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El niño que dice No a la guerra porque quiere cuidar a su hermano
Vive en Urabá, donde asistió a jornada contra el reclutamiento forzado de menores.
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David fue uno de los 1.200 menores que participaron de la jornada del Ejército contra el reclutamiento forzado en Urabá. FOTO CORTESÍA
01 de abril de 2015
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La estrategia del Ejército para salvar a los menores de edad del reclutamiento forzado de menores de edad por parte de las guerrillas llegó en las últimas semanas a 1.200 niños y adolescentes de las zonas rurales de Chigorodo, Apartado y Carepa. Y fue David* uno de sus protagonistas.
Con atención escuchó las duras experiencias que les contaron hombres y mujeres que fueron llevados a las filas de la guerrilla siendo menores, quienes fueron apartados a la fuerza de sus familias. Los testimonios hacen parte de las jornadas de sensibilización del Ministerio de Defensa Nacional a través de su campaña Basta Aquí soy Libre.
David, estudiante de la institución educativa José de los Santos Zuñiga de Chigorodó, llamó la atención de la jornada cuando respondió que haría si alguien con malas intenciones se le acerca e intenta convencerlo de irse a un grupo armado ilegal. “Yo le diría yo no puedo ir con usted, yo tengo un hermanito discapacitado que me necesita y que me quiere mucho, me negaría contra las fuerzas que yo tengo para no ir con él”. Y para reafirmar que no quiere dejar a su familia relató que “desde que nació (su hermano) le dio una enfermedad y no puede caminar, no puede hablar... entonces no puedo ir allá con usted, me negaría a ir con él y me iría corriendo”.
Su hermano, Alexander, sufre una discapacidad a causa de la meningitis que lo atacó desde los cuatro meses de vida y hoy, a sus 23 años de edad, David es quien cuida de él. “Yo lo cuido consintiéndolo, ayudándolo con todo lo que el necesita, por ejemplo cuando le da sed, cuando tiene ganas de orinar, para cepillarlo, enfriarle la comida y también cuando me toca acostarlo”.
El reclutamiento ilícito de menores es una práctica sistemática que utilizan los grupos armados organizados al margen de la ley para engrosar sus estructuras. Según cifras del programa de atención humanitaria al desmovilizado, desde el año 2002 se han logrado desvincular cerca de de 4.100 niños niñas y adolescentes que han sido atendidos por el Instituto de Bienestar Familiar. Solo en lo que va corrido del presente año, en la jurisdicción de la Séptima División del Ejército se han presentado 24 desmovilizaciones, de las cuales 9 han sido menores de edad.
Y la región donde vive David, el Urabá antioqueño y chocoano, es una de las zonas donde históricamente las guerrillas de las Farc, el Eln y antes el Epl reclutaron a la fuerza, raptados o seducidos con promesas de dinero el poder de un arma a miles de niños y jóvenes, quienes perdieron su juventud y pasan de víctimas a victimarios al llegar a adultos en las filas guerrilleras.
Por eso la campaña Basta aquí soy libre se repitió en diferentes instituciones educativas del área urbana y rural de los municipios del Urabá antioqueño en marzo. David, como cualquier niño colombiano, tiene sus sueños: además de estudiar y cuidar a su hermano, quiere ser un gran cantante. Día y noche canta canciones, en especial para su hermano, y según sus vecinos, es quien alegra los días en esta cuadra del municipio de Chigorodo.
El informe del Ministerio de Defensa revela que de los 4.100 menores rescatados o que abandonaron esos grupos ilegales, casi 2.700 (66 por ciento) fueron reclutados por Farc; esto confirma a esa guerrilla como el mayor reclutador de menores. Le siguen los grupos paramilitares y luego el Eln.
* Nombre cambiado por Derechos del Niño
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