Mipyme: el eslabón perdido de la internacionalización económica.

Giovanny Cardona Montoya. octubre 18 de 2020-

 

1. El diagnóstico.

Para la economía mundial, las mipymes son actores fundamentales para dinamizar el crecimiento y la generación de empleo. Sin embargo, hay matices a la hora de explicar lo que es una pequeña empresa y su rol en la dinámica económica de diferentes países. En general, los países determinan la diferencia entre microempresas, pequeñas, medianas y grandes empresas a partir de la medición del número de empleados, el valor de sus activos o el valor de las ventas. Este último criterio sería bastante útil para el análisis dinámico y estratégico. Para los expertos, las ventas dan una idea de la capacidad dinámica de las empresas, mientras que el número de empleados y el valor de los activos se circunscriben a la dimensión del desempeño potencial.

Para efectos de la clasificación del tamaño empresarial en Colombia “se tendrá como criterio exclusivo los ingresos por actividades ordinarias anuales de la respectiva empresa” según el Decreto 959 de 2019.

La relevancia de abordar las mipymes como objeto de análisis para el proceso de internacionalización de la economía colombiana radica en el hecho que aquellas representan el segmento más grande del tejido empresarial colombiano, En 2014, casi 95% de las unidades productivas eran microempresas, mientras que las pymes representaban el 4,8%. En otras palabras, la mipyme alcanza casi el 99% del universo empresarial.

Esta distribución de las empresas no se diferencia de la que se presenta en países como México, Gran Bretaña o Perú; incluso en Estados Unidos casi el 80% de las empresas tienen 10 trabajadores o menos. Un poco diferente es el caso de Chile ya que las microempresas no alcanzan el 80% y la gran empresa representa más del 1.5%.

Sin embargo, aunque la estructura empresarial colombiana se asemeja a la de otros países de referencia a la hora de ver la generación de empleos, hay diferencias evidentes en el papel que juegan las empresas según su tamaño. Mientras en Colombia, en un escenario semejante al de Perú, la mipyme es responsable de 80% de la ocupación, en Estados Unidos y Reino Unido la gran empresa es responsable de 50% y 40% del empleo, respectivamente.

Ahora, entrando en el eje de análisis que le da sentido a este artículo,  el BID señala que las mipymes latinoamericanas tienen una menor participación relativa en el comercio global si se le compara con otras regiones del planeta. Así, por ejemplo, sólo 13% de las pymes de América Latina exportan, mientras que en Corea son el 19%, en Tailandia el 47% y en Malasia el 55% (BID, 2014).

10 EXPORTADORES COLOMBIANOS COMPARADOSegún estos datos de ANALDEX, la concentración de exportaciones colombianas es muy alta (10 exportadores son responsables del 67% de las ventas internacionales). Es una manifestación clara que son un pequeño grupo de grandes empresas las que lideran la internacionalización de la economía colombiana.

2. La oportunidad.

Esta situación muestra grandes y particulares retos para los gerentes que lideran empresas en Colombia. De un lado es claro el hecho que los mercados de referencia señalan un gran potencial asociado al fortalecimiento de la gran empresa como generadora de empleo y, del otro, también es evidente que la mipyme puede jugar un papel más que trascendental y que requiere de estrategas capaces de fortalecer su participación en los mercados locales y globales.

En ese contexto, la existencia de una nueva y más profunda división internacional del trabajo, en la cual las factorías no elaboran productos sino tareas en una cadena inter-empresarial de producción de bienes y servicios, hace necesario repensar el objeto de trabajo de los gerentes y estrategas, quienes deberán gestionar organizaciones encadenadas.

La visión tradicional del Gerente receloso de la información de su empresa no es compatible con la creciente cooperación interempresarial que va desde la provisión de insumos hasta el servicio postventa. Las Cadenas Globales de Valor le dan sentido a la idea filosófica de la Coo-petencia entre empresas que comparten objetivos y mercados. Como señalábamos en un artículo hace unos años en este mismo espacio. “soy Gerente de un eslabón de una Cadena Global de Valor”.

origen de las CGV

En el caso colombiano se abre camino la posibilidad de desarrollar cluster regionales que conecten a la gran empresa con las mipymes que puedan ensamblar y producir con eficiencia y calidad, componentes necesarios en la cadena de valor.

