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EL COLOMBIANO se dio a la tarea de consultar con fuentes de inteligencia militar sobre lo que ha sucedido con la guerrilla del Eln y sus frentes que fueron responsables de la tragedia ocurrida en el corregimiento de Fraguas (Machuca) de Segovia el 18 de octubre de 1998. Ese grupo guerrillero aunque en ese entonces aseguró que lo ocurrido fue un error, no ha pedido perdón y aparentemente no se tomaron correctivos al interior de esa organización subversiva.
Actualmente, los integrantes del Comando Central del Eln, alias “Gabino”, “Antonio García”, “Pablo Beltrán” y “Pablito”, tienen una sentencia de 40 años por lo ocurrido en Machuca.
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En el sur de Bolívar y gran parte de Antioquia, el Eln tiene presencia con su frente de guerra Darío de Jesús Ramírez Castro o “Área Estratégica Darío de Jesús Ramírez Castro” como era conocido hace 20 años cuando ocurrió el ataque a Machuca.
A ese frente de guerra también pertenece una estructura conocida como el “frente José Antonio Galán”, histórico en ese grupo guerrillero por ser tal vez el primero creado en toda la estructura subversiva y que en su tiempo se denominaba “Brigada José Antonio Galán”.
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Para cometer el ataque al Oleoducto Central y al puente colgante de Machuca, que al final generó la emergencia, el Eln utilizó una compañía que en la zona era conocida como Cimarrones, que para ese entonces era comandada por Guillermo Roldán Posada, conocido con los alias de Julián, Rian o Palmer.
“Esta persona, con el grupo de responsables del ataque a Machuca, al parecer iba a recibir un juicio por parte del Comando Central del Eln, por lo que decidió crear un grupo disidente. Sin embargo en el año 2000 se integró a las Farc que luego aparentemente lo fusiló por actos de indisciplina”, explicó la fuente consultada por este diario.
Lo que pasó con “el Cimarrón”
Una de las decisiones tomadas por el Comando Central y la Dirección Nacional del Eln fue desaparecer la Compañía Cimarrón, sin embargo ese mismo grupo guerrillero, varios años después y en medio de su expansión en el departamento de Chocó con el Frente de Guerra Occidental, decidió crear un nuevo frente llamado Resistencia Cimarrón, con presencia en el Bajo, Medio y Alto Baudó.
Actualmente en zona rural del municipio de Segovia y específicamente en jurisdicción del corregimiento Fraguas, el Eln mantiene presencia con el frente José Antonio Galán, que según Inteligencia Militar tiene aproximadamente 30 hombres en armas y se encuentran al mando de alias Manuel o El Paisa.
Una de las últimas acciones del frente José Antonio Galán fue precisamente en Segovia, vereda El Diamante, donde en febrero de 2016 secuestró al cabo del Ejército, Jair de Jesús Villar Ortiz, quien fue puesto en libertad un mes después.
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Semanas posteriores a lo ocurrido con el cabo, las Fuerzas Armadas dieron muerte a “Diego Pitufo”, uno de los principales cabecillas del frente José Antonio Galán y quien era acusado de haber participado en la retención del militar Villas Ortiz.
Para marzo de 2017 se registró el último “gran” golpe del Ejército a ese frente del Eln, cuando en una operación militar realizada en los límites de Bolívar y Antioquia, murió alias Jairo, quien era considerado el principal cabecilla de esa estructura armada.
¿Qué pasó en Machuca?
"Una niña, no se cómo se llama, corrió detrás de mí y me gritaba que no la dejara, que no quería morir. Estaba ardida y consumida, no sé cómo hizo para caminar tanto. Antes de morirse, me pidió que la soplara".#JaleDelHilo??sobre #Machuca20Años pic.twitter.com/fSMbH1mRuo
— El Colombiano (@elcolombiano) 18 de octubre de 2018
El anterior es el testimonio de Daniel, sobreviviente de la tragedia ocurrida un día como hoy hace 20 años en el corregimiento Fraguas (popularmente conocido como #Machuca), en Segovia - Antioquia, en la que murieron 84 personas, la mayoría de ellos niños.
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¿Qué fue lo que pasó? pic.twitter.com/DTfUmaW32g
En la madrugada del 18 de octubre de 1998, mientras la mayoría de habitantes de Machuca dormían -humildes mineros y sus familias-, un comando de la compañía Cimarrón del Eln detonó una carga de explosivos en el Oleoducto Colombia, a unos tres kilómetros aguas arriba de #Machuca.
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El combustible incendiado se propagó por el Río Pocuné, que atraviesa el corregimiento. En cuestión de minutos la población de #Machuca se vio envuelta en ríos de fuego que lo calcinó todo a su paso. https://t.co/xGKtBhpmoG pic.twitter.com/p4UltadBiR
— El Colombiano (@elcolombiano) 18 de octubre de 2018
El ELN, con un historial de múltiples ataques a la infraestructura petrolera, reconoció la explosión pero negó el incendio y señaló al Ejército Nacional. En ese entonces, el Gobierno de @AndresPastrana_ adelantaba negociaciones en medio del conflicto con esa guerrilla. pic.twitter.com/C8h6X80SG1
— El Colombiano (@elcolombiano) 18 de octubre de 2018
"Hubo gente que no corrió porque pensó que era el fin del mundo”, decían algunos de los primeros testimonios de los sobrevivientes que apuntaban a que la magnitud de las llamas fue tal, que #Machuca se iluminó y pareció de día. pic.twitter.com/wCDwNcCNJQ
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Uno de los cronistas de EL COLOMBIANO que cubrió la tragedia reconstruyó así los segundos posteriores a la detonación:#Machuca20Años pic.twitter.com/TDEtWvyfFq
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64 ranchos de madera y zinc quedaron destruidos. Los quemados de mayor gravedad fueron trasladados a clínicas y hospitales de Medellín y Caucasia. El Hospital General Luz Castro de Gutiérrez, por ejemplo, separó todo su piso octavo para las víctimas que llegaban de Machuca. pic.twitter.com/p2ToMzQ9QB
— El Colombiano (@elcolombiano) 18 de octubre de 2018
Una semana después del atentado, los hospitales reportaban decesos todos los días. En total fueron 84 personas las que perdieron la vida en la tragedia de #Machuca. pic.twitter.com/x4WzMthD94
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#Machuca20Años
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Aún las heridas siguen abiertas. Aunque hubo dos intentos de encuentro entre víctimas y el ELN, en 2008 y 2016, nunca prosperaron y hoy, 20 años después de esta tragedia, este grupo guerrillero aún no ha pedido perdón. pic.twitter.com/LlpxW4Gr49
#JaleDelHilo ?? realizado por Melissa Gutiérrez, Mateo Isaza y Juan Diego Quiceno.
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