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Luis Fernando Velasco conoce muy bien el sector textil y ha sido una de las voces más críticas, dentro de la coalición de Gobierno, sobre el manejo que se le dio desde el Ministerio de Industria y Comercio, en la era de María Claudia Lacouture. Incluso, la responsabiliza del bajonazo por el que atraviesa la industria nacional.
La semana pasada entró a engrosar el ramillete de senadores y de liberales que tienen la mirada puesta en la Presidencia de la República para 2018. Su precandidatura fue oficializada la semana pasada en tres lugares al mismo tiempo por obreros y empresarios: San Victorino (Bogotá), Barrio Triste (Medellín) y en una empresa de calzado en Cali.
En diálogo con EL COLOMBIANO afirmó que del actual Gobierno le interesa prolongar el legado del trabajo por la paz, pero que es urgente cambiar varias cosas, entre ellas el modelo económico vigente en el país, para que, según él, haya una mejor distribución de la riqueza.
¿La reforma tributaria que aprobaron las mayorías del Congreso es corresponsable de la situación?
“En lo tributario se está acabando y desestimulando el consumo. Cómo se les ocurre subir el IVA. Me aparté del Gobierno en la reforma tributaria. Un ejemplo, le metieron tres tributos nuevos a los combustibles, cuando su precio es transversal a toda la economía. Afectaron el empleo y la competitividad de los empresarios y la economía”.
Los textileros se están quejando, pero la exministra Lacouture dijo antes de salir que estaban mal informados y se venían elecciones...
“Después de un crecimiento tuvimos la desafortunada actuación de la Ministra de cambiar unas reglas arancelarias que habían hecho que Colombia volviera a consumir sus propias confecciones y en el primer semestre de este año las grandes tiendas empezaron a comprar en China. En el sector de las confecciones lo que genera empleo es cortar y pegar tela. La gente más pobre es la más golpeada porque los grandes siguen produciendo”.
En vista de que el presidente Juan Manuel Santos ha dicho que es liberal y La U está en crisis, ¿el elegido por la colectividad llevará entonces las banderas del mandatario?
“Extenderemos el legado en lo relacionado con la paz, pero hay otras cosas en las que hay que corregir el rumbo. Se requiere un cambio de modelo económico diferente al que han tenido los últimos gobiernos. La riqueza se está generando con la especulación y teniendo buenas relaciones con el algo Gobiernco, con corrupción, y no trabajando”.
¿Y cuál es su fórmula para encausar la economía por indicadores positivos?
“Quiero plantear un modelo económico que se centre en el trabajo. Que gane el que trabaje, el pequeño, el mediano y el gran industrial y, para eso, hay que adecuar la economía. No se justifica que en Boyacá estemos comiendo cebollas del Perú y del Ecuador, porque los insumos en esos países son más bajos que los nuestros”.
Ante el nuevo escándalo de los supuestos sobornos a magistrados de la Corte Suprema, ¿le gusta la idea de la Constituyente o le gusta la reforma a la justicia vía legislativa?
“Cuando terminé mi periodo como presidente del Senado dije que no había otro camino que la Constituyente para la justicia, porque la Corte Constitucional dio el mensaje de que el Congreso no podía. No puede existir un órgano donde sus líderes no tengan ningún tipo de control. Pero también hay un problema educativo: ¿qué abogados estamos formando en las universidades? Así como hay funcionarios rectos, para valorar, el dinero fácil está corrompiendo”.
¿Qué pasa si el PL en el Congreso Nacional proclama la candidatura única de Humberto De la Calle?
“En el partido hay varias visiones, pero nos une el apoyo al Acuerdo. No creo que el partido utilice una convención para eso. Acá tenemos que hacer una gran coalición no solo del liberalismo sino con otros partidos. Me agrada la idea de que el candidato de esa gran coalición se escoja en marzo próximo. Yo acompañaré al elegido”.
¿Pero en caso de que el elegido sea De la Calle?
“Él ha sido un gran colombiano. Fue clave para sacar adelante la Constituyente de 1991. Todos los colombianos, más temprano que tarde, terminaremos agradeciéndole por haber liderado un proceso para terminar la guerra con las Farc. Es un hombre con un gran pasado, pero la gente hoy está buscando es futuro. Yo quiero ser el candidato con más futuro que pasado”.
¿Cree que su nombre es lo suficientemente conocido para emprender este proyecto nacional y convocar a otros partidos?
“En 2001 le hicieron esa misma pregunta a un candidato, y fue dos veces presidente, y muy popular. Acá la discusión no puede seguir siendo Santos - Uribe, ambos le aportaron al país, pero ya hay que superar esos liderazgos y darle paso a otros nuevos, como el que estoy proponiendo”.
La Fundación Ideas para la Paz y otras organizaciones alertaron sobre el aumento de homicidios y extorsiones en zonas donde salieron las Farc. ¿Cómo reversaría esa tendencia?
“En el país se acabó la guerra con las Farc, pero eso no es hacer la paz, ese es el reto. Hay que hacerle un llamado grande al Gobierno para que no deje que esas zonas sean ocupadas por otros actores armados ilegales”
¿Cree que tiene futuro la reforma política?
“Va a tener muchos cambios. Yo hubiera preferido que se construyera con la ciudadanía y con la participación de la oposición democrática. Además, cambiar unas reglas de juego cerca de la coyuntura electoral no es lo más sano”.
¿Es difícil emprender una campaña en medio de tanto escándalo de corrupción política?
“Claro que es una tarea difícil, pero tenemos un reto de recuperar la confianza de la ciudadanía. El cambio tiene que ser de todos, porque el ciudadanos critica la corrupción política pero vive pidiéndole a los políticos acompañamiento, un empujón, ayuda en trámites y para nombramientos”.
¿Usted va a renunciar al Senado para dedicarse a su campaña presidencial?
“La esencia de un político es aspirar a ocupar cargos de poder. Seguiré trabajando desde lo político y el mejor escenario es el Congreso. No creo que afecte de ninguna manera mi trabajo legislativo”.
¿La agenda de paz paca las iniciativas legislativas para este semestre?
“Es innegable que la prioridad del Gobierno en este momento son los proyectos que se tramitan vía fast track. El Congreso estará ocupado en esa agenda el resto del año”.