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En la plaza de bolívar, Bogotá, miles de personas se congregaron
Es difícil tener certeza de cuántas personas asistieron a la Plaza de Bolívar en Bogotá, pero el lugar estaba casi al límite.
El alcalde Enrique Peñalosa convocó a los ciudadanos, en las primeras horas del día, para que participaran en el evento y a través su cuenta de Twitter señaló que “nuestro respaldo a la paz también se expresará en una ciudad cada vez más incluyente y propicia para el desarrollo del potencial humano”.
Desde muy temprano, bajo un sol radiante, la Plaza Mayor comenzó a ser engalanada con una tarima y pantallas gigantes. La idea era que los presentes pudieran seguir la señala en vivo del acto más esperado en las últimas cinco décadas: la firma de la paz.
Y así fue. Un Palacio de Justicia que parecía renovado estrenando bandera de Colombia y un gran pendón que decía ‘Sí a la paz’ se observaba a lo lejos. Al frente, en el Congreso, decenas de uniformados protegían la casa de los “padres de la Patria”, mientras cientos de palomas revoloteaban en los confines de la Catedral Primada sin percatarse que ellas encarnaban la más noble de las causas: la paz.
Y al frente de la Catedral, los balcones del Palacio Liévano, sede de la Alcaldía Mayor de Bogotá, abrieron sus puertas para dejar ver a los cerca de 20.000 bogotanos que acudieron a la histórica cita.
Mientras, en la gran tarima todo estaba dispuesto para el Gran Concierto por la Paz, que congregó a Aterciopelados, La Etnia, Sistema Solar, Gente Pescaíto y Mike Bahía.
Desde la Plaza de Toros La Santamaría fue llegando una mancha blanca de ciudadanos unidos por la misma causa. Banderas de Colombia, globos de colores, camisetas blancas y el infaltable impertinente que con su banderita en un desvencijado gorro quiere aparecer en las tomas de TV.
“Apoyo la paz porque si la mayoría de las víctimas que ha sufrido en carne propia los flagelos de la guerra dirá sí, con mayor razón nosotros, que afortunadamente no la hemos sufrido, lo apoyaremos”, dijo Yolanda de García, una de las asistentes.
La fiesta comenzó, y algunos de los presentes fueron tomando posición en el gran ‘Sí’ que fue dibujado en el piso de la Plaza de Bolívar.
El Himno fue entonado con la misma vehemencia que lo hicieron los colombianos que acompañaron a nuestra Selección en su debut en el Mundial de Fútbol de 2014.
Arnúbal Berrío, uno de los seis millones de desplazados que deja la violencia, llamó al Gobierno para que tenga en cuenta a esta población justo “ahora que comienza el posconflicto. Apoyo la paz, pero no con la firma que quieren imponernos porque apenas firman en Cartagena, viene el plebiscito y salimos como población desplazada”, sostuvo el campesino del Tolima.
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