Por @jofesos
Al final del 2009, cuando Pep Guardiola, en cabeza del Barcelona, denominado por algunos como el mejor equipo de todos los tiempos, ganó los seis títulos posibles en esa temporada, calificó de “insoportable” la actitud de un sector de la hinchada que, tras ese año espectacular y una seguidilla casi inigualable -e insuperable-, tuviera poca memoria y siguiera exigiendo títulos de manera insaciable, como si ese grupo no hubiera hecho lo necesario para inmortalizarse.
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