“Eso fue como en los tiempos de Pablo Escobar, ¡el que cayó, cayó!”, me contó el taxista mientras sorteaba el tráfico de Medellín.
El conductor acababa de pasar por la zona rosa de Envigado, tristemente golpeada por una masacre en la madrugada de este viernes. Y es que la muerte de las ocho personas, al parecer todas inocentes, nos devolvió a los paisas a aquella época sangrienta del capo del narcotráfico, mencionado por el taxista.