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Algunas personas quieren seguir estudiando, pero necesitan trabajar, entonces la educación por ciclos propedéuticos puede ser una alternativa para ellas, estos consisten en que se pueden iniciar estudios de pregrado con un programa técnico profesional, continuar con formación tecnológica y finalizar con la profesional universitaria.
La diferencia entre un ciclo y otro es que la técnica se centra en el hacer, en lo operacional; la tecnología en responsabilidades de concepción, dirección y gestión y la profesional universitaria implica el dominio de conocimientos científicos y técnicos.
Esta modalidad educativa otorga un título con más rapidez que la tradicional, de esta manera, el estudiante puede acceder al sector productivo más fácil y tener la opción de continuar o no los estudios, se reconocen competencias, saberes y materias del ciclo anterior y puede brindar doble o triple titulación. Además, si una persona se sale de la carrera universitaria, queda como bachiller, en cambio, en los ciclos propedéuticos se puede lograr una titulación intermedia a pesar de que no se culminen todos los niveles.
Una de las desventajas de los ciclos propedéuticos es la duración, pueden requerir un semestre, un año o dos años más que la educación tradicional, dependiendo de la institución y del ritmo del estudiante. Además, Eimeleth Asprilla, vicerrector académico del Tecnológico de Antioquia agregó que “son más intensivos, pues mientras en un programa normal se ven de 2 a 4 materias diarias, en uno por ciclos se ven de 6 a 8, y considerando que muchos de los estudiantes trabajan, entonces cogen menos materias y se demoran más”.
Por su parte, María Eugenia Escobar, quien fue coordinadora del proyecto de transformación de la educación técnica y tecnológica del país, precisó que “en los ciclos propedéuticos se fuerza a las técnicas y tecnológicas a parecerse a la educación universitaria, lo cual no está acorde con las necesidades del sector productivo, pues la educación profesional universitaria tiene teoría, pero poco conocimiento de la realidad”.
En este punto es oportuno decir que, actualmente, se está gestando la política de educación terciaria en la que se separa la educación universitaria de la técnica en dos subsistemas autónomos, fortalecidos y con posibilidades de tránsito y reconocimiento entre ellos. “La idea es que el técnico pueda cada día especializarse, pero sin dejar de ser técnico, sin dejar de tener su identidad práctica”, señaló Escobar.