Ahora, para hacer efectiva la participación de mipymes en encadenamientos productivos, se hace necesario detener esa tácita animadversión a la innovación. Si las empresas más pequeñas no replantean los ejes de su competitividad, pasando del modelo económico centrado en mano de obra barata, para incursionar en elementos de competitividad asociados a las economias de escala (costos bajos), diferenciación (agregación de valor) y foco (especialización), difícilmente se podrá materializar esta oportunidad.

Con el fin de potenciar su participación en los mercados internacionales, las pymes pueden echar mano del comercio electrónico. Un estudio a nivel mundial revela que 95% de las pymes que venden en eBay exportan a través de esta plataforma, lo que es siete veces superior al total de exportadores de América Latina, que equivale al 13,4% del total de empresas de la región. La tecnología sirve a las empresas para superar la barrera de la distancia. Un incremento de 10% en la distancia reduce las exportaciones tradicionales en 18%; mientras que el comercio que se da a través de la web se reduce solamente 3% (eBay, 2013).

Los modelos de negocio centrados en Internet requieren de condiciones –conectividad, servicios, logística y régimen regulatorio-, que faciliten el acceso de las pymes a los mercados internacionales; por ejemplo, obtener información de mercado y servicios logísticos y financieros a un costo competitivo si se le compara con exportaciones bajo métodos tradicionales.

Incluso, el e-commerce fomenta la confianza entre compradores y vendedores, ya que contribuye a que el comprador desvincule la calidad y fiabilidad del exportador, de la imagen del país de donde proviene la mercancía o el servicio (Lendle, Olarreaga, Schropp y Vezina, 2012).

 

Cadenas Globales de Valor: para no colocar los huevos en una sola canasta.

Giovanny Cardona Montoya, junio 14 de 2020.

 

A veces la coyuntura nos obnubila y hace que perdamos el Norte de largo plazo. Sin embargo, la aparatosa caida de los precios del petróleo entre marzo y mayo de 202o como consecuencia de la recesión asociada a la pandemia del Covid-19, nos recuerda que la economía colombiana no puede seguir poniendo los huevos en una sola canasta: ser exportador de hidrocarburos.

Por lo anterior, la academia, el sector empresarial y la clase política deben poner sus ojos en una tendencia de largo plazo que marca la dinámica del comercio mundial: las cadenas globales de valor.

Si bien la coyuntura puede insinuar un regreso del proteccionismo (al menos parcialmente), la realidad es que en el largo plazo, los desarrollos de C+T+i seguirán siendo la fuente mayor de generación de riqueza.

A lo largo del último medio siglo,  se ha configurado una redistribución geográfica de la producción de bienes y servicios a nivel mundial.

¿Por qué se ha dado esto?:

1. La posibilidad que tienen las empresas transnacionales de mantener el control de la producción pero con menores costos de mano de obra;

2. La necesidad socio-política de los países industrializados de trasladar procesos productivos contaminantes allende sus fronteras (industrias químicas y petroquímicas, por ejemplo);

3. Cambios políticos en algunas naciones asiáticas y latinoamericanas, con gobiernos neoliberales que crean las bases para transformar sus aparatos productivos, atrayendo la inversión extranjera para reducir su dependencia de la exportación de commodities (tigres asiáticos, China, Chile, Brasil, México);

4. El desarrollo de la C+T+i que transforma los procesos productivos, profundizando los niveles de especialización en las empresas y los territorios;

5. El auge de Acuerdos Comerciales Regionales (ACR) con los cuales se crean condiciones estables, más o menos abiertas, para el intercambio de materias primas, bienes intermedios y productos terminados.

