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Expertos rechazaron la idea de la constituyente

La propuesta que hizo la Comisión Interinstitucional de la rama judicial no tuvo acogida en el Congreso, la academia y el Gobierno.

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  • ILUSTRACIÓN ESTEBAN PARÍS
    ILUSTRACIÓN ESTEBAN PARÍS
08 de mayo de 2015
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Nada bien cayó entre la opinión pública la propuesta de la Comisión Interinstitucional de la rama judicial de hundir la reforma de equilibrio de poderes e impulsar una asamblea constituyente para solucionar los problemas de la justicia, pues tanto el Gobierno como expertos en la materia coincidieron en que esa salida sería inconveniente en este momento.

Y es que en la noche del miércoles, el magistrado Leonidas Bustos, en representación de las altas cortes y el Fiscal General leyó un comunicado en el que presentaron su posición. “Esta Comisión propone la convocatoria a una Asamblea Nacional Constituyente de carácter limitado a los temas de justicia, en los términos del artículo 376 de la Constitución Política de 1991”.

Incluso el presidente del Consejo de Estado, Luis Rafael Vergara, reafirmó la propuesta e indicó que ante la ineficacia de la reforma de poderes para solucionar los problemas estructurales de la justicia, “la única salida es que el pueblo y sus voceros sean las personas encargadas para que mediante un acto político reformen la justicia sin necesidad de que intervengan magistrados, sino estudiosos, académicos y gente de la rama”.

Sin embargo, desde distintos sectores le salieron al paso a la idea de los magistrados y resaltaron la inconveniencia de la misma. Por ejemplo, para Luis Fernando Álvarez, decano de la facultad de Derecho de la UPB, la constituyente, tal como fue presentada por los magistrados, trae implícitos varios problemas como “quién la convocaría, quién establecería los límites a los temas que en ella se discutan, quién la limite y cómo estaría compuesta”.

Para Álvarez, ante la poca claridad de la iniciativa, convocar una asamblea constituyente sería “meternos en un mundo de incertidumbre altamente inconveniente”, al tiempo que dijo sentirse extrañado al ver que las propuestas de las altas cortes coincidan con las de las Farc, quienes también han pedido la constituyente en varias oportunidades.

Hay que insistir en el diálogo

Aunque la Comisión Interinstitucional de la rama judicial parece estar muy convencida de la necesidad convocar al constituyente primario para implementar las reformas necesarias, desde el Observatorio Permanente de la Justicia invitaron a las partes a insistir en el diálogo y a buscar consensos, antes que apelar a medidas tan extremas como la propuesta.

“Una constituyente si bien podría solucionar algunos de los problemas también trae unos riesgos para nuestra vida constitucional y es que uno sabe dónde empieza, pero no dónde termina y en nuestra historia ya hay varios ejemplos de los peligros que se corren con un mecanismo de esos, por eso la constituyente debería ser la última instancia a la cual recurrir”, afirmó María del Pilar Arango, directora del observatorio.

Gobierno también se opuso

Pero los rechazos al anuncio de los magistrados no vinieron exclusivamente desde la academia, el Gobierno, en cabeza del presidente Juan Manuel Santos, también le quitó impulso a la iniciativa pues le ordenó a los ministros sentarse a negociar con los jueces para oír sus inquietudes y adoptar sus recomendaciones.

El jefe de la cartera política, Juan Fernando Cristo, señaló que la constituyente sería inconveniente, pero reiteró la disposición del Gobierno al diálogo. “Queremos invitar a las Cortes y al señor Fiscal General de la Nación a que continúen el diálogo permanente que han tenido con el Gobierno y los ponentes durante estos meses y que ha permitido enriquecer la reforma, introduciendo modificaciones y ajustes, muchos de ellos sugeridos por ellos mismos”, puntualizó Cristo.

Por su parte, el ministro de Justicia, Yesid Reyes, fue más allá y afirmó que la constituyente en este momento sería dar un salto al vacío y agregó que hundir la reforma sería inaceptable e irresponsable con el país pues implicaría “dejar en funcionamiento la Judicatura, la Comisión de Acusaciones y mecanismos como el yo me elijo, tú me eliges”.

Congreso no acogió la idea

El Congreso, que ha aprobado el proyecto de equilibrio de poderes en seis de los ocho debates que requiere también se opuso a la constituyente.

El presidente del Senado José Name fue enfático al señalar que la iniciativa no será retirada, pero invitó a los representantes de las altas cortes a dialogar para encontrar coincidencias.

En ese mismo sentido, Fabio Amín, presidente de la Cámara, donde a partir de la próxima semana se surtirán los dos últimos debates de la reforma, aseguró que esta debe continuar su trámite, pero también advirtió que este episodio no puede ser una amenaza de las Cortes para hundir la reforma en la revisión constitucional.

La negativa del Congreso tiene lógica, pues la reforma es una de las apuestas legislativas más ambiciosas del Gobierno de Santos y en ella ha invertido buena parte de su capital político, además el desgaste en el legislativo ha sido importante, pues el proyecto viene siendo discutido desde el segundo semestre de 2014 y por mandato constitucional debe ser aprobado antes del 20 de junio.

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