Colombia sueña con una base en la Antártida

El buque ARC 20 de Julio culmina este fin de semana su expedición científica.

A su llegada a Cartagena, el buque será habilitado como aula en la que se compartirá el conocimiento obtenido en la Antártida. FOTOS cortesía armada nacional

La expedición Caldas, que zarpó de Colombia el 16 de diciembre para llevar por primera vez una misión científica colombiana a la Antártida, está a punto de culminar. El comandante de la Armada Nacional, almirante Hernando Wills Vélez, aseguró que este hecho abre las puertas para que Colombia tenga la posibilidad de participar en las decisiones que se tomen en el futuro sobre la Antártida.

¿Qué logró Colombia con esta misión?

“Se lograron todos los objetivos científicos programados. Teníamos a bordo a 21 científicos para realizar investigación, en la parte hidrográfica, cartográfica, ya que Colombia está trabajando para aportar conocimiento y una carta internacional para la navegación en esas aguas, en una zona donde no hay levantamiento cartográfico. Eso lo hicimos en conjunto con la Armada de Chile. También se hicieron trabajos en seguridad marítima y contaminación. Un aspecto bien importante es la relación entre Suramérica y la Antártida y ahí es donde se está haciendo el mayor aporte, en el análisis del cambio climático, a nivel global, y cómo afecta a Colombia. Es bien sabido que estos temas están conectados a través de los deshielos y las corrientes marinas. Colombia es uno de los países más biodiversos del mundo y cualquier cambio que se genere en la Antártida impactará a través de las corrientes marinas, en las costas colombianas y en el país”.

¿Y qué encontraron?

“Se identificaron las corrientes marinas, los alimentos que hay en esas aguas, en el flujo de ballenas y otros animales. Esto nos va a permitir tener conclusiones más concretas sobre el impacto en nuestro país. Nos interesa tener a nuestros científicos pensando en aquellas circunstancias que van a tener una incidencia directa en el futuro de Colombia. Otro aspecto que se evalúo es el comportamiento del ser humano ante estas temperaturas extremas y el de los materiales de construcción de buques. Una vez que el buque llegue serán procesados para entregar los resultados”.

En ese sentido, ¿cómo queda Colombia frente a otros países? ¿cómo nos ven?

“Esta expedición científica ha tenido un impacto muy grande en la comunidad internacional. El buque en su trayecto de ida y de regreso hizo unas escalas técnicas en Ecuador, Perú, Chile y Argentina. Ahí hicimos también el intercambio de información, con muy buen recibo. La Antártida no es de ningún país, es para toda la humanidad. Sin embargo, hay unos países que tienen carácter de consultivos y otros de adherentes. Colombia es un país adherente, que tiene voz, pero no voto en las decisiones sobre la Antártida. Este paso que hemos dado nos va a posicionar para adquirir el estatus de miembro consultivo y tener voto en las decisiones sobre la Antártida. En el sector donde estuvimos había bases científicas de Rusia, China, Uruguay, Corea, Chile y Brasil. Allí están todos los países trabajando de común acuerdo, contribuyendo a entender cómo será el futuro”.

Además de lo científico estaba la navegación, ¿cómo les fue?

“Hubo algunos momentos de oleajes fuertes, pero el cruce de la parte sur de América hasta la península Antártida, se dio dentro de unas condiciones normales. Este es uno de los pasos de navegación más difíciles que hay en el mundo, el paso de Drake, afortunadamente se sorteó con buen tiempo y con el apoyo de Chile, que con sus servicios meteorológicos nos mantuvo bien informados”.

¿Qué les dice a quienes han criticado esta misión diciendo que para qué ir tan lejos cuando tenemos kilómetros de mares por investigar?

“Estamos haciendo el trabajo de investigar y entender nuestros propios mares, de manera permanente, para eso tenemos otras unidades. Quienes critican la misión es porque no han entendido la magnitud real de este proyecto de Colombia, porque no es un proyecto de la Marina, porque lo que suceda en el continente antártico tendrá impacto directo sobre nuestra agricultura, la pesca, el clima. La investigación de nuestros mares es permanente, tenemos un centro de investigaciones oceanográficas en Cartagena, uno en el Pacífico, tenemos al Invemar que también estuvo en la Antártida. De manera que esa es una visión limitada, de no entender la dimensión estratégica para nuestro futuro”.

¿Qué sigue ?

“La intención preliminar es continuar con este trabajo. Tenemos planeado que por lo menos cada dos años hagamos presencia con una unidad colombiana y en un término cercano a los 4 años establecer una base científica temporal en el continente antártico como la tiene Ecuador, Brasil, Chile, para tener una base un poco más sólida y continuar con el desarrollo de las investigaciones”.

Ese es un sueño grande...

“Sí, es un sueño grande y está incluido en lo que llamamos el programa antártico colombiano, en el que participan diferentes entidades y la Armada es un articulador e impulsor de esta iniciativa porque sabemos de la importancia”.