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Tan solo pasaron 35 minutos después del primer allanamiento contra la banda criminal “Clan Úsuga”, en la mañana de ayer, cuando el helicóptero en el que viajaban 14 “hombres jungla” de la Policía Nacional terminó estrellado contra un cerro de la vereda Piedras Blancas, una zona selvática y de difícil acceso del municipio de Carepa, en el Urabá antioqueño.
En este primer allanamiento a una de las fincas en las que se presumía la presencia de hombres al servicio de Luis Orlando Padierna Peña, alias “Inglaterra”, cabecilla de esta banda criminal, los hombres expertos en operaciones contra grupos delincuenciales en zonas de difícil acceso encontraron un arma de fuego y capturaron a tres personas que hoy serán presentadas en audiencia en Medellín.
“Ellos llegaron a esta primera diligencia judicial y no encontraron el objetivo de alto valor. Sin embargo, capturaron a tres hombres y encontraron abundante medicina. Era una zona campamentaria de esta estructura”, confirmó a EL COLOMBIANO uno de los investigadores de la Policía.
Con el arma de fuego incautada y los capturados, los tres helicópteros Black Hawk levantaron vuelo con los 18 hombres hacia el segundo operativo contra “los Úsuga.
Se movilizaban, según fuentes oficiales, hacia una zona en la que tenían información de una escuela de adoctrinamiento para quienes hacen parte de esa estructura delincuencial.
A las 9:15 a.m., una de las aeronaves terminó contra una montaña en el sector Cangrejeras, a cuatro horas por tierra de la vereda Piedras Blancas, y esta, a su vez, a una hora del casco urbano de Carepa.
Una de las explicaciones entregadas por el ministro de Defensa, Luis Carlos Villegas, tras el incidente en el que murieron los 16 policías (12 hombres jungla y los cuatro tripulantes), es que al parecer se trató de un accidente por el mal tiempo en una zona con poca visibilidad, tanto, que la hora para el inicio de la operación se postergó varias horas.
En su intervención, Villegas enfatizó en que se trató de un accidente y no de un ataque por alguna estructura delincuencial. “Si el helicóptero accidentado hubiera estado devolviendo fuego, los otros dos lo hubieran detectado”, no obstante, no descartó un atentado contra la aeronave al aseverar que los técnicos “están haciendo una minuciosa investigación de las piezas para ver si hay posibilidad de que el helicóptero hubiera sido atacado”.
Pero la versión entregada por el ministro de Defensa en la que mencionó que el helicóptero entró disparando a la zona, generó dudas en algunos especialistas que ven en esa acción, una forma de repeler un posible ataque.
El capitán (r) de la Armada y piloto de la Fuerza Naval, Juan Alfonso Fierro Manrique, ve en la explicación del Gobierno algunos puntos que no concuerdan, y lo llevan a pensar que “hay gato encerrado”.
Dice el capitán (r) Fierro: “El Gobierno está encubriendo la acción terrorista porque ese helicóptero lo tumbaron. Yo soy piloto de avión y de esos aparatos y un Black Hawk es muy poderoso. Además el Gobierno dice que hay mal tiempo y cuando hay mal tiempo no se ve el humo que esta saliendo ahí. Hay un reporte en donde informan que la aeronave fue incinerada”.
En la lucha contra la banda criminal “los Urabeños”, como también son conocidos, esta no es la primera vez que se presenta un incidente con afectación a la Fuerza Pública.
En un caso anterior, mientras desarrollaban operativos contra alias “Otoniel”, un policía cayó en un campo minado y perdió su dos piernas. Luego, en un operativo en Nueva Antioquia, Turbo, un agente recibió un disparo en la ingle en un enfrentamiento con uno de los anillos de seguridad de alias “Otoniel”; en febrero de este año, al hacer un cerco contra hombres que viajaban a San Pedro de Urabá para llevarle un encargo al cabecilla de los “Úsuga”, uno de los policías que realizaban el operativo se fue por un barranco y se fracturó una pierna.
En cuanto a aeronaves, en otras dos ocasiones los helicópteros que transportan a los hombres jungla han sido recibidos a tiros. En la frontera con Panamá, cuando las Fuerzas Especiales realizaban un operativo contra la escuela de adoctrinamiento Juan de Dios Úsuga, fue impactada una aeronave en Unguía, Chocó. En aquella ocasión fue capturado un hombre que cuidaba la zona, al que le incautaron uniformes de la Policía panameña. Y en septiembre de 2014, en un operativo contra alias “Tierra”, los Comando Jungla fueron recibidos a tiros en el momento en el que se disponían a descender a la zona donde se encontraba este cabecilla.
Con el objetivo de analizar la situación, tras la muerte de los 16 policías, hasta Urabá llegaron más agentes provenientes de Bogotá. Incluso, se reunieron en el comando de Urabá el director de la Policía Nacional, Rodolfo Palomino, y otros cuatro generales encargados de la operación Agamenón.
Ante la reserva del tema del siniestro, EL COLOMBIANO pudo establecer que se tomarán medidas para continuar con los operativos una vez se terminen las exequias de los policías caídos, a quienes el ministro de Defensa ofreció la lucha contra la banda criminal más peligrosa del país.