Tres integrantes de la Fuerza Pública han sido asesinados en Medellín y Bello durante el primer trimestre del año. La víctima más reciente fue el intendente Orlando de Jesús Isaza Vargas, a quien mataron ayer delante de su esposa.
El uniformado estaba adscrito hacía cuatro años a la estación del municipio de Bello y a las 9:00 p.m. terminó su turno. Su esposa lo recogió en la moto y el policía de 38 años, todavía con su uniforme, abordó como parrillero.
Un agente de la Policía Metropolitana fue asesinado por sicarios en el barrio Aranjuez, al nororiente de Medellín.
Rodolfo Gaviria Barragán, de 38 años, estaba en su día de descanso y a las 11:00 a.m. de ayer salió a la puerta de su casa, en la carrera 50D con la calle 93.