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Aunque para monseñor Luis Augusto Castro, presidente de la Conferencia Episcopal de Colombia pensar en un cese bilateral es “casi imposible”, sí plantea que las Farc deben comprometerse con un cese unilateral que se vea representado en hechos concretos de paz.
En el marco de la XCIX Asamblea Plenaria del Episcopado colombiano que se realiza en Medellín esta semana, monseñor Castro dijo además que entre los temas que revisarán los obispos está la posible agenda que desarrollará el Papa Francisco en su visita a Colombia.
Destacó que, efectivamente, al día de hoy Colombia no está en la agenda del Papa ya que esta la debe presentar la Iglesia. “La agenda es lo que haremos en Medellín esta semana. Debemos definir si el Papa viene 15 días o si viene ocho días, aunque creo que más de cuatro días no nos lo van a aceptar. También debemos definir los lugares a los que irá y allá revisan la propuesta y nos dicen cómo les parece. Ahora apenas estamos empezando el proceso”.
Eso significa, explicó monseñor Castro, que la visita de su Santidad no será inmediata. “Por lo menos nos tomará un año para preparar su visita, pero lo importante es que arrancamos con esa primera propuesta nuestra”, dijo.
Hernán Olano, director del Departamento de Humanidades de la Universidad de La Sabana, considera que la visita del Papa reafirmaría la fe católica en el país: “En Ecuador, las oraciones del Papa Francisco han invitado al diálogo social y al desarrollo del Evangelio. Por la situación tan crispada que se vive, ha invitado a creer en el amor por el prójimo, aceptar a Jesús y acompañar en su clamor por el amor y la familia”. Invitaciones que, según él, también se aplican en Colombia.
Aunque Castro aseguró que la visita del Papa es un “espaldarazo” a la paz, su presencia en el país no debe tener tintes políticos. “El Papa no viene a decirnos este camino es el bueno o este camino está equivocado. Él viene a enfatizar en esa aspiración última que es el logro de la paz”. Contó que el Papa siempre ha estado atento al proceso de paz. “Él tiene sus canales de comunicación muy efectivos. Le informan cómo van las cosas”.
Frente al proceso de paz, monseñor Castro aseguró que no se puede decir que el proceso esté en su peor momento: “Lo que está en su peor momento es la percepción que tenemos del proceso de paz. Lo que diría es que está en el momento más difícil y es el más difícil porque se está debatiendo lo que tiene que ver con la justicia transicional. Hay que tener en cuenta que hay un diálogo entre las Farc y el Gobierno, pero por otro lado está el diálogo de las Farc con las Farc, y allí entre ellos hay muchas tensiones”.
En ese orden, subrayó que un cese bilateral “es muy difícil, casi imposible. Un cese unilateral es posible y ojalá hoy mismo las Farc tomarán la decisión de volver a un cese. El Gobierno no puede marchar al mismo ritmo de las Farc. El Estado no puede dejar de cumplir su obligación de preservar el bien, la honra, los bienes de los ciudadanos; por eso un cese del Estado me parece imposible. La guerrilla sí lo puede hacer como un símbolo de buena voluntad y es ahí cuando el Estado debe tener la prudencia de no torearlos para que no rompan con ese cese”.
Por último, destacó que lo más recientes ataques de las Farc se pueden ver de la siguiente manera:“es como si uno se agarrara a trompadas con uno mismo. Cada ataque de las Farc lo primero que golpea es la cabeza de las Farc, ellos creen que golpean al Estado, pero son ellos mismos los que se están desacreditando, son ellos mismos los que se están echando encima el proceso de paz. Tienen que darse cuenta que eso que hacen tienen un doble efecto: uno contra los demás y otro contra ellos mismos”.