Tres mil años antes de Cristo y han pasado otros 2000, ya se hablaba de palomas que volaban largas distancias para regresar, de manera exacta, a su palomar desde zonas remotas. No obstante, el origen de esas palomas, conocidas como la paloma bravía, “Columba Livia”, que se reproducía en montañas rocosas, así lo demuestran hallazgos arqueológicos, data de más de 300.000 años.