Chianti: Un vino, mil recuerdos

Una zona riquísima que cultiva uva, y que habla también de la historia humana.

La Toscana, Italia, una de las regiones más bellas del mundo. FOTO cortesía consorcio vino chianti.

Colinas verdes, rojizas o amarillas, torneadas por corrientes de aire que las han pulido por siglos a la par con la mano de antiguos italianos, nubes blanquecinas que pasan lentas bajo un fondo azul intenso, extensiones de olivares, viñedos y casas coloniales, en otra época de hombres nacidos allí y hoy posesiones de ingleses o alemanes enamorados del paisaje. Esta es la escena que el visitante se encuentra en una de las regiones más bellas del mundo, Toscana, Italia.

Chianti es una de las palabras italianas mas conocidas en el mundo entero. Este nombre concentra la sabiduría de años de producción, el sabor y una cultura dentro de una botella. Si escucha de Chianti, le hablan de Toscana, de su cocina, de D’Vinci, del Renacimiento, del arte.

Una zona riquísima cultivadora de la uva Sangiovese, aceites de oliva y deliciosa cocina. Esta es la tierra del Chianti. Región de producción vinícola dentro de la provincia administrativa Toscana. Está ubicada en el centro de Italia. Únicamente allí se puede producir el famoso Chianti, caldos logrados solo con esa variedad o en ensambles con Colorino y Canaiolo, para aportarle estructura o más color.

La Sangiovese es llamada la cepa plástica por su adaptabilidad a los diferentes suelos. Hay diversos tipos de este fruto y se caracteriza por su excelente balance entre azúcar y acidez. Florencia, Siena, Arezzo, Pisa y Pistoia Prato son las provincias productoras más importantes de la Toscana, a la vez que son subregiones de la producción del vino Chianti.

Los detalles

Desde 1927, el Consorcio del Vino Chianti se preocupa por la elaboración y protección del nombre. Es una denominación de origen con cuatro mil productores. La misión es promover la marca y por medio de leyes hacerla respetar. La Docg, Denominación de Origen Controlada y Garantizada, está en manos de este consorcio. El trabajo de la asociación es velar por la calidad de los vinos, representar haciendas históricas, además de vigilar la trasparencia de la producción y mercadeo del Chianti Docg.

Luego de un minucioso estudio, donde preguntaron a los habitantes de Italia y a los extranjero, por las palabras con que definirían el país, Chianti resultó ser una de las más comunes.

El Chianti tiene diferentes categorías. Es un vino tinto elaborado con un mínimo de 70 % de uva Sangiovese. Puede ser puro, o cortado con otras cepas como las tradicionales Colorino y Canaiolo, o también un poco de uvas blancas como la Malvasía y Trebbiano. Se permiten similarmente mas con presencia liviana, cortes con uvas internacionales como Cabernet Sauvignon y Merlot. La Docg Chianti produce vinos jóvenes del año de elaboración, que puede salir al mercado después de seis meses (marzo), Chianti superior, que requiere por lo menos un año de guarda y el Chianti reserva, que sale al mercado después de dos años de añejamiento en la cava.

También elaboran una categoría especial, administrada por el Consorcio llamada Vin Santo del Chianti d.o.c. Es un vino pasificado, a partir de uvas blancas de Malvasía y Trebbiano, que recuerda en el olfato los famosos vinos dulces de Jerez. Las uvas se recogen y se secan de forma natural dentro de tres hasta seis meses y el vino fermenta y al mismo tiempo añeja dentro de barriles pequeños y viejos de cincuenta o cien litros localmente llamados “caratelli”, por espacio mínimo de tres años. Este vino es más antiguo que el Chianti actual, tanto, que en su inicio era usado como jarabe para curar la peste. Seguro muchos no se salvaron, pero murieron con un sabor envidiable. Generalmente presenta unos 15.5 grados de alcohol.

Las 7 subregiones del Chianti comprenden dieciséis mil hectáreas, caracterizadas por micro-climas de terrenos diferentes.

Cada una tiene características propias de elaboración, algunas con mayor añejamiento y otras con posibilidad de salir pronto al mercado. En cuanto a la madera, los productores de vino Chianti tradicionalmente solo la han interpretado como contenedor de sus vinos, sin buscar influenciarlo con aromas o notas organolépticas, es por esta razón que se encuentran fácilmente barriles grandes llamados “botti grandi”.

Producciones

La uva Sangiovese se recoge tardíamente. Dos o tres semanas después de cosechar el Cabernet sauvignon y Merlot, la sangiovese es recolectada, ya que necesita más tiempo para madurar, lo que la convierte en un fruto más difícil de trabajar, porque ya está terminando septiembre y comienza octubre, esto puede coincidir con temperaturas muy bajas que retardan la maduración, lo que dificulta su punto perfecto, como no sucede con otras uvas conocidas.

Lo atrayente de esta región es la diversidad de elaboraciones o producciones propias. La uva Sangiovese que le da al Chianti su inconfundible característica de elegante acidez y aromas finos y la riqueza redescubierta en sus vinos, que logra un perfecto enlace entre un gran pasado y un presente moderno.

El Vin Santo, un vino noble y amable en el paladar, de gusto redondo y final seco. De amarillo pajizo, dorado y ámbar en el color y profundos aromas. Los aceites de oliva, condimento ideal por su ligereza e ingrediente fundamental en una cocina simple y sana. Así como el Chianti, el aceite de la Toscana tiene una particular calidad que lo hace apreciable en todo el mundo. Por otro lado la cocina toscana con el gusto y el sabor de su rico fríjol blanco, las alcachofas, el prosciutto, las carnes, los quesos, el tomate y su inconfundible salami, todos ingredientes sencillos y genuinos, pero a los cuales el vino Chianti puede exaltar su delicadeza y marcados sabores.

La Toscana promueve desde hace 20 años el enoturismo. Es una de las estrategias de enclave italiano para promover su historia y costumbres. La cocina y el vino son parte fundamental para conocer la arquitectura, gastronomía y sobre todo sus vinos y aceites.