Un doble asesinato y un nuevo ataque con explosivos en el mismo día recordaron que en Medellín, aunque se hable de tiempos de paz entre las bandas, continúan activas las estructuras de crimen organizado.
Las vendettas y ajustes de cuentas siguen siendo el principal móvil para las muertes violentas en la ciudad, un fenómeno que se camufla bajo una aparente reducción general del índice de homicidios.