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De poco sirvieron los consejos de los presidentes reunidos en la Asamblea General de las Naciones Unidas sobre la crisis en la frontera colombo-venezolana. Después de conocer el informe de la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (Cidh]) que demostró que se estaban violando los derechos de los colombianos en la frontera, el presidente Nicolás Maduro dijo que éste era falso y que la frontera permanecerá cerrada por tiempo indefinido.
Maduro sustentó la decisión con la situación de inseturidad en los ‘puntos calientes’ de la frontera: “están viniendo mafias respaldadas en grupos paramilitares para comprar cosechas completas (...) y se la están llevando compadre, por eso es que la frontera debe mantenerse como está, de esa forma en que esta hoy, controlada, máximo control”.
El objetivo inmediato, dijo Maduro, es acabar con el contrabando de petróleo . Por eso ordenó crear “un proceso de articulación para que la producción del petróleo”, buena parte de ella subsidiada por el Ejecutivo, no sea desviada como contrabando.
Para el alcalde de Cúcuta, Donmaris Ramírez, la decisión del presidente Maduro es contradictoria. Lo calificó como “bipolar” por anunciar un día el permiso para que ingresen los deportados colombianos a venezuela y al día siguiente sostener el cierre de frontera.
Los operativos para atacar el contrabando en la frontera será un tema principal en la reunión que sostendrán hoy los ministros de Defensa de ambos países en Santa Marta. Se espera que el ministro Luis Carlos Villegas defina con su hómologo, Vladimir Padrino López, unas medidas eficaces para acabar con el contrabando, en el cual se han visto involucrados miembros de la Guardia Venezolana.