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La crisis en la frontera con Venezuela empieza a nuevas aristas preocupantes, ya que además del drama social que se vive por los más de 1.000 colombianos que han sido expulsados, el ministro del Interior, Juan Fernando Cristo denunció que las autoridades del vecino país están ocupando empresas colombianas establecidas en el municipio de Ureña, ubicado al otro lado de la frontera.
“La situación es dramática. En una reunión que tuvimos el pasado domingo con la Ministra de Relaciones Exteriores pudimos conocer el caso de dos empresarios de Norte de Santander, uno de los cuales tiene una industria metalmecánica que produce las carrocerías de buena parte de los buses que se producen en Venezuela. Él nos denunció que su empresa fue cerrada. Estamos analizando qué podemos hacer por los empresarios”, sostuvo el funcionario.
Agregó que la problemática también cobija a pequeños, medianos y grandes empresarios, por lo que las autoridades colombianas están terminando un censo para tratar de ayudar a los colombianos que están padeciendo las consecuencias económicas.
“El municipio de Ureña es reconocido por su vocación industrial y muchos nacionales decidieron instalarse en la zona debido a las condiciones favorables que tenían en materia de costos laborales, de servicios públicos y en lo tributario. Los sectores en los que invirtieron los colombianos fueron en metalmecánica y confecciones, entre muchos otros”, indicó.
Se espera que en las próximas horas las autoridades colombianas tomen medidas frente a la crítica situación que se vive ya en lo económico.