“Hay ingenuidad de parte de los delincuentes”, fue la frase acuñada por el general Yesid Vásquez Prada, para describir un truculento crimen descubierto al mediodía de hoy.
El comandante de la Policía Metropolitana se refería a la captura de un hombre de 39 años y una chica de 19, sorprendidos cuando trataban de deshacerse de un cadáver en el kilómetro 5 de la vía Las Palmas, al suroriente de Medellín.
Esta es la alacena en la cual metieron el cadáver tiroteado. Foto de Carlos Taborda.
El Juzgado Primero Penal del Circuito Especializado de Antioquia condenó a 23 integrantes de la banda criminal ‘Los Triana’ a purgar penas que van desde los cinco hasta los 12 años de prisión.
Lo espantoso del caso es que entre los sentenciados hay seis miembros de la Policía Metropolitana del Valle de Aburrá, los cuales fueron despedidos de la institución dos semanas antes de su captura, realizada el pasado 9 de febrero.
A la izquierda está el cabecilla de 'Los Triana' apodado 'Mario Chiquito'; a la derecha, el también condenado teniente (r) Johny Villegas, excomandante de la estación de Caldas.
El hallazgo de una fosa común dividida en tres agujeros, en los cuales las autoridades encontraron nueve cadáveres, arroja nuevas luces y sombras sobre el caso de los desaparecidos del municipio antioqueño de Sopetrán.
La principal inquietud nace de las fuentes de información que llevaron a las autoridades al lugar y de quiénes serían los presuntos autores de la masacre.
La Policía tuvo que hacer un rastreo en la zona para dar con la fosa. Foto cortesía Policia Antioquia.
De nuevo la comunidad, la Fuerza Pública y los combos delincuenciales chocaron de forma violenta en Medellín, esta vez en el corregimiento San Antonio de Prado.
La confrontación dejó una persona muerta y cuatro heridas, además del serio deterioro de la relación Policía-vecindad en esa zona.
La comunidad expresó por vías de hecho que está cansada de la violencia en el Limonar. Foto de Esteban Vanegas.
El barrio Santa Inés de Medellín no ha tenido un solo instante de paz desde 2009 y el último episodio de violencia lo dejó aún más triste, asombrado y desangrado.
Eso se debe a la matanza de cuatro hombres por parte de sujetos que al parecer portaban uniformes de uso privativo de la Fuerza Pública.
En esta vivienda entraron los asesinos a dispararle a los inquilinos. Foto de Edwin Bustamante.
Un taxista arribó a las 10:00 a.m. de hoy a la estación Popular de la Policía, ubicada en el barrio Santo Domingo Savio de Medellín. Estaba asustado y dijo que unos tipos le habían metido un muerto en el carro.
En efecto, los uniformados revisaron la maleta del vehículo Hyundai de servicio público y encontraron un cadáver abaleado.
El taxista se parqueó junto a la estación policial, donde se realizó la inspección judicial al cadáver. Foto de Esteban Vanegas.
Tres hombres relacionados con una compraventa de vehículos fueron acribillados cuando se transportaban en un campero por la concurrida Autopista Norte de Medellín.
La Policía estudia como móvil de este asunto un pleito derivado de la negociación de un carro, aunque en la escena del crimen los investigadores encontraron una pista que no se puede descartar.
Los criminalistas adelantaron la inspección judicial en medio de un aguacero. Foto de Carlos Taborda.
Cinco personasacribilladas en un taxi era el presagio de otro violento fin de semana en Medellín y su Área Metropolitana, que vio correr la sangre de por lo menos 30 personas en tres días.
De nuevo la guerra entre los combos delincuenciales es el principal motivo para estas muertes en nuestra región, aunque las agresiones, como un virus incontenible, también llegaron hasta el deporte que más pasiones nos mueve.
En este taxi viajaban las víctimas del quíntuple homicidio. Foto de Carlos Taborda.
La criminalidad en Medellín es diferente al resto de las ciudades colombianas. La muerte parece, aunque nos duela en el alma, tan arraigada a nuestro devenir como la misma idea de ser exitosos. Es la peste, una contracultura tan fuerte que solo los abuelos, quizás, alcanzaron a disfrutar de esta urbe sin soportar la zozobra por un paisano asesinado a diario.
Miles de millones de pesos se han invertido en seguridad, en programas educativos, en estrategias para generar empleo, en infraestructura para vincular a los suburbios con el desarrollo progresista del resto de la ciudad, y hoy seguimos en la misma intranquilidad de hace 30 años. ¿Por qué?