Como resultado de esta combinación de factores, los productos se fueron haciendo cada vez más complejos y su elaboración se deslocalizó. En otras palabras, las actividades inherentes a la producción de una mercancía -diseño, manufacturación de componentes, ensamblaje, distribución y servicio postventa-, se materializan a lo largo y ancho del planeta, ya sea, en el marco de operaciones intra-firma (offshoring y oversea) o de contratación de terceros (outsourcing, maquilas).

Esta transformación da pie a lo que se denominan las Cadenas Globales de Valor (CGV). Según el Banco de la República las CGV consisten en  “…rango amplio de actividades que llevan a cabo las firmas en sus procesos de producción y que van desde diseño, producción, mercadeo, distribución y servicio al cliente. Estas actividades pueden ser llevadas a cabo por la misma empresa en una determinada ubicación geográfica o por diferentes empresas en distintas ubicaciones.”

Interdependencia en cadenas globales de valorCadena Global de Valor del Iphone: Aunque pareciera que el déficit comercial de Estados Unidos es con China (exporta 229 millones de dólares en componentes para Iphone pero, recibe 1875 millones en Iphone ensamblados), la verdad es que esos productos terminados tienen componentes de Taiwán (207 millones), Alemania (161 millones), Corea (800 millones) y otros países (413 millones).

 

Un factor determinante del desarrollo de las CGV es la generación de economías de escala. La especialización en la producción de componentes y bienes intermedios conlleva la manufactura de grandes volúmenes de mercancías complejas, con costos unitarios cada vez más reducidos. Dichas economías de escala se potencian, adicionalmente, gracias a: a) la reducción de costos de comercialización, transporte y comunicaciones; b) la emergencia de empresas especializadas en logística y c) la reducción de barreras aduaneras a través de la firma masiva de TLC.

Son variables críticas del comercio mundial de tareas y de servicios, el talento humano altamente cualificado -técnicos, tecnólogos, científicos-, el desarrollo suficiente de la informática y las telecomunicaciones y el régimen de propiedad intelectual.

Según datos de la OMC, el comercio mundial de servicios en 2017 superó los 5 billones de dólares (contra 17 billones de dólares en mercancías), pero su participación es creciente –8% en 2017-. Se destaca que en dicho año fueron los servicios relacionados con propiedad intelectual los que más crecieron (10%) en el subgrupo de “Otros Servicios”, los cuales representan más del 42% del comercio mundial de servicios.

Adicionalmente vale la pena destacar que, durante 2009, en el marco de la recesión económica global, a pesar de la contracción de la demanda global, el comercio de servicios experimentó un leve incremento.

En la actualidad, la deslocalización cada vez responde menos a argumentos de costo, para incursionar en razones más asociadas a la agregación de valor y la generación de ventajas competitivas. En otras palabras, crece el papel del conocimiento en los procesos productivos en detrimento del uso de mano de obra no cualificada.

Según la OMC, tomando como referencia la manufacturación del sector automotriz, el comercio mundial de tareas se hace cada vez más intersectorial. Ya en 2011, el 32% en total del valor añadido de las exportaciones mundiales de vehículos provenía del sector del automóvil, mientras que el 68% se originó en otros sectores. Adicionalmente, 40% de dicho valor añadido fue derivado del comercio de servicios, no de las manufacturas.

El comercio entre 12 naciones del continente asiático (53% del comercio mundial), se traduce en un intercambio de componentes y bienes intermedios. Desde 1996 el porcentaje de valor agregado de China a sus exportaciones ha fluctuado entre 48% y 57%. La mitad de los productos terminados que salen de China tienen un valor agregado nacional cercano al 50%, la otra mitad son productos ensamblados con pocos componentes domésticos.

Estados Unidos es el mayor demandante de servicios de offshoring en el mundo (51%), seguido por Japón con 17% y la Unión Europea (15 países) con 11%. De igual manera se destaca que los países con la mayor cantidad de centros de maquila y ensamblaje son India y China, seguidos de naciones latinoamericanas y de países de Europa central y del este.

