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La deuda histórica con el agro en asuntos como desarrollo, salud y educación, y abandono estatal del campo, sumido en un conflicto armado por más de 50 años, fueron los pilares para que el Gobierno colombiano creara, a la luz del Acuerdo de Paz con las Farc, los Planes de Desarrollo con Enfoque Territorial, PDET.
La construcción de vías, colegios, puestos de salud, el ordenamiento de la propiedad rural y el uso del suelo, un mercado efectivo para la negociación de los productos cultivados por los labriegos, vivienda digna y alimentación, son las necesidades que por décadas ha planteado el campesinado y que, según el Gobierno, al solucionar estas deficiencias se llegará a una paz sostenible en el territorio.
La encargada de coordinar la implementación de estos planes de desarrollo desde la Agencia de Renovación del Territorio, ART, es Mariana Escobar Arango. La directora de esta entidad gubernamental explica que estos planes no se desarrollarán desde los escritorios oficiales.
“Si bien la Reforma Rural Integral va a ser para toda la ruralidad, el PDET va a ser el instrumento especial a través del cual se va a construir, de manera participativa, un programa que busca transformar estas regiones en los próximos 10 años y que nos va a ayudar a ordenar mejor el territorio desde el punto de vista social y ambiental”, explica Escobar Arango.
El programa PDET, presentado ayer en Morelia, Caquetá, se instaurará en 170 municipios de 16 subregiones del país que tienen condiciones especiales como lo son niveles de pobreza extrema, necesidades insatisfechas, y la poca institucionalidad administrativa.
“Los PDET llegarán a las zonas más afectadas por el conflicto armado, y aquellas que tienen mayor número de hectáreas con cultivos de coca. Incluso en muchas hay minas antipersonal. Son zonas que requieren de un intervención estructural por parte del Estado”, dice Rafael Pardo, Alto Consejero para el posconflicto.
Explica que con el inicio del plan de adecuación de vías terciarias, los pueblos con más cultivos de uso ilícito podrán contar con caminos para sacar los productos cultivados y de esta forma volver a la legalidad, lo que permitiría el descenso en la siembra de la hoja de coca, cuyas plantaciones aumentaron en un 52% al pasar de 96.000 hectáreas en 2015 a 146.000 en el 2016, según Naciones Unidas.
“La meta es que los 50 kilómetros de vías asignados a 51 municipios con altas deficiencias estén listos en diciembre de este año”, comenta Pardo.
Bajo las anteriores condiciones, las zonas priorizadas en el país para la aplicación de los PDET, y en esa misma vía la implementación de la reforma rural planteada en el primer punto del Acuerdo de paz con las Farc son: Alto Patía, Norte del Cauca, Arauca, Bajo Cauca y Nordeste Antioqueño, Catatumbo, Cuenca del Caguán y Piedemonte Caqueteño, Macarena, Guaviare, Montes de María, Pacífico y frontera Nariñense, Putumayo, Sierra Nevada – Perijá - Zona Bananera, Sur de Bolívar, Sur de Córdoba, Sur del Tolima, Urabá Antioqueño y Chocó.
Desde el 1 de agosto se comenzará con la implementación de los PDET. Algunos alcaldes de estas regiones tienen claras las necesidades de los municipios, las cuales fueron planteadas en los planes de desarrollo de esas localidades. Sin embargo, esperan que esta vez no se quede en promesas.
Lucía Carvajal de Silvera, alcaldesa de Remedios, municipio priorizado para los PDET, explica que en su subregión hay claridad sobre las necesidades, pero lo que hace falta es dinero para solucionarlas.
“Con la aplicación de este plan de desarrollo tengo mucha confianza en que podemos avanzar notablemente en el avance de estas regiones”, precisa Lucía.
La responsabilidad y el abandono de los territorios fue el punto señalado por Luis Enrique Mena, alcalde de Riosucio, Chocó, uno de los municipios más golpeados por la violencia que históricamente tuvo presencia de las Farc, y ahora tiene presencia de guerrilleros del Eln y de las bandas criminales.
“Nos vamos a enfocar en este tema y con esto se abre la esperanza de desarrollo para el municipio. Uno lo que pide es que no se quede en una promesa”, enfatiza Mena.
El paso a seguir será la presentación de los instrumentos y metodología para la construcción de paz y los Planes de Desarrollo Territoriales. EL COLOMBIANO se enteró que para conseguirlo, se reunieron ayer en la Casa de Nariño el presidente Juan Manuel Santos y los alcaldes de las regiones elegidas para su implementación.