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La U nunca ha estado cerca de Vargas: Barreras
El nuevo presidente de la colectividad explicó por qué la U irá con candidato propio a las presidenciales de 2018. Suena el ministro Pinzón.
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El Partido de la U escogió por unanimidad como presidente a Roy Barreras. FOTO colprensa
22 de noviembre de 2014
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Roy Barreras, escudero del primer mandatario Juan Manuel Santos, fue nombrado como presidente del Partido de la U, durante la convención que realizó la colectividad, en Santa Marta.
El senador Barreras habló con El Colombiano sobre la decisión del partido de presentar candidato propio en 2018, de las elecciones territoriales de 2015 y de la paz.
¿Cómo se llegó a su elección?
“Estoy muy agradecido con mis compañeros, porque fue una decisión por unanimidad absoluta, lo que manda un claro mensaje de unidad del partido y eso nos otorga una mayor responsabilidad frente al reto de la batalla electoral para el 2015”.
¿Contó con el guiño del presidente Santos?
“No, en absoluto. El presidente jamás intervino en esa decisión, él había advertido que era muy respetuoso de la decisión que tomáramos”.
¿Están superadas las divisiones internas?
“Mi elección significa la superación de esa fisuras. Logramos el consenso de los miembros de la bancada y el mensaje de unidad se acompañó de el de vocación de poder y permanencia en el tiempo. Por eso, uno de los anuncios es que el partido tendrá candidato presidencial propio para las elecciones de 2018”.
¿Se apartan así de la candidatura de Vargas Lleras en 2018?
“Uno no se puede apartar de lo que nunca ha estado cerca. El vicepresidente es un muy buen ejecutivo y está haciendo una gran tarea. Además, es nuestro vicepresidente, nosotros lo elegimos en la coalición de partidos, pero él será el candidato de Cambio Radical y por eso es natural que el Partido de la U, que es el partido más grande de Colombia, tenga candidato presidencial propio”.
¿Cuál es su objetivo al frente del partido?
“Este es un partido muy joven, pero ha sido campeón de todas las elecciones. Los próximos comicios tienen un significado especial, pues nos corresponde ganarnos el corazón de los colombianos para la paz y convertir las esperanzas de la gente en oportunidades. Hacer eso es mucho más difícil en un país en guerra que en uno en paz y por eso nuestra apuesta es entregar el país en paz”.
¿Cómo están las relaciones con el Gobierno?
“Es nuestro Gobierno, nuestro presidente, nosotros lo elegimos y tenemos la posibilidad de garantizar el éxito de esas políticas. Para eso, el Partido requiere la autonomía e independencia que le permita criticar a los funcionarios que están siendo incompetentes”.
¿Se sienten representados en el gabinete?
“No del todo, aunque tenemos al Presidente. Este es un gabinete que tiene muchos técnicos que no tienen representación política y algunos que sí la tienen, como el Ministro de Agricultura, que claramente es de nuestro partido”.
¿Cuáles son las estrategias para ganar las elecciones en Cali, Bogotá y Medellín?
“La prioridad nuestra será, sin duda, las alcaldías de las ciudades capitales. En Bogotá habrá con seguridad una candidatura de la Unidad Nacional. En Cali el tema está mucho más fragmentado, pues el alcalde tiene la más baja popularidad de todos los mandatarios de Colombia de ciudades capitales. Ahí se frustró una esperanza y hay que ofrecerle un buen gobierno a la ciudad”.
¿Y Medellín?
“Medellín y Antioquia son un reto inmenso. Tenemos la tarea de mantener la ciudad como un modelo, pero con una prioridad en el tema de seguridad, que sigue siendo un problema muy grande y que está directamente relacionado con el tema del conflicto interno. Esa será la prioridad de los candidatos del partido en Medellín y Antioquia, donde seguramente también habrá un representante de la Unidad Nacional”.
¿Cómo está la relación con el expresidente Uribe y su bancada?
“Son dos relaciones distintas. Mi relación personal con Uribe es cordial y respetuosa. Él es un gran colombiano, un trabajador incansable, un convencido de sus ideas. Con el Centro Democrático sí hay diferencias mayores, porque su discurso se ha radicalizado y todo lo relacionado con el proceso de paz les parece malo, a pesar de que en el pasado, y yo fui testigo de eso, Uribe les ofreció a las Farc curules en el Congreso, el despeje de Florida y Pradera, la liberación de (Rodrigo) Granda con total impunidad y de otros guerrilleros que terminaron en las suites del hotel Tequendama sin pagar un solo día de cárcel. Por eso, nos parece injusto que ahora que ofrecemos mucho menos de lo que él ofreció, se dediquen a estigmatizar el proceso de paz”.
¿Qué piensa de la propuesta de unificación de periodos de mandatarios?
“Hay gran división y polémica, pues en las ciudades donde los alcaldes son muy malos la gente se espanta cuando piensa en la posibilidad de que el se pueda reelegir. Hay que aclarar que este proyecto no aprueba la reelección de ningún alcalde per se. De aprobarse, este lo que hace es habilitar a los actuales mandatarios a presentarse a las urnas”.
¿Y de la marihuana con uso medicinal?
“Yo soy médico y padre de familia, pero en todos los países del mundo está claro que la única forma de acabar con la maldición del narcotráfico es atacando el negocio, y eso se hace dándole a la marihuana el tratamiento de problema de salud pública, como ocurrió con el alcohol y el cigarrillo, que también son drogas, hacen daño y matan gente. Sin embargo, ya no hay mafias alrededor de esto, porque el Estado entró a regular esa actividad”.
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