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Padres, primeros tutores
Su influencia durante la infancia es fundamental para que los niños aprendan a socializar y a conocer las normas.
02 de marzo de 2018
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Por Daniel Rojas Arboleda
Los protagonistas principales de la educación en la primera infancia no son solo los profesores. Los padres tienen un rol fundamental en esta tarea.
Las figuras del apego, en palabras de Manuel Sánchez Montero, maestro de primaria, formador de docentes y miembro de la Consejería de Educación de la Junta de Andalucía, España, son necesarias en los primeros años de vida para un correcto desarrollo cognitivo y emocional.
El experto señala que “la familia es el primer agente socializador de los hijos, por lo que educar bien es un reto, una responsabilidad y una de las mayores satisfacciones de los padres. El ser humano, desde sus orígenes, ha vivido en sociedad, y todas las personas que están en su entorno son importantes para su desarrollo”.
Por tal motivo, todas las instituciones educativas deben abrir espacios para que los padres se sientan escuchados y participen de los procesos formativos.
En opinión de Sánchez, la escuela es la unión de toda la comunidad y no puede ser entendida como tal si alguno de sus componentes se pone a lado o si la planificación de contenidos y metodologías se deja exclusivamente en manos de las administraciones públicas.
La participación e implicación de las familias en la escuela es, desde este punto de vista, esencial para que haya una repercusión positiva inmediata. “La familia y la escuela son dos agentes totalmente relevantes para la formación. Se debería escuchar muchísimo más a padres y educadores al actualizar procedimientos educativos”, dijo el docente.
Ayuda para padres
Lo revela la Ocde (ver recuadro): falta fortalecer la educación inicial y, además, muchos padres pueden necesitar ayuda extra para apoyar el aprendizaje en el hogar, pues aquellos con educación limitada y bajo nivel socioeconómico tienden a involucrar menos a sus niños en actividades de aprendizaje.
De hecho, las cifras en 2013 hablaban de un 36% de las madres de niños menores de 5 años de edad, en zonas rurales y urbanas, que contaban solo con educación primaria.
Tal realidad es preocupante pues, de acuerdo con Felipe Palacio Díaz, educar con la palabra es supremamente importante, siempre y cuando vaya acompañado del ejemplo y, en términos de la investigación, un mayor nivel educativo y cultural permitiría a muchos padres ser más efectivos en ese frente.
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