturales. En 2008, este indicador sube a 70.9%, lo que se explica por los precios mundiales de  los combustibles, el café y el oro; y por el gradual deterioro de las exportaciones a los países andinos, especialmente desde que Venezuela anunció su salida de la CAN (2006).

Según el DANE, para octubre de 2011, las exportaciones tradicionales (hidrocarburos y café) representan más del 70% del universo exportado. Del 30% restante, 2/3 partes son bienes industriales. Los  mercados más importantes que compran nuestros bienes industriales son, en su orden,: EE-UU, Ecuador, Venezuela, Perú y México. En síntesis, ningún modelo de desarrollo ha acercado a Colombia hacia una verdadera dinámica industrial, no se ha cambiado la vocación exportadora: proveedor al mundo de commodities. El único indicador notorio de ruptura es el mercado latinoamericano que, aunque pequeño en la mayor parte del tiempo, se ha convertido en el principal cliente de manufacturas colombianas, eso sí, especialmente industria liviana con bajos niveles de agregación de valor. Según Proexport, entre 2006 y 2008, sólo el 1.2% de las exportaciones son Productos de Alta Tecnología.

La inversión extranjera: ¿cambiará la estructura de nuestra oferta exportadora?

Con el fin de estimular el crecimiento y diversificar el aparato productivo colombiano, las políticas de apertura privilegian la atracción de IED. El capital internacional de largo plazo se considera una fuente fundamental de financiación, no sólo por sus volúmenes sino porque aquel trae apalancado el know-how de empresas exitosas en el mercado global, de los países industrializados, principalmente.

Sin embargo, las cifras muestran que la IED se ha focalizado hacia sectores de industria extractiva y comercio y servicios: la industria manufacturera y el sector agropecuario no hacen parte de sus objetivos…son la cenicienta de esta historia. Según Fedesarrollo, entre 1994 y 2000, el sector manufacturero absorvía el 30% de la IED, mientras el comercio y los servicios recibían casi el 60%. Fue una época en la que los inversionistas extranjeros se interesaron en la privatización de la banca colombiana y de los monopolios de comunicaciones, la compra de industrias que no resistían los retos de la apertura económica sin una inyección de capital para modernizarse, además de la expansión de la actividad comercial.

Pero, a partir de la primera década de este siglo, el capital extranjero con claridad privilegió nuestra condición de proveedor de hidrocarburos y otros productos de origen mineral. Entre 2001 y 2008, el 48% de la IED se ha dirigido a minería y petróleo (Fedesarrollo). En cambio cayó en 1/3 la participación en sector manufacturero y la agricultura siguió siendo descartada por los inversionistas extranjeros. De hecho, entre 2007 y 2008, la IED minera se duplicó, mientras la incipiente del sector industrial cayó 66%, según datos de Proexport.

Reflexión final:

La IED en la industria de la extracción no tiene que ser negativa para la economía de un país -esto, omitiendo el tema mediambiental-. Lo crítico es que no hay una clara relación entre los números y los objetivos. Se supone que queremos fortalecer el sector industrial, elevar la competitividad, agregar valor a nuestras mercancías, entrar en el mercado de la diferenciación y elevar la calidad del empleo -trabajadores altamente cualificados que innoven y emprendan- pero, década tras década, seguimos conectados al mercado mundial a través de nuestros bienes primarios.

Entonces, nos hacemos las siguientes preguntas: ¿por qué no logramos canalizar inversión extranjera hacia la industria manufacturera, incluida agroindustria, de manera creciente y sostenida?, ¿estamos dirigendo los excedentes de exportaciones de commodities, hacia la generación de capacidades para exportar productos procesados de alto valor agregado?, ¿las decisiones en materia de educación, ciencia, tecnología e infraestructura están creando condiciones para diseñar y patentar nuevos productos y servicios?

La Argentina de los Kirchner

Acaba de fallecer el ex-presidente argentino Néstor Kirshner, quien fuera Secretario General de la UNASUR y precandidato presidencial para sustituir a su esposa en la Casa Rosada. Sea el momento para dar un vistazo por la economía de este país que tanto atrae a los colombianos en calidad de turistas o de estudiantes y que tanta polémica genera entre los expertos.

Si tomas un vuelo desde Colombia y te animas a venir por estos días a Argentina, te darás cuenta que ese avión no sólo te trasladará al hemisferio sur, sino que te transportará en el tiempo, 20 años atrás.

