Mercados Emergentes vs. Economías Industrializadas

Indicador Países industrializados Países Emergentes
Población en 2005 15% 85%
PIB en 2005 79% 21%
PIB en 2005 32.5 billones de dólares 8-9 billones de dólares
PIB en 2015 39 billones de dólares 19 billones de dólares
PIB en 2030 51 billones de dólares 47 billones de dólares
PIB en 2035 50% 50%

Datos y Pronóstico de Antoine Van Agtmael en su libro The Emerging Markets century,

Los Mercados Emergentes: ¡Ha muerto el rey, qué viva el rey!

Se ha vuelto lugar común decir que Estados Unidos está en proceso de decadencia como potencia económica mundial y que China será el próximo rey. No sería extraño, pues, antes fue Inglaterra la potencia y previamente lo había sido el Reino de España.

Los cambios silenciosos que vive el mundo desde las últimas décadas parece que empiezan a hacerse notorios. La consolidación económica de los tigres asiáticos, el fortalecimiento de los BRIC (Brasil, Rusia, India y China), el cada vez más evidente éxito de China y la consolidación mundial de ciertas empresas de Chile, Suráfrica, México y Argentina, dan una idea de que algo está pasando en el ajedrez geo-económico mundial: del Sur están emergiendo las nuevas potencias de la economía mundial.

Veamos con datos esta nueva realidad: Según la Dirección de Estadísticas del FMI, las exportaciones desde países industrializados hacia los mercados emergentes se incrementaron en un 376% durante el período 1985- 2005. Esto da una idea no sólo del hecho que los tigres asiáticos y los BRIC están produciendo y exportando hacia el resto del mundo sino que, ellos mismos, fruto de su contundente éxito, se están convirtiendo en mercados muy atractivos para los productores del resto del mundo.

Según Goldman Sachs, citado por Antoine Van Agtmael en su libro El siglo de los mercados emergentes, los BRIC (ver gráfico) tendrán, para el año 2040, un PIB superior al del G-7.  Incluso,  para el 2030, quince países emergentes ya habrán superado al este club de las siete potencias mundiales.

BRIC: Brasil, Rusia, India y China, están llamadas a ser las economías más poderosas del presente siglo.

La explicación es relativamente sencilla. En la actualidad el mundo desarrollado (Europa Occidental, Norteamérica, Australia y Japón) tiene 15% de la población  global pero, en cambio, es propietario de casi el 75% del PIB mundial. Sin embargo, en las últimas décadas, China e India, los países más densamente poblados del mundo (aproximadamente 35% de la población mundial) están creciendo sus economías a tasas cercanas al 10%., lo que se traduce en aumento de sus exportaciones hacia el resto del mundo, especialmente  Europa, Norteamérica y Japón, lo que se traduce en un crecimiento de su riqueza y, por lo tanto, en un aumento de la capacidad adquisitiva de su población.

En otras palabras, con las maravillosas tasas de crecimiento de China y la India, la acelerada expansión económica de los tigres asiáticos y Chile, el repunte de Brasil (que tal vez crecerá más de 7% este año) y los excelentes precios de los combustibles (que benefician a Rusia, México y  Nigeria), los países emergentes (ver mapa) se convertirán en los mercados más importantes de la economía mundial en las próximas décadas.

Mapa de Mercados Emergentes: estos países, con China, India, Corea y Brasil a la cabeza, son las economías de mejor crecimiento económico en las últimas décadas.

Solamente imaginemos al 85% de la población mundial (países emergentes) teniendo un sostenido crecimiento de su ingreso per-cápita. He allí los compradores del futuro…cercano.

¿Se puede avanzar con la locomotora apagada?

El título de este artículo tiene una explicación muy sencilla: América Latina parece avanzar hacia la recuperación económica, pero Estados Unidos y Europa tienen economías deprimidas. ¿Es esto sostenible?

Después de la recesión viene la fase de recuperación económica. Y, eso es lo que hemos estado esperando desde mediados del 2009, luego de que las economías norteamericana y europea se desaceleraran a mediados de 2007 y se hundieran en una profunda crisis agudizada por la explosión de la burbuja de las subprime.

Pero las noticias que llegan del Norte no son muy alentadoras. Todo indica que el tibio proceso de recuperación económica comienza a enfriarse. ¿Qué es lo que pasa en el mundo que no permite que la economía mundial sane las heridas de esta profunda crisis?

Para empezar, digamos que el remedio, veces, es peor que la enfermedad: cuando los gobiernos de Bush y Obama en Estados Unidos, lo mismo que sus homólogos de Europa, detectaron la crisis, salieron al rescate de sectores y empresas que consideraban estratégicos para su economía.

La inyección de capitales a las automotrices y a la banca fue una receta que abrió otra herida, la del déficit fiscal. En consecuencia, será difícil mantener una senda de crecimiento con el boquete que se ha abierto en el camino.

Hace pocos días se celebró en Wyoming, Estados Unidos, el Simposio Anual de Política Económica Jackson Hole, al que asisten los banqueros centrales de casi todo el mundo. Y, de dicho evento, salió un halo de incertidumbre: parece que las autoridades económicas no ven recetas claras para empujar de manera definitiva la economía mundial hacia una sostenida y sostenible senda de crecimiento.

El caso es que los banqueros centrales de Europa y Norteamérica no ven claro el panorama: no hay mucho margen de maniobra con las tasas de interés, que ya han bajado bastante, y con el hueco fiscal no hay mucho que esperar en materia de gasto público.

Entonces, toman fuerza los pronósticos de una segunda recesión en menos de tres años. Y América Latina no es ajena a esta realidad. Si Estados Unidos y la Unión Europea no se recuperan, las correas de transmisión nos conectarán a la crisis: menos remesas desde España y Norteamérica, menos inversiones extranjeras y menos exportaciones hacia estos mercados.