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Hace varios días, Luisa del Pilar Solarte, una campesina de 58 años de edad y quien vive junto con sus tres hijos en su finca en la vereda Loro Uno a escasos 20 minutos de La Hormiga, viene notando que en sus cultivos de cacao hay explosivos abandonados en el suelo lo que ha generado preocupación a ella y a sus hijos.
El pasado 11 de febrero hacia las 4 de la tarde y luego de culminadas las labores del campo la mujer decido recoger la granada de mortero y echarla en una bolsa plástica y cubrirla con cascara de cacao y salir con ella para la Alcaldía a bordo de una moto-taxi.
Ingenuamente, Luis del Pilar llegó al despacho del alcalde Fernando Palacios Alomia, al tiempo que sacaba el artefacto explosivo de la bolsa lo que genero inmediatamente pánico entre las personas que se encontraban en la oficina entre ellas el Alcalde.
“Los funcionarios, visitantes y yo, salimos corriendo pensando que se trataba de un atentado”, señalo el mandatario al tiempo que uno de sus escoltas detuvo a la mujer para dejarla a disposición de la Policía mientras que un escuadrón de antiexplosivos del Ejército inspeccionaba la granada.
En el Comando de Policía la asustada mujer donde fue conducida para rendir declaración de los hechos afirmaba que esa granada estaba abandonada en su finca junto con otros explosivos y que a pesar de haber informado el hecho a las autoridades nunca le prestaron atención, y por eso fue que decidió traerla a la Alcaldía. Horas más tarde la señora, Solarte, se le permitió regresar a su finca.
“Desde hace días mis hijos me viene avisando que han visto unos explosivos entre los rastrojos de los cultivos de cacao y yo les he pedido a los soldados que los vengan a recoger pero no me han hecho caso, por eso decidí recoger uno de esos explosivos y llevárselos al Alcalde para que él haga algo”, explicó la campesina quien hace más de 20 años reside en la vereda y que ha vivido en carne propia la guerra que por años has sostenido Ejército, Farc y AUC .
“Yo tengo mucho miedo de que esos explosivos exploten y nos hagan daño a mi o a uno de mis hijos”, relató la mujer quien aparte de sembrar cacao se dedica a la cría de gallinas.
En el bajo Putumayo región que por décadas ha sido escenario permanente del conflicto armado con la presencia de la guerrilla de las FARC y paramilitares, muchos de sus habitantes han perdido la vida y otros han quedado mutilados por culpa de minas-antipersonales y otros explosivos que han sembrado las FARC y en otras ocasiones porque la misma Fuerza Pública ha abandonado algunos explosivos.
Según lo reportado por la Secretaría de Gobierno departamental, desde 1990 a la fecha 197 personas han sido víctima de artefactos explosivos.
Inicialmente, toda apunta a que la granada sea propiedad del Ejército ya que en ocasiones las tropas militares han utilizado la finca de la señora Solarte, como estación de paso como ella misma lo declaro ante las mismas autoridades.