Otra vez la muerte compra el pasaje, otra vez la moneda es la bala, otra vez los dolientes son un grupo de buseros que hacen un cortejo con sus vehículos.
Esta vez el escenario fue la comuna 13 de Medellín, como en otras lo han sido Castilla, Itagüí, San Antonio de Prado, Calasanz y donde quiera que los combos delincuenciales le exijan una extorsión frecuente al transporte público.