Reflexión Final:

Hace 3 décadas, con la Apertura Económica, el país hizo una apuesta por la modernización del aparato productivo. Y eso no pasó. Hoy somos un país con un nivel consumo sofisticado, financiado con la exportación de productos mineros (petróleo, carbón, ferroníquel, oro). Pero nuestro aparato productivo es más primario que en la segunda mitad del siglo pasado, con un sector  manufacturero altamente dependiente de importaciones, incluso de productos de origen agropecuario.

Colombia tiene pocas reservas probadas de hidrocarburos, no puede darse el lujo de esperar décadas. ¡Qué esta pandemia se convierta en una oportunidad para empezar realmente a hacer diferente las cosas!

Prospectiva: las fábricas no manufacturarán productos, harán tareas.

Marzo 8 de 2020.

La División Internacional del Trabajo -DIT- ha moldeado el comercio internacional a lo largo de los siglos. ¿Qué producir y qué importar? La DIT ha respondido siempre esta pregunta para cada país o territorio.

El eurocentrismo característico de la época en la que se origina el capitalismo moldeó un comercio internacional bipolar en el que el Norte se industrializó y el Sur se convirtió en proveedor de materias primas. A Europa se le unieron, con el tiempo, los norteamericanos, los australianos, los canadienses y finalmente los japoneses. Esta DIT dividió al planeta en países industrializados y naciones en vía de desarrollo.

Sin embargo, el volumen del comercio internacional fue creciendo de manera desequilibrada, especialmente desde la segunda mitad del siglo XX. Son los productos manufacturados los que pasan a ocupar la mayor parte de las exportaciones del planeta:

Desde mediados del siglo XX se ha evidenciado que la agregación de valor es la principal fuente de riqueza de los exportadores ¿En qué estábamos pensando los colombianos?

Desde mediados del siglo XX se ha evidenciado que la agregación de valor es la principal fuente de riqueza de los exportadores.

 

Esta distribución geográfica de las exportaciones -commodities o manufacturas- fue, por varias décadas, un referente de la distribución mundial de la riqueza. Los países industrializados fueron los dueños del porcentaje más alto del PIB mundial mientras, los exportadores de minería y agricultura, las naciones pobres.

Como consecuencia de dicha estructura geoeconómica y de la DIT, el comercio mundial se concentró en gran medida entre los países industrializados: eran estos los países capaces de elaborar productos con alto valor agregado -vehículos, dispositivos electrónicos, etc.- y los compradores de los mismos son sus mismos ciudadanos con alto poder adquisitivo:

Imagen1Como se puede ver en este mapa de 2003, la mayor parte del comercio mundial se da entre norteamericanos, europeos occidentales y naciones del Este Asiático. Es destacable el alto volumen de comercio entre los mismos países de la Unión Europea, el mayor flujo comercial del planeta. Las naciones de América Latina y África no tienen una participación significativa en el comercio mundial, ni producen con valor agregado, ni tienen capacidad de compra para adquirirlos. En el caso de Asia, el poder adquisito de los japoneses es elevado, al igual que su capacidad de manufacturación. Sin embargo, la alta participación del Este Asiático tiene nuevas explicaciones…

La DIT no ha dejado de profundizarse, la evolución de la Ciencia, Tecnología e Innovación -C+T+I+i- hace que la especialización tome rumbos nuevos, tanto en la producción de las mercancías, como en la distribución de la riqueza.

La necesidad de innovar para agregar valor a las mercancías y a los servicios coloca en la cúspide del comercio mundial a aquellos territorios y empresas con mayor capacidad de investigar y adaptar tecnológicamente los desarrollos de la ciencia. Por lo tanto, una empresa exitosa es ante todo innovadora; del mismo modo que tiene una participación en los mercados globales (directa o indirectamente).

economias de escala globalesLa participación en los mercados globales es una estrategia necesaria para competir en la economía presente y venidera: la constante innovación reclama retornos suficientes y rápidos para financiar las áreas y procesos de I+D+i. Las economías de escala son claves en el éxito de una empresa o territorio en el comercio mundial.

