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Lizcano iniciará cruzada contra el ausentismo
El nuevo presidente del Senado usará la tecnología para mejorar la imagen de la institución. Buscará que partidos trabajen unidos por el plebiscito.
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FOTO COLPRENSA
22 de julio de 2016
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Sin empezar su gestión como presidente, ya Mauricio Lizcano tiene un sitial en la historia por ser el senador más joven en llegar a esa dignidad, tradicionalmente ocupada por políticos veteranos y avezados, con amplia trayectoria. Desde las gradas era observado por su papá, Óscar Tulio Lizcano, exsecuestrado de las Farc.
En diálogo con EL COLOMBIANO dijo que no es partidario de reducir el Congreso porque considera que eso le restaría representatividad a los ciudadanos. Sobre el salario de los congresistas, precisó que hay tres autoreformas que serán estudiadas con lupa, porque los salarios los regula la Constitución.
En su discurso de posesión se le notó nostálgico, pero esperanzado...
“Fue una mezcla de sentimientos, porque era un discurso con componentes personales sobre el perdón, sobre el secuestro y la liberación de mi papá, verlo ahí me conmovió”.
Según la última encuesta de Invamer, el Congreso tiene un 76 por ciento de desfavorabilidad ¿Qué hará para revertir esa realidad política?
“Vamos a trabajar en tres escenarios. El primero será la lucha contra el ausentismo, que es lo que más daño le hace al Congreso. Para combatirlo entregaremos en tiempo real la información de quiénes asisten o no y cuánto tiempo se quedan en las plenarias. Segundo, vamos a tener un sistema de modernización, ‘Congreso abierto’, para que cualquiera pueda conocer lo que está pasando dentro del Congreso. Por último, vamos a crear una plataforma tecnológica, ‘ciudadano -senador virtual’, que le permita a la ciudadanía votar los proyectos de ley, participar en las discusiones y hablar con los senadores. Vamos a trabajar y a rendir cuentas de manera permanente”.
Pero ese control a la asistencia generará pugnas con sus colegas ¿las resistirá?
“Ellos con conscientes de la responsabilidad que tenemos con el país. Voy a seguir hablando con ellos, dándoles las razones. Los congresistas son juiciosos, lo que pasa es que a veces están haciendo otras funciones inherentes al cargo. Es coordinar eso y poner rigor. Si se dan críticas las aceptaré con tolerancia”.
El Congreso también carga con el estigma de ‘la mermelada’, asociada a corrupción ¿qué hará al respecto?
“Dependiendo de lo que se entienda por mermelada. Si mermelada es corrupción, dirigir contratos, comprar votos en el legislativo, por supuesto que no estamos a favor de eso. Si mermelada se entiende como recursos y gestión de los congresistas para ayudar a sus regiones, de manera transparente, sí estamos de acuerdo”.
¿Cómo le fue ayer en su visita a la Casa de Nariño, con el presidente Santos?
“Muy bien. Acordamos un poco los tiempos, la legislatura. Afinamos la cooperación que tenemos que tener entre el Legislativo y el Ejecutivo”.
Usted era uribista pero hoy es crítico del expresidente y del CD. ¿Cómo les garantizará equidad en el Senado?
“Somos conscientes de que tenemos que dar garantías totales a la oposición, de eso se trata la democracia: de que se respete a las minorías y se acaten las decisiones de las mayorías. Tendremos un debate abierto y franco, y vamos a respetar profundamente a la oposición”.
Usted es de La U, el partido de Gobierno. ¿Cómo hará para mantener la independencia con el Ejecutivo?
“Cada poder es autónomo. Hemos tomado nuestras propias decisiones, acatando a las mayorías. No desconozco que tengo una línea ideológica que está a favor de la paz, que acompaño al presidente Juan Manuel Santos en su Gobierno y que vamos a garantizar su gobernabilidad, pero siempre se deberán respetar las decisiones internas del Congreso. En algunos temas vendrán observaciones y los debates de control político continuarán”.
En el periodo pasado se aprobaron 13 leyes, y de estas 9 fueron iniciativa del Gobierno. ¿En su presidencia también el Ejecutivo marcará la agenda?
“Vamos a trabajar con responsabilidad, toda la semana, haremos un buen orden del día, para garantizar que se puedan cumplir ambas agendas, la del Gobierno y la de los parlamentarios”.
Casi siempre se aprueban los proyectos a última hora, y eso genera sensación de poco estudio...
“Vamos a evitar el pupitrazo y propondremos que todas las votaciones sean nominales y públicas. Si las cosas se planean no hay que terminar con ese afán al final de la legislatura”.
La Corte Constitucional dijo que la campaña por el plebiscito no podrá asociarse a partidos o candidatos. ¿Qué opina?
“La sentencia de la Corte no ha sido notificada. Me parece difícil entender cómo los políticos, que estamos llamados a hacer política, no podemos hacer campaña por el plebiscito. Eso estaría contra la naturaleza de los mismos partidos”.
Pero ya todos tienen plataforma propia de campaña ¿Cómo ayudará para que eso no los divida?
“Con el presidente de la Cámara invitaré a una reunión el próximo lunes a todos los partidos afines al plebiscito para que conformemos un comité político y establezcamos unos puntos de acuerdo, para mirar si podemos recorrer el país juntos; aunque cada partido tendrá su estrategia. Esto sin desconocer que mi función como presidente es más promover las leyes que están a favor de la paz, la reforma tributaria, la seguridad jurídica, y asuntos como la elección del Procurador, de los cinco magistrados de la Corte Constitucional, entre otros”.
¿El expresidente César Gaviria es la persona ideal para convocar un país a apoyar el plebiscito?
“El expresidente Gaviria tiene todas las condiciones políticas y humanas para coordinar la campaña del plebiscito. Nosotros como partido también haremos nuestra propia campaña, con autonomía, pero nos vamos a coordinar con los demás partidos. Gaviria tendrá una gran coordinación de todas las estrategias del ‘Sí’”.
En su discurso de posesión dijo que perdonaba a las Farc por el secuestro de su padre, ¿esa actitud le alcanza para respaldar la propuesta de curules a dedo?
“La democracia se hace a través de los votos. Cuando sean partido político, que la gente vote o no por ellos. Es posible que según lo que se firme en La Habana haya alguna participación pequeña y temporal de algunos miembros de esa guerrilla en el Congreso. Tendremos que acatar como Congreso lo que se defina, porque el presidente Santos actúa bajo una facultad legal que le dio la ley de orden público para negociar la paz”.
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