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El 18 de octubre de este año, las delegaciones negociadoras del Gobierno y las Farc dieron a conocer que antes de que se firme el acuerdo definitivo de paz, se creará una Comisión Nacional de Búsqueda de Personas Desaparecidas, donde Medicina Legal jugará un papel vital en este proceso.
En entrevista con Colprensa, el director de la entidad, Carlos Eduardo Valdés, explicó la importancia de la creación de la comisión y anunció que el Instituto ya se puso a la tarea de buscar en las fosas comunes y en los cementerios de Colombia los restos de personas que no están identificadas.
Según las estadísticas, en Colombia hay cerca de 22 mil personas que serían victimas de desaparición forzada y los registros apuntan a que hay casos que hacen parte de esta estadística desde hace más de 30 años, lo que se constituye como una de las mayores dificultades para la plena identificación.
Desde el anuncio en La Habana, ¿qué estrategias se han empleado en Medicina Legal para la búsqueda de desaparecidos?
“El tema de los desaparecidos viene siendo manejado por el Instituto de Medicina Legal mediante varias estrategias, una de ellas es el abordaje de los cementerios en Colombia, que se ha denominado como el ‘Plan Cementerio’, en el cual se intentan recuperar los restos no identificados que están enterrados en todo el país sin un orden y sin estadística”.
¿En qué consiste este procedimiento desarrollado en los cementerios ?
“El plan tiene la fase de documentación, que busca evidenciar la existencia de los cuerpos en los cementerios para comparar con los datos de la Fiscalía y una vez documentado se sube a un programa llamado Sirdec (Sistema de Información Red de Desaparecidos y Cadáveres).
Después viene la segunda fase, que es la identificación de los cuerpos, tras una etapa de excavación y de análisis forense de los restos que se encuentren en los cementerios del país. La tercera fase es la búsqueda de los familiares a quienes corresponden los restos, tras el cotejo genético”.
¿Qué pasa con los restos en caso de que no sean reclamados?
“Esto puede tener dos finales: el primero es cuando los restos son plenamente identificados, en este caso se busca a los familiares para su entrega digna. Sin embargo, cuando el cuerpo se ha identificado, pero no se han encontrado a los familiares, los restos nunca se van a devolver a los cementerios o a las fosas comunes, al igual que los cuerpos que no sean identificados, el Instituto preservara los restos en sus repositorios en las instalaciones, que se conservarán por siempre, con el fin de que los cadáveres no se vayan a extraviar nuevamente”.
¿Cómo avanza el “Plan Cementerio”?
“En Cimitarra (Santander) iniciamos desde la semana pasada labores de inspección en el cementerio y tenemos previsto que en las próximas semanas Medicina Legal se desplace a siete cementerios, en los cuales ya tenemos documentados la existencia de cuerpos que pertenecerían a víctimas del conflicto armado. Tenemos presupuestado llegar a los cementerios ubicados en Huila, Meta, Antioquia, Putumayo y Norte de Santander”.
¿Qué otra medida se piensa implementar para una labor tan compleja?
“Tenemos un segundo plan que consiste en el fortalecimiento del Banco Genético de Datos, que se fundamenta en la recolección de datos de los familiares de los desaparecidos, en este caso con muestras de ADN. También con el ‘Plan Cementerio’ los datos que se recauden serán transferidos al Banco Genético”.
¿Cuál es la mayor dificultad científica para la búsqueda de los desaparecidos?
“En el tema de la desaparición hay dos grandes enemigos: el primero es el tiempo, porque entre más pasa, más dificultades se presentan para la identificación de los restos.
La segunda es la falta de sensibilidad de las personas, que pueden saber de casos de este tipo y no se lo mencionan a los familiares. Por eso es importante que la gente que tenga información sobre algún tipo de desaparición se acerque a la Fiscalía y a Medicina Legal para entregarla.
Además, el desorden también es un problema. Históricamente hay una desorganización en todas las entidades y no existe una base de datos que esté totalmente consolidada. Si logramos que todas los órganos depositen sus datos en el Sirdec, para relacionarlos, cruzarlos y hacer la relación, sería un gran avance.
¿Cuál es el balance en cuanto a infraestructura en la entidad?
“El acuerdo entre Gobierno y Farc le pone al instituto varios retos, entre ellos el mejoramiento de la estructura científica, logística y de infraestructura. Se plantea la necesidad de que el gobierno fortalezca mucho al instituto en aspectos presupuestales para las adecuaciones de nuestros laboratorios y mejorar la tecnología, aunque allí hay tecnología de punta, hay que crear nuevos laboratorios”.
¿El Gobierno ya les ha indicado cambios en el presupuesto?
“El Gobierno Nacional tiene que aumentar la planta de personal, es indudable que aunque tenemos cerca de dos mil funcionarios, con este número no alcanzaríamos a cubrir adecuadamente los retos que nos plantean, porque necesitamos incorporar más médicos, más genetistas, más biólogos y más antropólogos. Por tal motivo, es necesario que el gobierno voltee a ver al Instituto, para que considere ampliar el personal.
Medicina Legal ha sido, por decirlo así, el gran damnificado en los últimos años, porque mientras se ha ampliado la planta de personal de fiscales, jueces, defensores y de muchas instituciones, la organización que más ha sufrido por falta de personal es el Instituto”.
¿Con las declaraciones de las Farc las cifras en materia de desaparición podrían cambiar?
“Nosotros tenemos en el registro nacional una cifra de más 56 mil desaparecidos, de los cuales cerca de 22 mil tendrían características de ser por desaparición forzada. Las cifras pueden subir mucho más, porque vamos a tener más información, pero hasta ahora es una contemplación y, como se sabe, el Instituto no especula, hay que esperar a tener la información para ver que pasa con estas cifras”.