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Cerca de 138.000 millones de pesos invertirá el Instituto Colombiano de Bienestar Familiar, ICBF, para mejorar las condiciones laborales de las madres comunitarias del país. Esto para desvirtuar las declaraciones de las madres, que apuntaban a que con el nombramiento de Karen Abudinen en la dirección del ICBF, ellas serían acabadas como orden presidencial. Estos recursos serán invertidos en cuatro líneas: hogares infantiles, dotación, hogares comunitarios y madres Fami.
EL COLOMBIANO habló con Abudinen.
Las madres comunitarias la reciben con una amenaza de paro, ¿cómo lo toma?
“Estoy muy tranquila, porque siempre he trabajado por los niños y la primera infancia del país. La primera persona que las ha apoyado he sido yo y lo que les debo es gratitud”.
¿Cómo encontró el ICBF?
“Ha avanzado mucho y hay que seguir trabajando, porque es de las entidades más importantes del país. Trabajamos por la familia y podemos seguir transformando el país.
¿Cómo hacerle frente al flagelo de la corrupción?
“Seguiremos trabajando con las entidades de control y haciendo seguimiento a los procesos de contratación. No vamos a permitir que ningún recurso se desvíe”.
La desnutrición y posterior muerte de menores son antecedentes que preocupan, ¿qué hacer en ese sentido?
Seguiré trabajando por los niños de La Guajira, del Chocó, de Antioquia, y de cualquier lugar donde me necesiten. Aquí trabajaremos intersectorialmente con los ministerios, los equipos de Presidencia y el presidente, abanderado de la niñez.