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A unos les tocó terminar lo que otros iniciaron, otros participaron en los distintos procesos de paz desde comienzos de los 80.
Son muchas las personas, no solo miembros de los gobiernos, los que se la jugaron siempre por una solución pacífica al conflicto con los distintos grupos guerrilleros. Presidentes, políticos, empresarios que aportaron a la solución en el momento histórico que les correspondió y no fueron inferiores al reto.
Unos fallecieron sin ver cumplido el sueño, otros pudieron acompañar con sus opiniones parte del proceso con las Farc. Otros lo hicieron en anteriores conversaciones en busca de la paz.
Dentro de este grupo, vale reconocer el trabajo y el aporte que hicieron Nicanor Restrepo Santamaría, Augusto Ramírez Ocampo, Carlos Gaviria Díaz y el expresidente Virgilio Barco Vargas, todos desde posiciones y hasta sectores políticos, que se fueron sin ver cumplido ese anhelo por el que tanto se esforzaron.
Su recuerdo representa a todos aquellos que se la jugaron por el diálogo y la paz, y que partieron antes.
Este empresario, de profundas convicciones sociales fallecido en 2015 a los 73 años de edad, siempre estuvo comprometido con la paz, independiente del gobierno de turno. Alto Comisionado de Paz con Belisario, miembro de la Comisión Asesora durante Gaviria, vocero de Pastrana en el Caguán y consultor de Santos.
El exministro conservador, fallecido en 2011, luchó por la paz acá y en países como El Salvador. Pieza clave en reapertura de diálogos con el Eln en su momento, ayudó a la liberación de secuestrados. Facilitador de paz en los gobiernos de Barco, Samper y Pastrana. Le alcanzó la vida para apoyar la Ley de Víctimas del gobierno Santos.
El ex presidente, fallecido en 1997, condujo el exitoso proceso de la desmovilización del M-19 y de una parte del Epl. Con el M-19 surgió tras el secuestro de Álvaro Gómez Hurtado en 1988, conversaciones adelantadas en montañas del Cauca. En marzo de 1990 suscribió el acuerdo con Carlos Pizarro en la propia Casa de Nariño. Luego el Epl.
El magistrado y candidato a la Presidencia por el Polo Democrático fue uno de los artífices de los procesos de paz con sentencias como la que define el delito político, elemento central para las negociaciones con los grupos guerrilleros. Sostenía que se había ensayado la guerra durante 50 años sin haber dado resultado.