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El asesor jurídico de las Farc, el español Enrique Santiago, aseguró que existe un sector del Ejército que está “conspirando contra el proceso de paz” en coordinación con grupos paramilitares, para repetir con los desmovilizados de las Farc la historia de exterminio que vivió la Unión Patriótica.
En entrevista con el diario El Mundo, también de España, Santiago dijo que ese grupo de militares es minoritario pero dio por hecho que hay algunos grupos interesados en sabotear los acuerdos de paz que se firmarán con las Farc el próximo lunes en Cartagena.
“Quiero dejar claro que la actitud de las instituciones militares ha sido unánime, transparente y eficaz en favor del proceso de paz. No me cabe ninguna duda que estas disidencias no alcanzan a la cúpula militar. Pero es un ejército muy grande, con más de medio millón de efectivos, y existe un riesgo de disensión, así sea un porcentaje muy reducido”, declaró Santiago.
Para el abogado, acciones como el despliegue de paramilitares (Autodefensas Gaitanistas de Colombia) en Urabá y Chocó, con un refuerzo armado y sin intervención del Ejército, es preocupante.
“La pelota está en el tejado del Gobierno. Antes del plebiscito debería aplicar las medidas de seguridad acordadas”, agregó.
Pero la disidencia no sólo aparece del lado del Ejército. Santiago se refirió también al Frente Primero, conocido también como Armando Ríos, que a comienzos de año había dicho que no se adhería a los acuerdos.
“o atajaron internamente y de forma eficaz: cambiando a los mandos y expulsando a aquellos que se manifestaron en contra de las conversaciones”, dijo.
Santiago fue enfático en asegurar que de las Farc no saldrán fuerzas disidentes. “En los procesos de paz siempre existe el riesgo de que entre el 10 por ciento y el 20 por ciento se convierta en fuerzas disidentes. Afortunadamente, en las Farc esto no va a ocurrir”, indicó y aclaró que la Conferencia Guerrillera que termina hoy en los llanos del Yarí, es una muestra de que esa guerrille es “una fuerza muy cohesionada”.
En otros apartes de la entrevista, Santiago aseguró que las Farc cedieron mucho terreno en materia de reincorporación a la vida civil. “Los programas que acordó el Gobierno de Álvaro Uribe para la desmovilización de las Auc entre 2003 y 2006 eran mucho más benevolentes en cuanto a ayudas económicas o atención social”, dijo.
El jurista aclaró que el punto que menos conforme dejó a la guerrilla fue el de reforma rural, pues asegura que lo acordado no es suficiente para acabar con las desigualdades entre campo y ciudad.