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Una de las estrategias de las marcas automotrices para mantener o ganar participación en el mercado, además de lanzamientos de vehículos nuevos, es también la actualización o facelift de algunos de sus modelos más exitosos con el fin de refrescarlos y mantenerlos el mayor tiempo posible en circulación.
Eso es lo que acaba de hacer Renault en Colombia, con uno de sus modelos más reconocidos de los últimos años: el Clio. Este vehículo, que reemplazó al Twingo como modelo de entrada de la marca en Colombia acaba de ser objeto de un proceso de actualización en su diseño que pretende ubicarlo en un nicho de público más joven. En su presentación en Panamá estuvo presente EL COLOMBIANO.
Cabe aclarar que no se trata de un nuevo Clio. Es este, en términos generales, el diseño de la segunda generación del auto que sigue vigente en América (ya en Europa va por su cuarta generación), que se combina con elementos que hacen parte de los nuevos trazos que Renault ha desarrollado en sus modelos más recientes.
La parrilla en fondo negro, con el símbolo de la marca francesa, el rombo, en un tamaño mayor, siendo el centro de atención visual frontal, son la parte más importante de esa simbiósis de diseño. También en su parte trasera se actualizaron los juegos ópticos.
Mecánicamente el modelo no presenta variaciones respecto a su predecesor. Es el 1.2 de 16 válvulas que entrega hasta 75 caballos de fuerza y un torque de 10 kilogramos por metro.
Una mecánica que ofrece un consumo de combustible óptimo y un comportamiento de su caja de cambios con buenas recuperaciones que se apoyan también en el bajo peso que el carro reporta y que le brinda en la conducción un desempeño picante en cualquiera de los regímenes de marcha en los que se mueve, apropiado para afrontar las exigencias de la mayoría delas vías nacionales, con una topografía quebrada y vías en las que las curvas de diverso tipo predominan.
Los equipamientos de seguridad del Clio Style son básicos, y, como señala el presidente de Renault Sofasa, Luis Fernando Peláez Gamboa, cumplen y van más allá de las exigencias de la legislación colombiana actual en el tema.
Cinturones retráctiles de tres puntos adelante y atrás, más un cinturón fijo en sus plazas traseras. También la construcción con base en aceros de alto límite elástico, que pueden absorber la energía de eventuales impactos para conservar el habitáculo con mínimas deformaciones.
Sin embargo, deja abierto el debate por la ausencia de elementos que en otros mercados, y también en modelos de segmento bajo, son obligatorios como las bolsas de aire - por lo menos adelante-, y de sistema de ABS para complementar sus frenos, aunque no es una carencia exclusiva de la marca, y en otros vehículos también se observa la deficiencia, dicen ensambladores e importadores que por tema de costos y precio final del vehículo.
* Por invitación de
Renault Sofasa.