En apenas una semana, el Valle de Aburrá fue sacudido por cuatro casos de doble homicidio, que las autoridades atribuyeron a ajustes de cuentas entre bandas delincuenciales y episodios de intolerancia.
Los hechos se presentaron en Medellín, Caldas e Itagüí, y aunque al parecer no guardan relación entre sí, son el reflejo de que febrero será un mes con preocupantes niveles de violencia en la región.
En este automóvil viajaban los hombres acribillados, presuntamente, por sicarios de “los Mondongueros” en el barrio Altamira de Medellín. Foto de cortesía.
Dos cadáveres fueron abandonados dentro de un automóvil en el municipio antioqueño de Caldas, en la vía que conduce a la vecina localidad de Amagá.
El hallazgo, presentado en la madrugada de este miércoles (11 de marzo), se dio cuando personas que transitaban por el sitio observaron el carro Chevrolet Aveo de color negro, estacionado de manera sospechosa en la vía, cerca al peaje de Amagá. Esta es la reseña del caso elaborada por El Colombiano, con apoyo de Revelaciones del Bajo Mundo.
Según la información preliminar, una víctima estaba en la silla trasera y la otra en la maleta del carro. Imagen de archivo.
Un trágico saldo de dos personas muertas y nueve heridas dejó un violento ataque de sicarios en el municipio de Caldas, al sur del Valle de Aburrá.
Las víctimas fueron varios amigos que estaban reunidos en las afueras de un bar, en el barrio Felipe Echavarría. Estaban planeando un viaje de vacaciones a Tolú, según contaron luego sus familiares.
La fachada del bar en el cual estaban departiendo las víctimas. Foto de Julio César Herrera.
Un subintendente de la Policía asesinó a su esposa y luego se quitó la propia vida, dejando huérfanos a dos hijos de 3 y 10 años.
Este doloroso crimen fue descubierto a las 8:00 a.m. de ayer en el barrio Las Playas, del municipio antioqueño de Caldas. Una hermana de la mujer ingresó a la casa, preocupada porque nadie le contestaba el teléfono, y con horror contempló la escena.
La Sijín realizó la inspección técnica en la vivienda. Foto de Stephen Arboleda.
El 11 de julio de 2007, la relación amorosa que sostenían el travesti Dayana Michel y su novio de 16 años, terminó de la manera más triste por una puñalada.
La pareja discutía en la habitación de un hostal, en el sector Barbacoas del centro de Medellín. El motivo fue que el novio mantenía un romance paralelo con “una niña de casa” y Dayana Michel le exigió que la abandonara. El drama se hizo más intenso cuando, en confusos hechos, una navaja ‘patecabra’ terminó clavada en la espalda del travesti y le perforó el pulmón.
El chico afligido, acompañado de otro travesti, llevó a su amado a la Unidad Intermedia de Buenos Aires, donde murió. Una patrulla policial llegó al sitio y sorprendió al adolescente tratando de salir. Le encontraron el arma homicida y lo capturaron.
Él dijo que se trató de un accidente, que fue Dayana quien sacó la navaja y lo atacó, pero él le detuvo el brazo, le dio la vuelta y la empujó. Según el detenido, ella tropezó con un nochero y al caer se clavó el filo en la espalda. El nombre real de Dayana era Johnatan Alberto Guerrero Chico, de 19 años y oriundo de Turbo, Antioquia.