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El 92 % de la cocaína incautada en territorio continental de los Estados Unidos (exceptuando Alaska, Hawai, Puerto Rico y otras propiedades) durante 2016 era de origen colombiano, según un informe de la DEA revelado ayer.
Así entonces, queda claro, según ese departamento del gobierno norteamericano, que la expansión de la producción de cocaína colombiana contribuyó a aumentar la oferta en Estados Unidos.
“Colombia se mantiene como la principal fuente de cocaína del mercado de EE. UU. Las tendencias desde 2013 revelan un notable aumento en la producción de cocaína, lo que representa una amenaza creciente para los EE. UU.”, dice el informe.
La DEA atribuye la cantidad de cocaína colombiana en su país a varios factores: el aumento de cultivo de hoja de coca que fue de 134 % en los últimos tres años, que se dio principalmente por la reducción de la aspersión aérea, la baja en la erradicación forzosa, las contramedidas de los campesinos para bloquear la erradicación y el movimiento de los cultivos hacia zonas más remotas e inaccesibles como parques nacionales y reservas indígenas.
También, culpa en parte a las Farc: “alentaron a los cultivadores de coca a sembrar más, ostensiblemente motivados por la creencia de que el Gobierno después del Acuerdo de paz haría inversiones y daría subsidios focalizados en áreas con grandes cantidades de coca”.
La calidad del producto aumentó, de acuerdo con la DEA, la cocaína que está llegando a ese país es la mejor en toda la historia, 35 por ciento de más calidad que en 2015 y más de tres veces más que en 2012.
Todo esto sumado al aumento del consumo de cocaína en el país del norte, que volvió a los niveles de 2009, es una bomba de tiempo que todos buscan desinflar antes de que explote.
¿Qué hace Colombia?
En el Acuerdo con las Farc el Gobierno colombiano pactó medidas para resolver el problema de las drogas ilícitas, entre ellos la sustitución voluntaria de cultivos (ver claves).
Aunque la DEA insistió en que “independientemente de la eficacia a largo plazo de este plan, la implementación completa requerirá muchos años”.
El vicepresidente, general Óscar Naranjo, expresó que “tengamos en cuenta que una historia construida con Estados Unidos, basada en resultados contra el crimen, no se puede a afectar pues sabemos del reto que tenemos al frente para disminuir y acabar este flagelo”.