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La Policía Nacional confirmó este miércoles el hallazgo en Bogotá de dos centros de acopio, fabricación y distribución de drogas sintéticas que funcionaban en dos apartamentos en Usaquén y Suba, en el norte de Bogotá.
Comandos Jungla de la Policía llegaron hasta estos dos apartamentos lujosos e incautaron una pistola y seis millones de pesos en efectivo, producto de la venta de drogas de síntesis durante el fin de semana.
Además 750 pastillas de éxtasis, más de un kilo de cocaína, cinco kilos de marihuana cripa, 5.000 envolturas de ácidos, cigarrillos recreativos, tres picadoras de pastillas, tres grameras y 125 mil miligramos de ketamina.
La ketamina, es un componente químico utilizado como analgésico para caballos y que está controlada por el Fondo Nacional de Estupefacientes.
Según la Policía, las estructuras narcotraficantes acuden a esta para potencializar los efectos de las drogas sintéticas, aumentar la sensación de exaltación y generar reacciones en el organismo.
En uno de los apartamentos, residía el presunto jefe de la estructura narcotraficante. La Policía afirma que este sujeto al percatarse de la presencia de las autoridades, aseguró la puerta y corrió al baño para lanzar los estupefacientes al inodoro.
Ante la resistencia al procedimiento, los comandos ingresaron y capturaron al hombre. En el registro al lugar, encontraron un área acondicionada para procesar sustancias como el éxtasis, LSD, ácidos y la denominada cocaína rosada o 2CB.
Las investigaciones adelantadas por la Dirección Antinarcóticos de la Policía Nacional, confirman que los dos apartamentos eran en realidad centros de elaboración y distribución de élite. “De allí salían las drogas comercializadas en lugares exclusivos de entretenimiento, universidades y entornos escolares en Bogotá, Villavicencio, Melgar, Girardot y Chocontá”, confirmó Ricardo Alarcón, subdirector antinarcóticos de la Policía Nacional.
Al parecer, las pastillas llegaban a estos dos apartamentos y allí las sometían a un proceso de trituración, para mezclarlas con la ketamina y sacar sustancias con mayores efectos para el consumo.
El supuesto cabecilla de la red, un hombre de 37 años de edad, manejaba una fachada como comerciante de zapatos y relojes. Él y su grupo, serán presentados ante la autoridad judicial.