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Nicolás Gaviria no sería una tendencia en las redes sociales si no existiera un video en el que aparece agrediendo a dos patrulleros de la Policía. La noticia trascendió porque el joven los empujó y les dijo “¡Usted no sabe quién soy yo!”, refiriéndose a un supuesto lazo de consanguinidad con el expresidente César Gaviria. La frase generó indignación en la opinión pública, la Policía “deploró las reacciones agresivas”, la Red de Veedurías Ciudadanas lo denunció y la Fiscalía abrió una investigación.
El mismo presidente Santos les dijo ayer a unos policías en Barranquilla: “cuando alguien se les enfrente y les diga ‘usted no sabe quién soy yo’, inmediatamente lo llevan a la estación para que averigüen quién es”.
En todo este lío, Gaviria ha dicho que el video fue editado y no muestra la realidad de lo sucedido. Por ejemplo, afirma que la pregunta, “¿usted no saben quién soy yo?” había sido complementada con “si ustedes me ven aquí siempre”.
En momentos en que la Fiscalía investiga si Gaviria es culpable por los delitos de violencia contra un servidor público y lesiones personales, algunos se preguntan qué tan válido es grabar estas escenas y luego presentarlas como pruebas en un proceso penal.
Pero, ¿para qué sirven estos videos, más allá de ser virales en las redes?
EL COLOMBIANO habló con diferentes juristas sobre el debate que han generado. De hecho, la polémica que surgió con Gaviria ha ido creciendo por las últimas grabaciones que reveló la Policía. Ayer dio a conocer un audio de 2012 en el que Gaviria les dice a unos patrulleros que es “agente de la CIA”, que tiene “foro diplomático” y que trabaja para el Ministerio de Defensa. Estas grabaciones desencadenaron más burlas y reproches contra Gaviria. De fondo, sin embargo, sigue la pregunta sobre la validez de las mismas.
Enrique Gil Botero, exconsejero de Estado y especialista en Derecho Administrativo y Constitucional, le dijo a EL COLOMBIANO que “en el caso en mención, donde un joven protagoniza un acontecimiento en un espacio público, no se puede hablar de una invasión a la intimidad. Aunque la justicia penal es la que debe analizar el valor probatorio de las grabaciones, lo claro es que no hay un núcleo de intimidad y el comportamiento tiene una clara connotación pública”.
Eliminando la posibilidad de que el video viole la intimidad aparece otra duda: ¿Fue válido que un testigo grabara a Gaviria? Sobre este tema, el expresidente de la Corte Suprema de Justicia Jaime Arrubla, responde: “La prueba electrónica es admisible como medio probatorio. No hay ningún problema. Lo que sucede es que cuando la grabación es ilegal, la prueba queda ‘envenenada’. Cuando hablo de una grabación ilegal es que no cumple con los procedimientos legales. Por ejemplo, el computador de Raúl Reyes fue tomado violentamente, se manipuló y luego es difícil que sirva como prueba. Si es una cámara de un establecimiento público claro que puede ser una prueba”.
Arrubla enfatizó en la necesidad de analizar cada caso por separado. “Si en la calle están matando a una persona y yo filmo es una prueba válida. Ahora bien, si un policía le abre la puerta de su carro a la brava para grabarlo sí puede estar violando la intimidad. Solo sería válido si es un procedimiento infraganti con previa autorización judicial”.
El punto de vista de Arrubla permite ahondar un poco más en la discusión. ¿Cómo se debe presentar un video para que sirva como prueba judicial? Luis García, experto en investigación privada, explica que sus investigadores son muy cautelosos cuando realizan grabaciones. “A partir del video de Gaviria usted puede concluir que el sujeto está bajo o los efectos del alcohol u otra sustancia similar. Eso lo puede probar. Ahora, lo más importante para que estos videos sean presentados como prueba es que no sean editados y que sea posible extraerlos del dispositivo original. Si el video da un brinco se rompe la secuencia y puede dejar de ser considerado material probatorio. Lo más importante es mantener la secuencia del video original. Si desea, puede extraer los momentos más importantes, pero siempre guarde el video auténtico”.