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Congreso definirá futuro de cirugías
Senadores no han reglamentado los procedimientos estéticos. En junio, el panorama podría cambiar.
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FOTO ARCHIVO ESTEBAN VANEGAS
06 de mayo de 2017
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Cali, una ciudad en la que llegan en promedio 15.000 extranjeros anualmente para practicarse cirugías estéticas, está revelando un oscuro panorama en el gremio médico que también afecta a Medellín: la muerte de víctimas por procedimientos estéticos mal practicados.
Ayer, la víctima fue una mujer estadounidense, identificada como Christine Ann Deres, quien falleció tras realizarse una lipoescultura. Según el secretario de Salud de Cali, Alexander Durán, con este caso ya son 6 muertes este año las que se presentan por complicaciones en las cirugías plásticas.
En relación al panorama nacional, la información más reciente la tiene el Instituto Nacional de Medicina Legal. De acuerdo con el director de la entidad, Carlos Valdés, en Colombia aumentaron en un 130 % las muertes por cirugías estéticas, pues se pasó de 13 casos en 2015 a 30 en 2016.
De estas cifras, 13 casos de los que se presentaron el año pasado ocurrieron en Medellín. Uno de los casos que conmocionó a la ciudad fue el de Luz Dary Santos, de 39 años de edad, quien terminó en un estado vegetativo por someterse a diferentes intervenciones en el mismo día.
El proyecto de Ley
Desde el año pasado, el Gobierno ha promovido un proyecto de ley para regular los procedimientos estéticos y establecer unas normas básicas de habilitación para los médicos, cirujanos y entidades prestadoras de salud.
El rostro más visible de la lucha de las víctimas de cirugías estéticas es Lorena Beltrán, quien sufre hoy en día los efectos de una operación de reducción de senos mal practicada.
“El sistema de salud está cubriendo la negligencia de un Congreso que no ha reglamentado los procedimientos estéticos. Cuando un paciente tiene una complicación en cirugía, la póliza cubre el tratamiento. Pero cuando son clandestinos paga el sistema. Es decir: pagamos todos. Recursos valiosos y necesarios para otros asuntos. Por eso, por ejemplo, necesitamos una ley”, afirma Beltrán.
La ley de la que habla fue promovida por la academia, el Gobierno, las víctimas y las asociaciones médicas en 2016. El pasado dos de mayo se aprobó en primer debate, en la comisión séptima de cámara. El reto que tiene el legislativo es sacarlo adelante antes del próximo 20 de junio.
En el primer debate, se unificaron los proyectos de los congresistas Jorge Iván Ospina, del Partido Verde y Margarita Restrepo, del Centro Democrático. Al unificar las ponencias, se modificó el artículo 5, el cual señalaba que los procedimientos médicos no invasivos podrían ser practicados por médicos generales, “siempre y cuando certifiquen competencias requeridas”.
En el proyecto actual se cambió el procedimiento “no invasivo” por “baja complejidad”, lo que, a juicio de las víctimas, “deja la puerta abierta para quienes han venido practicando estos procedimientos sin la preparación requerida”.
El problema radica, según Beltrán, en que actualmente se ofertan tratamientos “como liposucción suave brisa o procedimientos láser, que se hacen dentro de consultorios (no en clínicas) para evitarle al paciente la sensación de que se está sometiendo a algo invasivo, cuando a todas luces sí lo es”.
De acuerdo con el ministro de Salud, Alejandro Gaviria, “es necesario avanzar en la comunicación del riesgo de las cirugías estéticas. Las instituciones que practiquen cirugías estéticas deben tener la capacidad de atender las complicaciones que generen. Sería un mal mensaje del Congreso no dar la discusión sobre la necesidad de regular las cirugías estéticas”.
El proyecto contempla, por ejemplo, nuevos requisitos para este tipo de procedimientos. Señala, por ejemplo, que los pacientes deben expresar un conocimiento informado y que los insumos y medicamentos deben ser aprobados por el Invima. Los médicos que los practiquen deberán contar con un título de especialidad quirúrgica con competencia en procedimientos estéticos, otorgados por universidades autorizadas por el Ministerio de Educación.
Actualmente, existe un vacío legal que le permite a médicos sin suficiente formación practicar este tipo de cirugías. Que la situación cambie dependerá de los actuales congresistas.
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