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¿Por qué se avecina un nuevo paro de maestros?
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FOTO COLPRENSA
04 de marzo de 2017
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Esta semana será clave para cerca de 350.000 maestros que trabajan en los colegios oficiales del país. La agremiación que los representa (Fecode) definirá si entra a paro indefinido por supuestos incumplimientos del Gobierno Nacional. Desde la otra orilla, la ministra de Educación, Yaneth Giha, ha preferido mantener la cautela y buscar una solución negociada con Fecode el próximo jueves 9 de marzo.
Este sería el primer pulso entre la ministra de Educación, quien se posesionó en noviembre de 2016, y el recién nombrado presidente de Fecode, Carlos Rivas. En paros anteriores, la ex ministra de Educación, Gina Parody, tuvo serias dificultades, a tal punto de que cerca de 9 millones de niños se quedaron 12 días sin ir a las aulas. Esta vez, los puntos de discusión son similares a los de años anteriores: salud de los maestros, escalafón docente, inversión para la educación pública, entre otros asuntos.
Pese a que la negociación no será sencilla, la ministra de Educación se muestra confiada: “Ya tenemos una agenda de trabajo y vamos a iniciar el diálogo a partir del 9 de marzo a las 7:30 de la mañana. Todo nuestro compromiso, todo nuestro apoyo y toda nuestra voluntad para sacar este proceso adelante de la mejor manera”.
Lo que piden
Tras revisar el pliego de peticiones queda claro que no será nada fácil “sacar el proceso adelante”. En general son siete peticiones que Fecode puso sobre la mesa y que, en años anteriores, el Ministerio no logró cumplir en su totalidad. Se trata de cambios en: política educativa, carrera docente, situación financiera, sistema de salud de los maestros, prestaciones sociales bienestar laboral y garantías sindicales.
Sobre las peticiones, la ministra prefiere no comprometerse. “Le he pedido a mi equipo que analice con compromiso, con responsabilidad todo lo que nos han solicitado, de manera que podamos avanzar en el bienestar de los trabajadores de la educación”. Dentro del equipo negociador que delegó la ministra están Pablo Jaramillo, viceministro de Educación Preescolar, Básica y Media, y Liliana Zapata, secretaria General del Ministerio.
Pocos analistas conocen de cerca este proceso como Fernando Ospina, presidente de la Asociación de Institutores de Antioquia (Adida). “El pliego de peticiones que se presentó tiene que ver con problemáticas específicas de la educación pública. Un tema que preocupa es que el Gobierno firme pactos con Fecode y luego incumpla, como pasó en 2015. Un ejemplo es el pago de las primas departamentales, que se concibieron como legales pero en la práctica el Gobierno no cumplió”.
Otros puntos a los que hizo alusión Ospina tienen que ver con la destinación de recursos públicos para la educación privada: “Es una mala señal la que está dando el Ministerio de Educación con el uso de los dineros públicos;, en lugar de pagarle y mejorar las condiciones de los maestros del Estado, se los están dando a operadores privados. Queremos que se escuchen las propuestas y no se demerite la profesión docente”.
Las peticiones de Fecode, en detalle
En política educativa, Fecode ha insistido en garantizar la gratuidad de la educación pública desde preescolar hasta los programas de formación complementaria. Relacionado con este punto, el sindicato pide aumentar “las fuentes de financiación destinados a la educación pública a 7.5% del PIB”. De la misma manera, “reformar el Sistema General de Participación (SGP) para fortalecer los recursos para la educación pública”.
Como argumento Fecode señala que la inversión del PIB para la educación en Colombia (4,6%) es muy bajo si se tiene en cuenta que en países como Bolivia se invierte el 8,3%. Además de reactivar entidades como la Jume (Junta Municipal de Educación), el sindicato solicitó revisar las relaciones entre maestros y estudiantes, teniendo en cuenta recomendaciones de la Organización de las Naciones Unidas (ONU).
