EL CLÁSICO FUE EN LAS GRADAS

Por: May

Foto: Colprensa

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El clásico fue tal por lo vivido en la tribuna, pues en la cancha todo parecía predestinado. Fue un partido de fútbol con muy poco de éste y si mucha entereza. Pocas acciones de área, escasas gambetas, mucho transito estéril y mínima retribución a una tribuna que atiborró el aforo con ansia de gloria.

Predestinado, pues los atacantes no acertaban y la tendencia, término de época electoral, era la de marcar en arco propio, y así fue. El remate de Piedrahita lo capitalizó Pertuz para la euforia verde.

Como recompensa, la estadística sumó un triunfo más para el equipo verde cuando juega de local, arrojando un rendimiento del 100 por ciento. A mi parecer, exagerado botín para tanta angustia y tan exigua expresión balompédica.

Al final, los jugadores celebraron con sus devotos la victoria sobre su álter ego, gesto gratificante, aunque nimio para una hinchada que no para de cantar y de alentar, de acompañar.

1 comment

  1. famvelval   •  

    Con esa defensa tan mala, y esos porteros (Que tapa más una tanga Brasilera), no vamos a llegar a ningún Pereira.

    Otro año de frustaciones.

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