Dos amigas adolescentes de 16 años, que llevaban una semana perdidas, fueron asesinadas y encontradas ayer en el Cerro Pan de Azúcar de Medellín. Una de ellas tenía dos meses de embarazo. Como siempre, la escena del crimen estuvo llena de niños. Foto de Carlos Taborda.
Un policía está en el ojo del huracán tras ser procesado por el asesinato de otro miembro de la institución estatal en el centro de Medellín.
El motivo de la agresión no se ha esclarecido en su totalidad, aunque se sabe que tanto la víctima como el verdugo eran conocidos.
La propia Policía hizo la inspección a cadáver, algo inusual, porque generalmente cuando hay policías involucrados es el CTI de la Fiscalía quien asume el caso. Foto de Carlos Taborda.
Un adolescente de 17 años fue capturado por la Policía, sospechoso de haber asesinado a un sacerdote católico en el municipio antioqueño de Rionegro.
El crimen que entristeció a la feligresía sucedió en las escaleras de acceso a la catedral de la localidad, en pleno parque principal. Allí estaba el presbítero de la Díócesis local Luis Carlos Orozco Cardona, de 26 años, rodeado de varias personas de la comunidad.
Al padre Luis Carlos Orozco lo mataron en el atrio de la catedral donde daba la misa.
Pese a haber sido condenado a 40 años de cárcel, por los beneficios de la ley apenas ha pagado 11 y ahora regresó a la libertad condicional.
Se trata de Elkin Fernando Triana Bustos, unos de los fundadores y líderes de la tenebrosa banda ‘Los Triana’, que delinque en la frontera nororiental de Medellín con el municipio de Bello.
Así figura el clan Triana en los carteles de la Policía. Ahora Elkin está libre, la banda sigue activa, ¿regresará a la organización ilegal?
Un muchacho de 20 años ha confesado ser el asesino del Jaime Humberto Sánchez Velásquez, el alcalde del municipio antioqueño de Santo Domingo, quien fue abaleado en Medellín.
El procesado se llama Ómar Alejandro Montoya Holguín, alias ‘Simpson’ y presunto integrante del combo ‘La Platanera’, el cual funciona como una sucursal de la organización criminal ‘La Oficina del Doce’.
El momento en el que Montoya Holguín es llevado por un pasillo del hospital de Bello. Foto cortesía de la Policía.
El Instituto de Medicina Legal dictaminó hoy, después de practicar la necropsia, que Eliana María Cárdenas Cardona murió por ahogamiento y que su cuerpo no presentaba señales de violencia.
La joven de 22 años es una de las dos mujeres que desapareció el pasado 26 de diciembre, cuando se transportaba en un automóvil con una amiga y tres policías que estaban en tiempo de descanso.
Eliana Cárdenas vivía en el barrio Santo Domingo Savio de Medellín y trabajaba en un almacén de ropa.
El hallazgo de un cadáver en el río Porce es uno de los primeros indicios para esclarecer el misterio que rodea a la desaparición de dos mujeres en Medellín, las cuales iban acompañadas por tres policías.
En la mañana de hoy fue rescatado el cuerpo en la vereda El Hormiguero del municipio de Yolombó, a unas dos horas de la capital paisa. Se presume que la víctima es Eliana María Cárdenas Cardona, de 22 años.
A la izquierda Eliana María Cárdenas Cardona y a su lado Lina Marcela Henao Dávila.
El asesinato de un adolescente a manos de un policía ocasionó una grave situación de orden público en el Popular, la comuna nororiental de Medellín.
Decenas de jóvenes, presuntos integrantes del combo ‘La Silla’, salieron encapuchados y bloquearon las vías de acceso en La Galera, Granizal y La Silla. Dos rutas de buses cesaron actividades al igual que los establecimientos comerciales.
Los muchachos cerraron las vías quemando escombros y atravesando palos y tablas. Foto de Manuel Saldarriaga.
Una turba iracunda con filosas armas representa el mayor miedo para los habitantes de los barrios La Divisa y La Quiebra, ubicados en el centro occidente de Medellín.
Esta semana han sido aterrorizados por esa marea humana de odio en tres ocasiones, debido a que una endeble tregua entre dos combos se ha roto.
En primer plano están los muchachos de La Quiebra, insultando a los de La Divisa, que están en la parte superior de la frontera entre los dos barrios de la Comuna 13.