Esta simbiosis entre innovación y economías de escala conlleva la profundización de la especialización. Bienes y servicios cada vez más complejos y diversos, distribuidos a lo largo y ancho del planeta no pueden ser elaborados en una factoría única, incluso, en un mismo territorio. En este nuevo nivel de desarrollo de la DIT aparecen las economías emergentes, países que avanzan en ciencia y tecnología, logros que aunados a mano de obra cualificada y barata les permiten integrarse a las Cadenas Globales de Valor. Hablamos especialmente de naciones del Este y del Sudeste Asiático, además de México, Sudáfrica, Brasil, Chile, Turquía, principalmente.

comercio mundial 2016

Casi la mitad de las exportaciones que van de la Unión Europea y de Estados Unidos hacia el Este Asiático son partes, diseños y componentes que se integran en esta región para convertirse en productos finales.

De la elaboración de partes y subproductos hemos pasado al desarrollo de microcomponentes, software y diseños. Ahora la especialización se basa en nanotecnología, biotecnología, genética, microbilogía, química, entre otros. Los proveedores no sólo aportan componentes materiales, algunos son innovadores dueños de patentes que derivan en licencias sin las cuales los productos finales no adquirian las cualidades por las cuales los clientes adquieren los productos.

qualcomm

Como resultado de esta complejidad tecnológica ha emergido una nueva tendencia prospectiva: las empresas han pasado de ser productoras de mercancías a desarrolladores de tareas en cadenas globales de valor. O sea, un producto final es el fruto del trabajo integrado de diversas factorías (sean estas de la misma firma o no -sucursales o outsourcing-). Así, por ejemplo, un Iphone es diseñado en California, Estados Unidos, siendo de propiedad de la empresa Apple, sin embargo, sus componentes y microcomponentes son elaborados en diversos países y ensamblados en China, país desde el cual se distribuyen hacia los mercados finales. De ahí que la aduana pueda señalar que éste es un producto “made in China“. ¿Pero realmente lo es? -ver gráfico-:

cadena global de valor del IphoneEl Iphone tiene compontes de fabricantes de diferentes países, incluso, de empresas que compiten con Apple en el mercado de telefonía y dispositivos móviles. 

En consecuencia, las Cadenas Globales de Valor son la integración consciente de factorías de todo el planeta -pertenecientes o no a la misma firma-, la cual se da para generar riqueza a través de una economías de escala entre territorios y fábricas altamente especializadas. Cada factoría hace una tarea, no un producto. Por lo tanto, estamos hablando de un Comercio Mundial de Tareas.

Según el BID “Los servicios globales de exportación son fruto de un modelo de negocios caracterizado por trasladar una actividad y/o proceso interno de una empresa al exterior, ya sea mediante la subcontratación de un proveedor en el extranjero (outsourcing) o el traspaso de dicha actividad y/o proceso a una subsidiaria de la propia empresa en el exterior (offshoring).”

Un solo producto es elaborado en una cadena de factorías que se distribuyen a lo largo y ancho del planeta. Una fábrica no hace un BIEN, hace una TAREA.

Un solo producto es elaborado en una cadena de factorías que se distribuyen a lo largo y ancho del planeta. Una fábrica no hace un BIEN, hace una TAREA.

En síntesis, el futuro de la División Internacional del Trabajo es el de la integración del mundo como una gran fábrica planetaria. Cada empresario deberá comenzar a mirar a los demás fabricantes a la vez como competidores y como colaboradores. Hablar de coo-petencia adquiere sentido en este nuevo modelo de la economía mundial. Los estrategas de las empresas deberán desarrollar acciones concretas para que los demás integrantes de su cadena de valor compartan propósitos e información. La competitividad de mi producto depende de la gestión que haga cada uno de los eslabones y de la integración de los mismos en la Cadena de Valor.

Guerras Comerciales: ¿estrategia económica o populismo pre-electoral?

Giovanny Cardona Montoya (junio 3 de 2019).