Un Estatuto de la Profesión Docente es otra de las peticiones en las que Fecode ha sido reiterativo. Para concretar la propuesta el sindicato pide “reactivar la Comisión Tripartita”, de tal manera que el Congreso de la República pueda aprobarlo. Al respecto, Ospina señala que “se pide reactivar porque siempre se ha incumplido con la consolidación de un Estatuto Único Docente. Se ha reclamado seriedad en este tema, porque si bien se dice que hay una apuesta por un Estatuto Único, no se cumple”.
Existen otras dos peticiones de gran calado que seguramente generarán largas horas de discusión. Para Fecode, el Gobierno Nacional debe derogar los decretos 490, 915 y 501 de 2016. En estos documentos están las normas de temas como el concurso docente y la Jornada Única, la cual, según Fecode, no ha sido implementada de una manera adecuada por el Ministerio de Educación. Al respecto, el sindicato solicita “garantizar las condiciones para su implementación”.
El tercer punto del pliego de peticiones no deja de ser espinoso. Se trata del cumplimiento de 10 puntos que propuso Fecode el pasado 7 de mayo de 2015. Entre las peticiones está el pago de la Nación al Magisterio y el “levantamiento de reserva” para el pago de las primas extralegales solicitado por Fecode. Como lo hizo hace dos años, el sindicato pidió una nivelación salarial de los docentes. En ese entonces, los maestros pedían un aumento del 28%, mientras que la ex ministra Gina Parody propuso, por sostenibilidad fiscal, un 10%. Al final acordaron un 12%.
En el tema económico hay más: mejorar el salario de los docentes etnoeducadores, otorgar reconocimientos de bonificaciones para docentes y entregar la prima de vacaciones, sosteniendo el criterio de “proporcionalidad del tiempo laborado en la perspectiva anualidad para garantizar el goce efectivo de este derecho”, dice el pliego.
Salud y prestaciones
El problema de la salud se ha convertido en un tema de urgencia para Fecode. El proceso de licitación fue declarado desierto por la Fiduprevisora, pues ninguno de los 28 oferentes superaron los indicadores técnicos para asumir la salud de los maestros en el próximo cuatrienio. Sobre este punto, Fecode pide “finiquitar el proceso de una nueva contratación y garantizar la prestación del servicio de salud a los docentes y a sus familias por parte de los actuales operadores”.
A las peticiones en salud se suma el problema financiero del Fondo Nacional de Prestaciones Sociales del Magisterio. Fecode exigió, en el pliego de peticiones, el pago del pasivo prestacional que tiene la Nación y las entidades territoriales con el Fondo. En este sentido, solicitó el aumento de las partidas del presupuesto nacional y la intervención del Gobierno para el traslado oportuno de los recursos.
Este enredo también será complicado de resolver. El Estado le debe al Fondo Nacional de Prestaciones Sociales del Magisterio cerca de 2 billones de pesos por problemas en el cálculo anual de maestros desde 1990. El Ministerio de Hacienda ha sido criticado por no reconocer las pensiones de maestros. Pese a que el Gobierno ordenó pagar en bonos esa deuda pública, en el año 2000 la carga pensional era demasiado alta y el Ministerio no la pudo asumir.
En el pliego aparecen otras peticiones que, si bien parecen menores comparadas con las otras consignadas, implican desembolso de recursos por parte del Ministerio. Se trata de la “garantía de realización de los juegos deportivos del magisterio y el encuentro nacional cultural folclórico”. También solicitaron la “implementación de planes de vivienda para el magisterio y la financiación de proyectos de formación en maestrías, doctorados y diplomados en aspectos específicos de la vida escolar”.
Por último están las garantías sindicales, laborales y de participación. Fecode pide un acto administrativo general que precise los permisos sindicales y los cargos de representación nacional y regional. En esta misma línea solicitaron una “reparación colectiva e individual de las víctimas del Magisterio por efectos del conflicto armado” y la “implementación y puesta en marcha del plan de actividades en torno a la campaña ´la educación en el postacuerdo y la Escuela Territorio de Paz’”.
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