Dos jóvenes fueron conducidos hasta un paraje rural de la vereda La María, en el municipio de Itagüí. Cada uno tenía las manos atadas detrás de la espalda y a su vez estaban unidos por un lazo de un metro de largo, sometidos como si fueran ganado.
Los criminales, que por los cartuchos que dejaron caer se presume que tenían armas de fuego, escogieron una manera más lenta y tortuosa de quitarles la vida.