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Otros “paras” y hasta bandas están en la fila
Mientras se espera la salida de más excomandates de las Auc, las bandas criminales proponen un sometimiento.
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Rodrigo Pérez Alzate, alias “Julián Bolívar” (izquierda), y Jorge Iván Laverde Zapata, apodado “el Iguano”. FOTOs: archivo. -
Alias “el Alemán” no es el único excomandante que goza de libertad, después de haber pagado los ocho años de pena alternativa.
Rodrigo Pérez Alzate, apodado “Julián Bolívar”, quien comandó el bloque Central Bolívar, salió de la celda el pasado mes de mayo.
A ellos podrían unirse otros exlíderes de las Auc que ya completaron su tiempo y están pendientes de trámites o apelaciones ante instancias superiores para obtener la autorización, como Jorge Iván Laverde (“el Iguano”), del bloque Catatumbo, y Edward Cobos Téllez (“Diego Vecino”), del bloque Montes de María.
En la actualidad hay 4.163 exparamilitares postulados a los beneficios de la Ley de Justicia y Paz, los cuales en su gran mayoría ya cumplieron los ocho años detrás de los barrotes. Por tal motivo, la Fiscalía viene preparándose desde el año pasado para una eventual avalancha de solicitudes de excarcelación.
En su momento, el vicefiscal General, Jorge Perdomo, le salió al paso a la coyuntura y afirmó que “los desmovilizados no tendrán un derecho automático a quedar en libertad, se estudiará cada caso”.
¿Y las bandas qué?
En los últimos dos años apareció un nuevo ingrediente en el coctel de quienes buscan un acercamiento de paz con el Gobierno: las bandas criminales.
La organización “los Urabeños”, que se autodenomina “Autodefensas Gaitanistas de Colombia”, pretende concretar un pacto con el Estado para someter sus estructuras armadas.
La facción ilegal, que cuenta con 2.900 integrantes aproximadamente (el doble de la guerrilla del Eln), en varios de sus comunicados ha dicho ser “el tercer actor armado del conflicto” y reclama una atención similar a la recibida por las Farc.
La Fiscalía reconoció que ha recibido la visita de varios abogados que representan a la banda, los cuales entregaron en el despacho del Vicefiscal un documento con la propuesta de sometimiento de sus miembros a cambio de beneficios judiciales, incluyendo la no extradición.
Dicha iniciativa está en estudio, pero el pasado 11 de febrero hubo un primer paso, cuando 12 integrantes de la estructura se entregaron en un acto público en Roldanillo, Valle del Cauca.
El abogado Michel Pineda argumentó que “la pregunta que ahora queda, tras la salida de los comandantes paramilitares, es: ¿esto sí es suficiente para lograr el propósito de la paz? Es indiscutible que en el conflicto hay otros actores, como el Eln, cuya postura sobre la paz todavía no es clara; y como las bandas criminales, que podrían tener un discurso político de fondo”.
El mecanismo legal con el cual se acordaría el desmonte de estas agrupaciones no está definido por la Fiscalía, aunque la entidad judicial insiste que no puede llamarse “desmovilización”.
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