Mi primera sensación al llegar a este país hace dos meses, es que el neoliberalismo no había pasado por acá con la fogosidad que lo hizo por Colombia. Rápidamente pude evidenciar que el transporte urbano, la educación, la salud, las comunicaciones siguen en gran medida en manos del Estado.

Igualmente, con el correr de los días se hizo evidente que los sindicatos tienen un gran peso en las decisiones de política económica de este país: esta es la economía de los Kirshner, una economía que desaceleró su ritmo de apertura económica cuando el sistema monetario reventó, cuando la relación 1 a 1 que había entre la moneda local y el dólar americano se desmoronó… cuando el vuelo hacia el primer mundo tuvo que ser suspendido.

Argentina llegó a ser, a comienzos de siglo, una de las economías más poderosas del mundo; en 1928 ocupaba el sexto puesto del PIB mundial. Pero en los años ochenta fue una de las más golpeadas con la crisis de la deuda externa latinoamericana, teniendo una hiperinflación que hundió la economía hasta dejarla con niveles de pobreza del 43%.

Las medidas de ajuste implementadas en los gobiernos de Menem (década de los noventa) trajeron resultados ambiguos: altas tasas de crecimiento, el PIB per-capita más alto de la región pero, a la vez, un desempleo cercano al 20% y una concentración de la riqueza entre banqueros y agroexportadores. Este experimento explotó cuando se hizo evidente que la riqueza no estaba cimentada sobre verdaderos mojones de productividad y competitividad. La moneda argentina no valía lo que se decía. Entonces, los argentinos tomaron un vuelo charter de regreso al tercer mundo.

La pareja Kirshner que ha gobernado el país durante la presente década puso el freno de mano a la apertura económica. Permitió que la moneda se mantuviera devaluada (después de una paridad cambiaria de 1 dólar = 1 peso en los 90s); actualmente la divisa americana se cotiza a 4 pesos argentinos. Esta tendencia devaluacionista le devolvió la competitividad a las exportaciones argentinas, las cuales, acompañadas de un excelente ambiente internacional, colocaron al país como uno de los de mayor crecimiento económico en la región, con tasas que oscilaron entre 7% y 9% antes de la crisis financiera global.Pero no sólo se suspendió la paridad cambiaria. Se frenaron las privatizaciones, se crearon algunas empresas estatales, se rompieron las relaciones con el FMI y se estableció control de precios para ciertos productos.

El desempleo actualmente es inferior al 10% pero el lunar de la economía gaucha (bomba de tiempo para el crecimiento en el futuro) es la inflación. Aunque hay polémica por los datos oficiales, es un hecho que Argentina tiene una de las inflaciones más altas del continente. Los datos oficiales la colocaron, para 2009, ligeramente debajo del 10% pero analistas privados aseguran que de lejos supera este guarismo (ver gráfico: Tasas de inflación en América Latina fuente http://www.javierforero.com/.

En Argentina, para los Kirshner no hay aguas tibias. Los odian o los idolotran, no hay términos medios. Así, también, es la economía argentina, llena de antagonismos: actualmente tiene la peor inflación y, a la vez, el mayor PIB per-cápita de la región,  un agro en crisis pero, hoy se presenta como uno de los mercados emergentes más promisorios de América Latina, con Chile, Brasil y México.

Colombia internacional: ¿mito o realidad?

Hace dos décadas Colombia dio inicio a su “Apertura Económica”. Después de 20 años, hay suficientes argumentos para preguntarnos hacia dónde nos ha llevado esta “internacionalización” de la economía colombiana.

Hay razones para preocuparse. La apuesta de nuestra internacionalización se apoya en doctrinas que predican: apertura de nuevos mercados, generación de valor agregado, innovación y desarrollo. Pero hoy, la economía colombiana sigue enfrentando retos fundamentales que fueron planteados a finales del siglo pasado. Veamos:

  1. Diversificación de oferta exportadora.

Según estas cifras de DANE y DIAN, citadas por el Ministerio de Hacienda, las exportaciones manufactureras colombianas han tenido un mal desempeño desde mediados de 2008. Según estos datos, sólo en el primer semestre de 2010, las exportaciones manufactureras habrían caído casi 8%. Y la explicación es  muy simple: caída en las exportaciones a Venezuela.

                                       Gráfico diseñado por Minhacienda

En otras palabras, exceptuando el mercado venezolano, Colombia le exporta al mundo, fundamentalmente, materias primas. O sea, que en 20 años no hemos logrado una verdadera diversificación de nuestra oferta exportadora y, por ello, una crisis binacional se traduce en caídas tan representativas.

Continuar leyendo