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Cerca de 5.000 niños en el país buscan familias adoptantes
Con la campaña Cuando das amor renaces, el Icbf quiere incrementar el número de adopciones.
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09 de octubre de 2015
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Cerca de 5 mil niños en Colombia que se encuentran bajo la protección del Instituto Colombiano de Bienestar Familiar (Icbf) esperan ser adoptados y contar con la oportunidad de crecer con una familia, sea colombiana o extranjera. Y para incentivar a los posibles adoptantes a que inicien el proceso requeridos, la entidad lanzó la campaña Cuando das amor, renaces.
Según la directora general de la institución, Cristina Plazas Michelsen, lo que se pretende es llevar un mensaje a los adoptantes para que se concienticen de que no existe diferencia entre el vínculo o sentimiento que se genera entre ellos y los niños o niñas biológicos o adoptados, que se siente la misma conexión y que una vez el menor sea adoptado pasa a ser un hijo natural de la pareja.
“Tenemos una gran preocupación y es que los niños y niñas se nos están quedando en los Hogares de Protección, especialmente aquellos que llamamos con características especiales porque son grupos de hermanos, mayores de 6 años o que presentan algún tipo de discapacidad o problemas de salud permanentes. Ellos tienen derecho a tener una familia, son niños y niñas maravillosos, que sueñan con unos padres, con unos hermanos, por eso nuestra campaña se enfoca en ellos”, manifestó la directora.
Y aunque desde la institución hay bastante expectativa con la campaña, la percepción de los procesos de adopción en el país parece ser la de un procedimiento complicado que si bien busca brindarles las garantías debidas a los menores, puede terminar convertido en un sinnúmero de obstáculos para los adoptantes.
La sentencia T-844
Natalia Ortiz, relacionista pública, comenta que desde la adopción de sus dos hijos se ha mantenido en contacto con instituciones como La Casita de Nicolás, donde le han manifestado que el tema de la adopción de los niños y niñas que están en el hogar de paso estaba muy difícil.
La principal causa de ello era la sentencia T-844 de 2011 de la Corte Constitucional, que dictaba buscar a la familia de los menores que buscaban ser adoptados, hasta el sexto grado de consanguinidad; proceso que podía tardar años en realizarse y el cual aumentaba considerablemente los tiempos estimados que podía tardar este procedimiento.
“Los niños estaban creciendo en las casas de adopción que estaban entregando 8 o 10 máximo cuando están llenas de ellos. La gente quiere adoptar pero está muy difícil hacerlo, por eso espero que la campaña que se está promoviendo pueda lograr su objetivo”, opina Natalia Ortiz.
Frente a esa inconformidad que Natalia manifiesta, la directora general del Icbf aclara que la sentencia efectivamente obligaba a los defensores de familia a buscar hasta el sexto grado de consanguinidad, pero que en el actual Plan Nacional de Desarrrollo se estableció un artículo que define un plazo para la búsqueda de la familia del menor.
“Esto quiere decir que los defensores deben buscar la familia del niño durante el término del acto administrativo que son: 4 meses prorrogables hasta 2 meses más, es decir, un máximo total de 6 meses. Con esto quedan solucionados los problemas que había generado esa sentencia. Ahora tiene que ser dentro de esos 6 meses”, asegura Plazas Michelsen.
Roberto Rave, funcionario del Congreso, profesor de la Universidad de la Sabana y miembro partícipe de la junta directiva de una casa de adopción, afirma que visitar estos hogares de paso “es algo realmente triste porque hay niños que se pasan años esperando por sus adoptantes”.
Rave se queja igualmente de sentencias como la T-844 que, según su opinión, entorpecían los procesos, lo que llevaba a que las familias con deseos de adoptar se vieran frustradas por la cantidad de obstáculos que se encontraban y obligándolas a iniciar el mismo procedimiento en otros lugares.
El funcionario afirma que las mismas entidades del gobierno no se ponen de acuerdo ya que unas son proadopción y otras no. “Lo que se buscaba con esa sentencia era que finalmente los niños pudieran estar con su familia. Era de obligatorio cumplimiento, y ordenaba a los defensores a ir hasta las últimas instancias. Sin embargo, no fue hecha con el fin de obstaculizar, pero pasó lo que termina sucediendo con algunas políticas públicas”, que no se cumplen.
El niño y su derecho
Pilar Gómez, directora general de La Casita de Nicolás, comenta que efectivamente hay adopciones que se retrasan y cuenta el caso específico de un Juez de Medellín que favoreció a la madre de un menor de 7 años que iba a ser adoptado. Según Gómez, la mujer era drogadicta y el Icbf protegió al menor debido a esa situación, sin embargo, el juez dictó que había que rehabilitar a la madre y no dar en adopción al niño.
“A los defensores ya les da miedo decretar a un niño como libre para adopción porque un juez puede devolver el proceso. Estos niños están creciendo en las instituciones y perdiendo la oportunidad de ser adoptados, se está defendiendo a padres que los han abandonado o maltratado por encima de los derechos del menor”, argumenta Pilar.
La directora general del Icbf afirma que efectivamente el proceso de adopción es riguroso y que Colombia es reconocida en el mundo por sus buenas prácticas, a través de las cuales buscan que las familias tengan la idoneidad física, mental y social para adoptar un menor.
“Para nosotros el derecho de adopción es del niño y tenemos que garantizar que esas familias sean las mejores para ellos”, explica Plazas, quien además hace la invitación para que los colombianos interesados en adoptar ingresen a la página del Icbf, donde encontrarán todos los requisitos para hacer una solicitud de adopción.
Natalia Ortiz también invita a que los posibles adoptantes a que se informen y conozcan detalladamente la parte legal del proceso.
Según la directora, hay que diferenciar entre los recién nacidos y los que tienen características especiales. Los colombianos son los únicos que pueden adoptar recién nacidos. Lo que pasa hoy en día, explica Cristina, es que no hay tantos niños para dar en adopción por dos causas en especial: “el aumento del aborto en Colombia y en el mundo, y porque cada vez hay más problemas de fertilidad de hombres y mujeres. No hay trámites ineficientes para adoptar niños pequeños, es que no hay tantos niños, y un proceso normalmente se demora dos años”.
Las sugerencias de Pilar Gómez para que se incentive la adopción de niños con condiciones especiales es que los trámites sean más cortos, que se piense en el bien superior del niño y que sea solo Bienestar Familiar el responsable.
Finalmente, la campaña que espera poder llegar a todo el país y trascender, tiene detrás a una mujer que fue adoptada por una familia: Socorro Jaramillo, quien se animó a través de la agencia Havas WorldWide y un grupo de colaboradores a donar toda la campaña al Icbf. “Ha sido muy emocionante pero también una experiencia de lágrimas. Es un regalo de Dios haberme dado la oportunidad de inspirar a través de mi testimonio de vida a este equipo de profesionales y amigos que me han acompañado en esta creación y esperamos que muchos niños tengan su hogar como lo he tenido yo”.
10.277
niños, niñas y adolescentes han sido adoptados en Colombia en los últimos 5 años.
4.385
presentaban características y necesidades especiales.
75%
de estos niños fueron adoptados por parte de familias extranjeras.
4.393
fueron adoptados por familias colombianas, señala el Icbf.
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