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El homicidio de Plinio Pulgarín, líder comunitario de la vereda San Pedrito, del municipio de San José de Uré, Córdoba, y el posterior desplazamiento masivo de 28 familias (102 personas) de esa comunidad, prendió de nuevo las alarmas de las autoridades por la que podría ser una ofensiva del Clan del Golfo contra las comunidades que adelantan la sustitución voluntaria de cultivos de uso ilícito en el sur de Córdoba.
El general Carlos Rodríguez, comandante de la región seis de la Policía, afirmó que esa banda criminal sería la responsable del crimen y desplazamiento. “El líder asesinado había asumido 15 días atrás la presidencia de la Junta de Acción Comunal de esa vereda y también estaba al frente de la sustitución voluntaria de los cultivos de coca”.
Líderes de derechos humanos como Andrés Chica, quien también es el coordinador de la Mesa Departamental de Garantías de Córdoba, aseguran que la situación es grave y que no solo se trata de las arremetidas del Clan del Golfo, también de un grupo conocido como los “JJ” y excombatientes de los frentes 58 y 18 de las Farc.
“Esto es la crónica de una muerte anunciada, acá se había alertado sobre las amenazas a quienes están en proyectos de sustitución de cultivos de uso ilícito y no solo es un grupo, también están esos JJ, que son financiados por el cartel de Sinaloa (México) y disidentes de las Farc. Acá en Córdoba están en riesgo las cerca de seis mil familias que están inscritas en el programa de sustitución”, afirma Chica, quien agrega que desde 2016 , han sido asesinados seis líderes, se han presentado dos desplazamientos masivos, 18 individuales y 80 amenazas a líderes y campesinos.
Hace un año en el municipio de Carepa, Antioquia, fue asesinado José Yimer Cartagena, un reconocido líder social de la región del Alto Sinú y de Saiza, corregimiento del municipio de Tierralta, Córdoba.
Ocurrido el homicidio, se conoció que Cartagena había sido amenazado por los grupos armados ilegales que delinquen en esa región.
Por este caso fue capturado, un hombre conocido como alias Manco, integrante del Clan del Golfo, quien incluso ya fue condenado por los delitos de homicidio y concierto para delinquir.
A pesar de existir una condena, la Fiscalía busca relacionar ese crimen con la intención de esa banda criminal de no dejar avanzar la sustitución de cultivos de uso ilícito en el sur de Córdoba. “Hay una clara oposición a esos programas por parte del Clan del Golfo. A ellos les afectan las finanzas con esos programas de sustitución y la decisión que toman es presionar a los campesinos de manera violenta”, explicó un fiscal cercano al caso consultado por este diario.
Según inteligencia de la Policía Nacional, en la zona donde ocurrió el crimen del líder Plinio Pulgarín, el Clan del Golfo, con el frente “Lorenzo” y el frente móvil “Sur de Córdoba”, ambos pertenecientes al bloque Córdoba, es el grupo ilegal con mayor presencia. En esa región, las autoridades buscan a los cabecillas de esos frentes identificados como Jaime Sáenz, alias Pedro; Francisco Fuentes, alias Beto; Jesús Gómez, “René” y Nelson Hurtado, conocido como “Marihuano”.