viernes
7 y 9
7 y 9
La renuncia a la curul del Senado, a la que accedió Iván Márquez por disposición del Acuerdo, vuelve a poner en el limbo la participación política de los excombatientes toda vez que, según analistas consultados, detrás de la renuncia de este jefe de la Farc podrían llegar las de sus otros congresistas.
Que el ahora jefe político haya expresado desde Miravalle, Caquetá, su decisión de no posesionarse el 20 de julio, ahondó la desazón que por ahora reina en Farc y obligó incluso a que funcionarios de Naciones Unidas viajaran hasta la zona para hablar con Márquez y convencerlo de que no abandone el proceso.
Bernardita Pérez, profesora de Derecho Constitucional de la Universidad de Antioquia, ve con preocupación esta decisión y asume que esta renuncia, más que un problema jurídico “representa un problema político. Con el desistimiento de Iván Márquez lo que puede suceder es que todos los de Farc renuncien a su curul”.
En esa vía, la renuncia de Márquez llevaría al desánimo de los excombatientes rasos que se encuentran en los Espacios Territoriales de Capacitación, ETCR, quienes pusieron su esperanza de representación en los que ocuparían los escaños en el Congreso.
Esa es la mirada del senador por Alianza Verde, Antonio Navarro Wolf, quien argumenta que esa decisión es un mal mensaje para los miembros de Farc, un mal mensaje para el país y para el mismo exjefe guerrillero. Navarro recordó su experiencia cuando militó en el M-19 y expresó que al dejar las armas y entrar a la vida política también tuvieron sus dificultades, pero nunca abandonaron el norte de su nuevo proyecto político.
“Nosotros respondimos a pesar de las dificultades, manteniendo la palabra empeñada y eso nos lo recompensó la población colombiana con una votación muy amplia. Si Farc es capaz de superar la actual dificultad, la gente se los va a recompensar”, expresó el congresista.
Con el anuncio de Márquez, una estela de inquietudes volvió a salir a flote sobre qué pasaría con este escaño de Farc, y la pregunta se extiende incluso a la curul que dejaría “Jesús Santrich” en caso de ser extraditado a EE. UU., acusado de conspirar para enviar 10 toneladas de cocaína a ese país.
La respuesta la entregó el ministro del Interior, Guillermo Rivera, quien le envió un mensaje a Márquez invitándolo a posesionarse y señalando que eso hace parte del proceso de reincorporación a la vida civil. Rivera agregó: “están dadas las condiciones para la reincorporación política en virtud de la norma constitucional que ya fue avalada por la Corte Constitucional”.
Rivera dejó en claro que la decisión del líder político de Farc es personal, no obstante precisó que de presentarse la vacancia se aplicarían las reglas ordinarias “y en este caso tendría que ser llamado el siguiente en la lista”, es decir Israel Zuñiga, más conocido como Benkos Biohó, quien fue comandante guerrillero en el departamento de Chocó.
Con este panorama, el partido político Farc no perdería ningunos de los escaños, según el Gobierno, y el 20 de julio se posesionarían sus 10 congresistas, cinco en el Senado y cinco en la Cámara de Representantes.
Sin embargo, el presidente del Senado, Efraín Cepeda, expresó a Colprensa que el Congreso cumplió con los acuerdos para que estén en esa corporación. “Si uno no se posesiona y otro presuntamente delinque, pues pierde cada uno una curul y en vez de ser 10 serían 8”, lo que se convertiría en un choque de trenes para la participación política de los que dejaron las armas y optaron por la vida pública al ir en contravía a lo que expresó el ministro del Interior.
La dimisión de Márquez va en contra del deseo personal de ejercer cargos de elección popular y llegar al poder público, un sueño que se le hizo realidad cuando dejó las armas y cuando las Farc se convirtieron en un partido político .
La lectura de este hecho para Bernardita Pérez es que esta es una forma de ejercer presión para acelerar el cumplimiento de los acuerdos, cuyos informes de La Comisión Internacional de Verificación de los Derechos Humanos en Colombia indican que solo se han cumplido en un 18,5 %.
Con las posibles ausencias de Iván Márquez y Jesús Santrich en el Congreso, desde Farc se aventuran a vaticinar una crisis en la implementación del Acuerdo que ahonda la división en la que se encuentra el partido político.
Para exponer sus puntos de vista y buscar una salida, ayer se reunieron el presidente del partido, Rodrigo Londoño, conocido como Timochenko, y la delegación de la Unión Europea. Entre los temas tratados estuvieron el compromiso de apoyo al proceso de reincorporación y el acompañamiento a los proyectos económicos, sociales y culturales de los excombatientes. En el encuentro, Timochenko reiteró que en su colectividad están muy optimistas y “convencidos que la paz es el camino”.