 

Los países, tal y como los conocemos hoy, son agrupaciones que nacieron de la integración de antiguos feudos (España o Italia, por ejemplo) y de la desintegración de grandes imperios (Turquía y las naciones que antes conformaban el Imperio Otomano, por ejemplo). Algunos países cuentan ya con más de 500 años de existencia, mientras que algunas naciones se erigieron a finales del siglo XX (Eslovenia, Croacia, Serbia, por ejemplo). Incluso, algunos pueblos aún esperan su oportunidad para consolidarse como Estados nación, tal es el caso de Palestina o el Kurdistán. Lo anterior, sin contar los intentos separatistas que perviven en Europa Occidental (en España, en Bélgica y en Italia, principalmente).

Sin embargo, a pesar de que los Estados nacionales son organismos vivos, en permanente evolución, hay que reconocer que se han consolidado como la célula de las relaciones internacionales, especialmente desde el siglo XX. Ello explica su preeminencia en la ONU y en diversos organismos multilaterales y regionales. Es en el marco de esta realidad que surgió la OMC (heredera del GATT de 1948) y acuerdos comerciales regionales como la Unión Europea, el Mercosur, la CAN o el NAFTA, entre otros. Tratados entre Naciones.

El surgimiento del GATT, fruto de la Carta de La Habana de 1947, no sólo es la evidencia de la hegemonía de los Estados nacionales en el tablero de las relaciones internacionales, sino que también fue la respuesta al riesgo de guerras comerciales entre grupos de países, particularmente entre Francia, Inglaterra y Estados Unidos, tal y como sucedió en la década de 1930, cuando estos países cerraron sus fronteras para sólo intercambiar productos con sus aliados (América Latina para Estados Unidos) o colonias (en el caso de Francia y Gran Bretaña).

En otras palabras, el temor a las guerras comerciales dio origen a un sistema mundial de comercio en el cual se privilegian principios como el de la No Discriminación (Cláusula de la Nación Más Favorecida) y el de Transparencia y Previsibilidad (a través de la consolidación arancelaria que evita la aplicación indiscriminada de barreras aduaneras). La OMC existe por la convicción de que un comercio transparente, no discriminatorio y tendiente a la liberalización es fuente de desarrollo.

GATT OMC historia

Sin embargo, las guerras comerciales están en auge, ¿qué sucede?

Tal vez, hasta ahora, ningún modelo político económico ha logrado mostrar mayor éxito en materia de libertades individuales y crecimiento económico como lo ha hecho la democracia liberal. Aunque los logros no son homogeneos entre países, dificilmente se pueda encontrar un caso contrario (dictadura y economía planificada) que haya alcanzado el promedio de éxitos que logra Occidente. Lo anterior no quita que China, con un modelo político estatizado, haya logrado el éxito económico combinando al libre mercado con un ferreo control estatal.

Sin embargo, los modelos de gobierno republicano y parlamentario, han entrado en crisis. Si bien las democracias liberales han demostrado ser tal vez el sistema político más exitoso que haya conocido el planeta, aquellas no se hallan libres de averías y dificultades.La actual crisis de las democracias occidentales ha devenido en el nacimiento y consolidación de movimientos políticos populistas que estimulan el nacionalismo y debilitan el desarrollo de los acuerdos y organismos internacionales. De hecho, los gobiernos populistas se apoyan en sentimientos nacionalistas para alcanzar adeptos en la población insatisfecha con élites tradicionales (frecuentemente vinculadas con corrupción) a las que asocian con los problemas sociales y económicos como las migraciones desmedidas o el desempleo. En ese contexto, el proteccionismo adquiere sentido para algunos ciudadanos.

Las guerras comerciales son un reflejo del espíritu proteccionista. Por eso están en boga nuevamente. Hoy las lidera el gobierno populista de Estados Unidos, pero con el Brexit, aquellas podrían desencaderse en otras latitudes.

¿Tienen sentido las guerras comerciales en el mundo presente?

Este artículo no va en la dirección de cuestionar el proteccionismo o de hacer apología del neoliberalismo. No, el propósito es esclarecer por qué estamos viviendo una ola de guerras comerciales y preguntarnos si éstas tienen sentido en la economía moderna. El por qué se ha esclarecido -las crisis de la democracia occicental y del espíritu solidario de las relaciones internacionales-, ahora aclaremos si tienen o no sentido en la actualidad.

