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El diálogo salvaría los semestres en u. públicas
Las Universidades Nacional y de Antioquia no cancelarán el semestre, pero deberán ajustar cronograma y recuperar el tiempo que estuvieron de paro.
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El lunes será el día clave para definir el futuro del semestre en las universidades públicas del país, teniendo en cuenta que el Gobierno y el movimiento estudiantil volverán a sentarse en la mesa, tras una semana de haber roto el diálogo. FOTO manuel saldarriaga
17 de noviembre de 2018
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Lo que hasta el momento está definido es que no se cancelarán los semestres, pese a que 26 de las 32 universidades públicas están en anormalidad académica.
Ayer el Consejo Académico de la Universidad Nacional, institución que tenía esa alerta de cancelación más vigente, decidió que esto no sucederá, pero instó a los estudiantes a que regresen a clases y así explorar cómo se recuperarán las seis semanas de cese.
Sin embargo, el compromiso es que deberán volver lo más pronto posible para recuperar el tiempo perdido y definir cómo estudiarán en diciembre y enero, por ejemplo.
De acuerdo con Santiago Fonseca, representante estudiantil ante el Consejo Académico, será el Consejo Superior el que tome la decisión final, que se espera sea adoptada el 20 de noviembre próximo.
Justo este viernes en la mañana, la ministra de Educación, María Victoria Angulo, invitó a los universitarios a reabrir la mesa de diálogo, en una jornada que se efectuará el próximo lunes en Bogotá, y que estará acompañada por el ministro de Hacienda, Alberto Carrasquilla, o un delegado, tal cual lo habían solicitado los estudiantes.
Al respecto, la líder estudiantil, Jennifer Pedraza, destacó que se logró gracias, además del movimiento estudiantil, al impulso que les dio una carta enviada por 90 congresistas, en la que le pedían a Duque voluntad de diálogo con los estudiantes.
“Es una muestra de que nuestras protestas no son un capricho”, dice Pedraza al destacar el espacio, aunque insiste en que es necesario que la ministra llegue “con verdaderas propuestas” que permitan soluciones, pues todos coinciden que la cancelación del semestre no es una opción, aunque dejan claro que las movilizaciones no son una ligereza.
Al respecto, el presidente Iván Duque señaló que ha escuchado la voz y el clamor de los estudiantes, “y creo que tienen razón cuando dicen que hay una deuda historia en la financiación”. Además, Duque indicó que no les pide que “simpaticen ideológicamente conmigo, pero espero que vean el esfuerzo”, porque, para el mandatario, la voz de los estudiantes se puede convertir en una voz que responda a las coyunturas del país.
“Espero que sirva para que maestros y estudiantes nos hagan planteamientos para el Plan de Desarrollo”.
Diálogo, la clave
Tanto estudiantes, como rectores y gobierno han sido claros en que el diálogo es el único camino para llegar a acuerdos comunes, por eso llegó bien la noticia de la reapertura de la mesa, el próximo lunes.
Ante esto, el presidente del Sistema Universitario Estatal (SUE), Jairo Torres Oviedo, señaló que allí se podrán abordar los puntos que aún distancian al movimiento estudiantil y al gobierno, tal cual se había solicitado desde que se levantó la mesa, que tan solo duró un día el pasado 6 de noviembre, y que también fue llamada por 90 congresistas, quienes le pidieron al presidente que se reabriera a este espacio.
Torres Oviedo también destacó que “este gobierno es el único que se ha metido a enfrentar el reto de la desfinanciación, y eso hay que reconocerlo”, y recordó que tras las movilizaciones iniciales y las posteriores reuniones con los gobernadores y rectores de las 32 públicas del país, el gobierno cedió en algunas pretensiones, destinando $3,3 billones para el cuatrienio.
Sobre la posibilidad de que se siente en la mesa con los estudiantes, que ha sido uno de los llamados hechos desde el movimiento estudiantil, el presidente destacó que su vocera es la ministra, y que es su representación en la mesa, además, invitó al movimiento para que “terminemos el semestre” y destacó que “la conversación de parte del Estado tiene que estar siempre abierta y el diálogo no debe ser como respuesta a si existe o no un paro, como ha sucedido este año en el país”.
Los costos
La posibilidad de cancelar el semestre, aunque ya parece remota, genera una alerta que se analiza en signo pesos, porque además de que representaría pérdidas económicas para las universidades, que en el caso de la Nacional son $2 mil millones diarios, según su rectora, Dolly Montoya, otros que se ven afectados son los estudiantes, especialmente los que se forman en ciudades en las que no viven sus familias.
Hillary Hidalgo, quien habló con EL COLOMBIANO, es un solo un caso, pero refleja el panorama de muchos estudiantes que, aunque respaldan los reclamos del movimiento estudiantil, también piensan en el bolsillo de sus familias, básicamente porque estarían invirtiendo un dinero para sostenerse en la ciudad donde estudian, pero no están cumpliendo su cometido.
Ella estudia Lenguas Modernas y Derecho en la Universidad de Caldas, pero es de Mocoa (Putumayo) y su familia, mensualmente, le gira entre $700 mil y $800 mil para su sostenimiento, que incluye arriendo, alimentación, documentos, fotocopias y uno que otro pasaje, pues vive relativamente cerca de donde estudia.
“Los reclamos del movimiento son justos, pero para mí familia es complejo mantenerme en Manizales, sabiendo que la plata que me gasto no es para estudiar”, comentó Hildago, quien expresó que ese síntoma lo sienten muchos compañeros, que aunque ven justos los reclamos, consideran que es injusto con las finanzas de sus familiares.
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