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A la sede de Medicina Legal en Medellín se trasladan este domingo 55 de los 57 cuerpos de víctimas de la Masacre de Bojayá, que han sido exhumados hasta el momento, a fin de identificar a cada una y hacer una entrega individual a sus familiares.
Así lo informó el delegado de la Fiscalía, Carlos Villamil, quien señaló que hace falta exhumar 32 cuerpos adicionales. “A lo largo del proceso es factible encontrar más cuerpos”, señaló.
“Más allá de un número total, lo importante es que logremos culminar con el proceso de entrega digna, que podamos garantizar el ejercicio de sus usos y costumbres”, dijo Villamil, al indicar que han hecho jornadas de toma de muestras para garantizar las identificaciones.
El operativo se realiza desde 11:00 de la mañana de este domingo, luego de varias dificultades operativas, por cuenta del clima, que impidió el día de ayer que el helicóptero pudiera aterrizar.
El director de Medicina Legal, Carlos Eduardo Valdés, señaló que “con el mayor cuidado y consideraciones iniciará el Instituto el estudio. Los tiempos no se pueden predecir porque apenas e van a recibir los cuerpos y porque ha pasado un tiempo y hay deterioro”.
“Se requiere un estudio radiográfico, de genética, de la manera que el Instituto vaya avanzando, se informará a las familias y al equipo asesor”, señaló Valdés.
Además, explicó que la entidad respetará el Protocolo de Comunicaciones que el Comité de Víctimas de Bojayá expidió, que señala que ningún medio de comunicación podrá tomar fotografías, grabar o entrevistar a familiares o a personas involucradas en el proceso de exhumación y entrega de restos.
Dicho protocolo definirá que información es pública y autoriza solo a las cámaras de la Naciones Unidas dicho registro.
“El Instituto no va dar ninguna información del proceso salvo que el Comité de Víctimas lo autorice”, dijo Valdés.
La Alta Consejera Presidencial para los Derechos Humanos, Paula Gaviria, pidió perdón a las víctimas de la masacre ocurrida el 2 de mayo de 2002, en atención a que en ese momento la Defensoría del Pueblo expidió una Alerta Temprana sobre el riesgo en el que estaba la comunidad, que no fue atendida.
“Les pido perdón por un Estado que no ha evitado y que ha hecho más daño con su intervención”, dijo Gaviria al estimar que desde ahí viene la desconfianza de la población de Bojayá hacia las instituciones.
“Estamos por fin tratando de hacer las cosas bien, desde hace un tiempo”, dijo.
Ante la polémica por el Protocolo de Comunicaciones, familiares de víctimas de la Masacre pidieron respeto a sus usos y costumbres y señalaron que solo por el mes de mayo, mientras realizan su duelo, no se permitirá el registro de los hechos.
María Pascuala Palacios, integrante del Comité, dijo que, a pesar de su dolor, asistió a la rueda de prensa en Bogotá. “Yo no sé por qué estoy aquí, en estos momentos, debería estar en otro lugar, porque Bojayá, hoy se están trasladando nuestros cuerpos de familiares, es algo muy duro, ahí están mis padres. En vez de estar con ellos estoy dándole la cara a la prensa”, señaló.
Por su parte, Máxima Asprilla, también integrante del Comité, señaló que en el Comité no es “un aparecido”. “Créanme que este dolor es inmenso para nosotros. Bojayá es un pueblo hospitalario, allí se recibe a quien llegue. Nunca hemos negado el derecho a la prensa. En este momento lo hacemos por necesidad, necesitamos hacer el duelo, es muy triste que una persona llore y llegue una cámara”.
Entre tanto, el director del Centro de Memoria Histórica, Gonzalo Sánchez, señaló que Bojayá es un ícono de la guerra, un símbolo de los daños abrumadores de la guerra y una población que ha apoyado el proceso de paz. Y, en ese sentido, se deben respetar las condiciones que imponga su población.
“De la guerra sin límites, Bojayá ha pasado a la generosidad sin límites y se echó al hombro el proceso de paz. Voto masivamente por la paz en el plebiscito. Gritó la Paz en Cartagena, en Oslo, en todos los escenarios en donde ha sido necesario gritarlo, porque el país hay que seguirle gritando la necesidad de paz”, dijo.
En ese sentido, Sánchez señaló que el caso de Bojayá es apenas el comienzo de todo el andamiaje de paz que está en curso.
El representante en Colombia de las Naciones Unidas de Derechos Humanos, Todd Howland, indicó que el proceso de paz que vive el país es el escenario en donde cambian las disputas institucionales, las organizaciones y la prensa.
Estoy preocupado por la polémica entre Bojayá la prensa porque está perdiendo la historia importante, que la paz está andando. Yo no vi en ningún artículo en la prensa hablando la importancia de este proceso, de cómo la comunidad está avanzando para recuperar su memoria y dignidad, sino varios quejándose de restricciones a la prensa”, dijo.