El desarrollo de la ciencia y la tecnología ha llevado a las empresas a profundos niveles de especialización. Sólo miremos el siguiente ejemplo:

comercio de tareasNinguna fábrica hace un producto completo. Ninguna mercancía es 100% originaria de un territorio determinado. Un producto tan sencillo como el juguete de esta imagen tiene componentes de 12 fábricas ubicadas en seis países diferentes.

La especialización ha dado pie a las denominadas cadenas globales de valor, o sea, estructuras interregionales de producción, integradas en eslabones materializados en forma de fábricas distribuidas a lo largo y ancho del planeta. A veces se trata de una producción offshoring, donde una misma empresa despliega plantas de producción de componentes y de ensamblaje por diferentes países. La otra opción es el outsourcing (las maquilas), donde la firma dueña de la marca y de los diseños contrata a terceros para que realicen labores de manufacturación y ensamblaje.

Son diferentes las razones por las que se recurre a estas estrategias: economías de escala (volúmenes de producción), costos laborales (salarios más bajso en este asiático, América Latina y Africa), acceso a insumos (minería y agricultura), capacidad tecnológica (cuando recurres a coreanos o a fábricas de países industrializados, por ejemplo) o acceso a mercados (produces en un país que pertenece a un TLC y desde allí distribuyes a sus socios regionales).

El caso, es, retomando nuestra pregunta originaria, que las Cadenas Globales de Valor se han impuesto. Veamos:

comercio mundial 2016Según este mapa, los mayores flujos comerciales del mundo se dan entre los europeos (el comercio dentro de la Unión Europea), entre los norteamericanos (México, Estados Unidos y Canadá), entre las naciones del este asiático (Corea, China, Taiwán, Japón) y entre estas últimas y los norteamericanos y los europeos. El punto es que, aproximadamente el 50% de las mercancías que Estados Unidos exporta a México o a China, y de las exportaciones de Europa a los países del este asiático, son bienes intermedios y componentes. No son productos terminados. En otras palabras, se trata de firmas europeas y norteamericanas que realizan sus procesos de producción a través de Cadenas Globales de Valor para luego distribuir sus productos terminados (ensamblados en China o México) por todo el planeta, incluso hacia sus propios mercados domésticos.

En consecuencia, colocar barreras comerciales a importaciones de México o de China es una decisión proteccionista del gobierno de Trump que no puede producir efectos positivos sobre la economía norteamericana en el corto plazo. Y no puede producir efectos positivos porque las empresas norteamericanas que tienen desplegada su producción en China y México no van a detener sus operaciones para trasladarlas a Estados Unidos, ya que dicha decisión responde a multiplicidad de factores, tal y como ya se señaló (economías de escala, capacidad tecnológica, costos salariales, etc.). En cambio, si se reducen las ventas de productos desde México y China hacia la potencia norteamericana, la consecuencia será también la caída de exportaciones de bienes intermedios y componentes desde Estados Unidos hacia aquellas dos naciones.

En síntesis, en el contexto de las Cadenas Globales de Valor, donde las fábricas no hacen productos sino que son actores del Comercio Mundial de Tareas, una barrera proteccionista que aplique una nación se le devuelve como un boomerang por la amplia y profunda interdependencia existente. El proteccionismo sólo puede producir impactos positivos si hace parte de una estrategia de largo plazo que busque desarrollar capacidades internas, las cuales se blindan con barreras proteccionistas mientras dichas capacidades se fortalecen.

Pero subir aranceles de manera temporal, sin una estrategia de desarrollo que la abrigue, sólo beneficia a los especuladores y, tal vez, le sirva al populista de turno para conseguir los votos que busca de cara a la reelección.

Los TLC no tienen la culpa, pero tampoco son la solución.

Hoy voy a explicar de una manera muy didáctica un tema que se ha venido manejando de una manera “simplista”, conllevando un desconocimiento del problema de la desindustrialización de la economía colombiana y una ola de pueriles ilusiones sobre lo que los TLC harán por nuestra economía. Continuar leyendo

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