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Alejandro Char anunció desde su campaña a la Alcaldía de Barranquilla, que recuperaría la seguridad de la ciudad y que desde febrero se empezarían patrullajes del Ejército por algunas zonas de Barranquilla, especialmente en los barrios periféricos ubicados cerca del río Magdalena.
Aunque se esperaba que la medida comenzará a hacerse efectiva esta semana, los operativos quedaron aplazados —por razones de orden público nacional— y según la Alcaldía de Barranquilla lo más probable es que se aplique desde la próxima semana.
Analistas advierten que es importante revisar estos anuncios, en aras de saber si son o no efectivos y de mirar si es función o no del Ejército la recuperación de la seguridad ciudadana.
Medellín, Buenaventura y Neiva han tenido algún grado de militarización, como puestos de control urbanos, que, para algunos expertos, no ha sido muy efectivos.
Jaime Berdugo, gerente encargado del Área Metropolitana de Barranquilla y asesor en asuntos de seguridad de Char, en conversación con EL COLOMBIANO, explicó que lo que se hará es un trabajo coordinado entre la Policía y el Ejército, en el que básicamente los militares realizarán labores de acompañamiento.
“No es una militarización. Es un trabajo coordinado que busca prevenir el tráfico de estupefacientes que se mueven por el río Magdalena”. Indicó que son respetuosos de la Constitución y que, por esa razón, ni la Policía ni el Ejército perderán sus funciones.
¿Camino a la militarización?
Tras la decisión de Char, con el argumento de que “si la Policía no garantiza la seguridad, sacaré al Ejército a las calles”, los analistas advirtieron que es el momento para que las autoridades locales revisen el accionar de sus fuerzas.
Diego Corrales, experto en temas de seguridad, recordó que, en teoría, los ejércitos son llamados a proteger los intereses estratégicos de las naciones y asumir la defensa nacional, cuidar las fronteras y los proyectos estratégicos, mientras que la Policía debe mantener el orden y la seguridad ciudadana.
“Colombia es un caso particular debido a los fenómenos de guerrilla y de narcotráfico. Por eso, aquí tenemos un Ejército que tiene funciones de seguridad ciudadana y una Policía que también se ha especializado en la defensa nacional con las contraguerrillas. Estas medidas, más que ser efectivas, lo que consiguen es mejorar la percepción de seguridad”, dijo Corrales.
Ariel Ávila, politólogo, recordó que no es la primera vez que Char intenta la militarización de Barranquilla, pues durante su pasada administración también salía el Ejército a las calles y eso ayudó a mejorar la percepción de seguridad.
“La famosa militarización de Barranquilla en realidad no es otra cosa que algunos patrullajes que hace el Ejército, pero pareciera que de fondo no hay una estrategia clara más allá de esto. Sin embargo, yo no lo critico, si eso se requiere, hay que hacerlo, el problema es que no hay una estrategia clara”, dijo Ávila.
Advirtió que el punto que le parece preocupante de las acciones de Char es que en términos estrictos, estas operaciones militares deben ser financiadas por la Alcaldía. “La pregunta es: ¿vamos a dedicar los recursos de la seguridad únicamente a los equipamientos de las Fuerzas Militares o vamos a ir más allá en temas de implementar una política preventiva. Esa debe ser la discusión”.
Dijo que es urgente que las capitales debatan sobre de si las Fuerzas Militares pueden o no participar en acciones urbanas.
El coronel (r) del Ejército, Luis Alberto Villamarín Pulido, dijo que esta decisión no corresponde con las funciones del Ejército. “En Colombia nos llenamos de emperadores y cada uno se cree dueño de una zona y cree que el Ejército está disponible para hacer todo lo que quiera. Por eso, a algunos alcaldes se les ocurre que el Ejército tiene que salir a resolver los problemas que son derivados de la ineficiencia del Estado”, aseguró.
Aclaró que estas decisiones son producto del “desconocimiento de lo que es la defensa nacional y las función de las Fuerzas Militares. La función del Ejército es garantizar la seguridad nacional. Pero en Colombia se puede esperar cualquier cosa, últimamente están utilizando al Ejército para que apague incendios”.
Juan Carlos Ruiz, experto en seguridad ciudadana y profesor de ciencia política y gobierno de la Universidad Rosario, explicó que esta decisión la toman las autoridades cuando no confían en la Policía y tratan de mostrar que tienen una intervención fuerte en seguridad.
“Es lo menos conveniente, las experiencias en América Latina e incluso en Colombia no son efectivas. Los militares no están entrenados para lidiar con problemas de seguridad. Esta es una demostración de fuerza, pero no soluciona para nada los problemas de inseguridad”, dijo el académico.
En ese sentido, sostuvo que la inteligencia militar no está adaptada para desmantelar bandas criminales. “Esta decisión la toman los gobiernos locales cuando la Policía está desbordada y, en el caso de Barranquilla, es porque en varias ocasiones los alcaldes se han quejado de los comandantes que han tenido y por eso buscan apoyo del Ejército”.