Todos al Atanasio

Rdim vrs alianza petrolera

La noche del viernes 28 de septiembre del 2018, antes de que comenzara el insípido Patriotas – DIM que abría la fecha 12 del rentado local, ni el hincha más optimista y soñador habría pensado que un mes después el Poderoso estaría a un pie de las finales y rozando el cupo a Copa Libertadores. 

Y no lo imaginaba así el siempre folclórico hincha rojo porque el equipo para ese entonces no daba señales de vida ni de rebeldía. Empates de local en pálidas presentaciones y derrotas como visitante, en plazas jodidas como Barranquilla o Ibagué, nos tenían con una sequía de 40 días sin ganar y todos veíamos a un equipo que iba por el torneo dando tumbos y extrañando a gritos a un tal Didier Moreno.

Sin embargo los astros se alinearon desde esa fría noche de Tunja. Apareció el goleador – cuando no -, la defensa pudo sacar el cero y el equipo se fue encontrando con la llegada de nuevos elementos como Larry Angulo o Bryan Castrillón.

De ahí para acá no paramos de ganar e hilamos cinco triunfos inolvidables: la ya mencionada goleada a Patriotas, el clásico del desahogo sufriendo hasta el final, la remontada en el Pascual de la mano de Jean Carlos Blanco, el sufrido triunfo ante Alianza y la exhibición colectiva en Montería con Germán Ezequiel Cano como amo y señor del rótulo de goleador del rentado colombiano.

En este mes de alegrías la mayoría de jugadores elevaron sus credenciales: David parece otra vez imbatible en el arco, la dupla Pertuz – Murillo ofrece garantías, Perlaza y Parra son dos soldados incansables, Ricaurte (que siempre juega bien), Castrillón y Larry cada día se entienden mejor y la delantera recuperó a Juan Fernando Caicedo. Y Cano, con Cano se acaban los adjetivos porque es caso aparte.

Faltan tres juegos y nos falta un pequeño empujón -quizás con tres puntos más alcance- para entrar de una vez por todas a las finales donde tenemos con que pelearle de igual a igual al que sea.

Este equipo, jugadores y cuerpo técnico que no perdieron la fe ni la compostura cuando el viento venía en contra, merece un marco digno el domingo cuando reciba al colíder en el Atanasio.

No importa la hora o si la jornada dominical resulta lluviosa, pero el domingo todo el que se precie de ser un buen hincha debe estar en la cancha y no en la casa. Para valorar la lealtad de David, aplaudir las ocurrencias de Ricaurte, ovacionar a Cano y agradecer en general a los futbolistas por devolvernos la alegría de sentir nuestra esencia de hinchas irracionales representada en un grupo de muchachos.

 

Por Mateo Isaza Giraldo.

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