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Desde este viernes en la mañana una bandera de siete colores, que representa el orgullo de los gays, lesbianas, bisexuales, transexuales e intersexuales, ondea al lado de las banderas de Colombia y Santander justo en la entrada de la Alcaldía de Bucaramanga.
El símbolo de la lucha por la igualdad de género se izó por orden del alcalde Rodolfo Hernández, en respuesta a la campaña de la diputada de Santander Ángela Hernández en contra de los ajustes en los manuales de convivencia de los colegios que buscan defender la diversidad sexual.
Según Manolo Azuero, asesor de despacho del Alcalde, la bandera se izó “como símbolo de apoyo a la intolerancia, el respeto, la inclusión, la solidaridad y contra toda forma de discriminación hacia las personas pertenecientes a este colectivo Lgbti”.
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“Aceptar las diferencias en lo que hace a los seres humanos más iguales. Estos son los verdaderos principios democráticos que hacen progresar a cualquier sociedad. Y que son los mismos principios humanistas de Lógica, Ética y Estética (el movimiento ciudadano que llevó a Rodolfo Hernández a la Alcaldía de Bucaramanga)”, explicó el funcionario en un comunicado.
De acuerdo con la Alcaldía de Bucaramanga, la bandera permanecerá ahí durante diez días, aunque no descartan la posibilidad de que se quede de forma permanente. Además, el gesto fue aplaudido por diversos sectores políticos, como la congresista de la Alianza Verde Angélica Lozano.
El alcalde izó la bandera arco iris como apoyo a la #EducaciónSexual libre de prejuicios #BucaramangaDiversa ???? pic.twitter.com/S27pVBgxO9
— Angélica Lozano (@AngelicaLozanoC) 29 de julio de 2016
Nuestro Gobierno, que trabaja por todo el colectivo ciudadano #BucaramangaDiversa, #respeta la diversidad #SePuede pic.twitter.com/LtiMZxTauU
— Rodolfo Hernández S. (@ingrodolfohdez) 29 de julio de 2016
Momentos en que la Alcaldía de Bucaramanga y líderes izan la bandera Lgbt. Gracias @AlcaldiaBGA #bucaramangadiversa pic.twitter.com/hoqFZ6yZrV
— Incorrectas Magazine (@IncorrectasMaga) 29 de julio de 2016
Todo empezó el lunes de esta semana cuando la diputada Hernández citó a un debate público en la Asamblea de Santander en el que aseguró que el Ministerio de Educación pretenden sobreponer los derechos de la comunidad Lgbti sin tener en cuenta lo que piensan los padres de familia.
La diputada se refería a la implementación de la Ley 1620 de 2013, que pretende garantizar a los menores un ambiente escolar sano y libre de discriminación, y a la sentencia T-478 de 2015 de la Corte Constitucional que ordena una revisión a los manuales de convivencia para garantizar el respeto a la comunidad Lbgti.
Hernández, del partido de la U, criticó ese proceso y aseveró que de ahora en adelante los manuales de convivencia van a autorizar a los estudiantes para que se vistan el uniforme que quieran, sea de niño o de niña. También juzgó el hecho de que el reglamento permita los baños mixtos. “El hombre que se sienta niña debe entrar al baño de las niñas y la niña que se sienta hombre deben ingresar al de las niños”.
Sobre eso, la diputada dijo que esa situación no se debería permitir e incluso propuso “crear un baño exclusivo para el tercer género o que se creen colegios para la comunidad Lgbti”. De hecho, Hernández se manifestó en la Asamblea en contra de las normas “progresistas” de los países desarrollados, pues según ella los lugares respetuosos con la comunidad Lgbti “llegaron a la perversión máxima, en la que incluso se permite el sexo con animales”.
Las reacciones en contra de los comentarios de la diputada -que han sido calificados de homofóbicos- no se hicieron esperar.
Diego Ruiz, miembro de la corporación Vida Nueva y defensor de la diversidad sexual, afirmó que la diputada hace una mala interpretación de la norma. “Se quiere proteger a los menores que han sufrido persecución por su sexualidad. Darles la oportunidad a que se desarrollen como seres humanos independientemente de su orientación sexual”.
Pero no solo los activistas de la comunidad Lgbti reaccionaron a la postura de Hernández. El presidente del partido de la U, Armando Benedetti, solicitó abrir una investigación disciplinaria contra la diputada al considerar sus declaraciones como un acto “discriminatorio, que viola las disposiciones constitucionales y legales del ordenamiento jurídico colombiano”.
Benedetti aseguró que “los manuales de convivencia se convierten en la principal herramienta para prevenir, proteger y garantizar los derechos de la comunidad educativa en general y, de manera especial, para aquellos niños, niñas y adolescentes con orientaciones sexuales o identidades género diversas” y calificó las declaraciones de la diputada como “exageradas y discriminatorias”.
El senador del partido Conservador, Hernán Andrade, apoyó a la diputada Hernández y le dijo, a través de su cuenta de Twitter, que si el partido de La U decide expulsarla, “en el conservatismo tiene las puertas abiertas. Y mi respaldo”.